Bienestar Animal en el corazón de la sostenibilidad

En comparación con el último Eurobarómetro publicado en 2017, el cambio climático ha superado al terrorismo internacional, que es percibido como el segundo problema más grave al que se enfrenta el mundo hoy, después de la pobreza, el hambre y la falta de agua potable.

Los resultados del Eurobarómetro muestran que 9 de cada 10 europeos están de acuerdo en que las prioridades de la política energética de la UE deberían garantizar una energía segura, limpia y asequible para todos los europeos.

Por otro lado, en este barómetro 1 de cada 7 ciudadanos defiende que la salud y el bienestar de los animales debe de ser uno de los temas sobre los que se legisle en el futuro, unos resultados superiores a los de otros asuntos como la corrupción.

Cuando se les preguntó específicamente cuáles son las principales acciones que la Unión Europea (UE) debería llevar a cabo en el futuro de la ganadería, la agricultura y la pesca, los encuestados respondieron en gran número que el respeto por la biodiversidad, la promoción de la ganadería ecológica y una producción intensiva sostenible deberían de ser tenidos en cuenta.

LAS METAS PARA UN MODELO DE GANADERÍA SOSTENIBLE bienestar animal

En las discusiones de la ONU sobre cuáles deben ser las metas para un modelo sostenible, se habla de la “armonía entre humano y naturaleza” sin llegar a darle el peso que se merece al Bienestar Animal como pieza clave para lograr una producción respetuosa y eficiente.

Los consumidores lo tienen claro, el Bienestar Animal se ha convertido en una cuestión ética, un valor social apoyado y cada vez más exigido.

El Dr. Andrea Gavinelli de la Comisión Europea declaró que «el bienestar de los animales no se trata solo de un cambio de valores, sino también de un valor añadido para todos aquellos involucrados”.

Se habla de que el Bienestar Animal está en el corazón de la sostenibilidad y desde este punto vista puede marcarnos un propósito común que involucre a todo el sector porcino.

A pesar de esta tendencia, no podemos pecar de ingenuos. Los motivos éticos y banderas pro medioambiente no bastan para cambiar procesos muy enraizados en la sociedad.

Debemos recordar que