Ácidos grasos de cadena media – Una herramienta eficaz para mejorar la resiliencia de los lechones

Romain D´Inca – Category Specialist MCFAs, nos habla de las propiedades de estimulación inmunológica de los ácidos grasos de cadena media y su capacidad demostrada para mejorar el estatus inmunológico desde las cerdas hasta los lechones recién nacidos.

Los ácidos grasos de cadena media (AGCM) son ácidos monocarboxílicos saturados, no ramificados, con una longitud de cadena de entre 6 (C6) y 12 (C12) átomos de carbono.

Hace muchos años ya que se demostró que ejercen acciones antibacterianas tanto contra bacterias Gram + como Gram -, especialmente cuando se utilizan en mezclas.

En consecuencia, los AGCM son parte de la estrategia para mejorar de forma natural el rendimiento y la salud de los lechones en torno al destete.

Más recientemente, se ha demostrado la acción antiviral de los AGCM contra virus encapsulados, lo que amplía las posibles aplicaciones directas y específicas en la producción animal a nivel mundial.

Mientras tanto, el sector de la nutrición y la salud animal ha avanzado enormemente. Durante las dos últimas décadas, la calidad de las materias primas, la nutrición de precisión, la reducción progresiva del uso de productos químicos (antibióticos promotores del crecimiento, dosis farmacológicas de óxido de zinc, etc.) y el aumento de la bioseguridad en las granjas han reducido la exposición de los animales a muchos factores de riesgo, optimizando así el rendimiento general.

En Royal Agrifirm Group, hemos observado que el uso de AGCM sigue estando asociado a la mejora de varios otros parámetros zootécnicos en cerdos (crecimiento, eficiencia alimentaria, etc.), incluso en ausencia de un desafío específico.

Por ejemplo, el uso de AGCM en el pienso se asocia a una menor incidencia de problemas respiratorios, a pesar de que los ácidos grasos no pueden interactuar directamente con el tracto respiratorio. Esto, por tanto, indica un papel más global y sistémico de los ácidos grasos de cadena media en los animales.

LOS ÁCIDOS GRASOS DE CADENA MEDIA PUEDEN DESENCADENAR MÁS ACCIONES QUE LAS LOCALES Y DIRECTAS

A pesar de que está menos documentado, estudios recientes sugieren que los ácidos grasos también actúan como moléculas de señalización a través de subconjuntos específicos de receptores acoplados a proteína G (GPR), el grupo más grande y diverso de receptores de membrana en eucariotas.

Algunos de esos receptores pertenecen a la familia de receptores de ácidos grasos libres (FFAR) y muestran una selectividad variable. Mientras que FFAR1 (GPR40) es activado por todos los AGCM conocidos, FFAR2 (GPR43) y FFAR3 (GPR41) tienen preferencia por C6 y GPR84 por C9-C12. En el caso de este último, GPR84, hasta 2020 no se sospechó que era activado por los AGCM, a pesar de que se conocía desde hace más de 20 años.

La estimulación de estos receptores desencadena una cascada de eventos celulares complejos.

De particular interés, los GPR muestran expresión en varios tipos de células, incluidas las células epiteliales e inmunes (Figura 1).

Figura 1. Visión sintética del papel de GPR84 en las células inmunes, siendo los AGCM de C9 a C12 un ligando principal.

En este sentido, el tracto digestivo de los animales es un ejemplo ideal, ya que combina una amplia superficie de contacto a través de la capa epitelial de los enterocitos y es, al mismo tiempo, el órgano inmunológico más grande del cuerpo.

Por lo tanto, es un órgano excelente para investigar también el papel indirecto de los AGCM en las respuestas inmunes no específicas y sistémicas.

En los cerdos jóvenes, además de la disbiosis grave, el epitelio del intestino delgado está frecuentemente en contacto con LPS (lipopolisacáridos) bacterianos, incluso en cantidades no patógenas.

La inflamación de bajo grado inducida por LPS atraerá neutrófilos (glóbulos blancos fagocíticos) localmente mediante un fenómeno de quimiotaxis.

Esto significa que los AGCM proporcionados en el alimento interactuarán no solo con los GPR de los enterocitos sino también con los de los neutrófilos, posiblemente provocando una señalización molecular en cascada también en esos glóbulos blancos.

Nuestros estudios recientes en cerdos confirmaron que la administración de ácidos grasos de cadena media a los cerdos fue eficaz para aumentar la viabilidad de los neutrófilos.

A pesar de que se requieren estudios adicionales para señalar específicamente el papel equilibrado de los diferentes GPR en esa respuesta, representa un paso más en la comprensión del papel sistémico de los AGCM.

LOS BENEFICIOS INMUNOLÓGICOS DE LOS ÁCIDOS GRASOS DE CADENA MEDIA TAMBIÉN SON DE INTERÉS PARA LA PROGENIE

Cuando se trata del tema de la estimulación inmunológica indirecta en cerdos, la gestación de la cerda nos viene a la mente.

Debido a que el tipo de placenta epiteliocorial en los cerdos no permite el paso de anticuerpos durante la gestación, las inmunoglobulinas (Ig) no pueden transmitirse antes del nacimiento durante el desarrollo de los embriones.

Por lo tanto, los lechones recién nacidos nacen agammaglobulémicos e incapaces de generar respuestas inmunológicas rápidas a nivel sistémico y mucoso sin el suministro directo de inmunidad materna a través del calostro (IgG) y la leche (IgA).

La estimulación de la producción de inmunoglobulinas en la glándula mamaria de las cerdas maximiza la posibilidad de que cada lechón obtenga cantidades suficientes de Ig, lo que aumenta su capacidad para afrontar los factores estresantes y llegar al destete en un mejor estado.

¿Puede una mezcla específicamente diseñada de AGCM estimular el sistema inmunológico de las cerdas lo suficiente como para aumentar la producción y secreción de Ig a través de la glándula mamaria?

Investigamos esa hipótesis utilizando una mezcla de AGCM desarrollada para cerdas en una granja SPF de alta producción en Europa.

Se suplementó a un total de 400 cerdas desde el comienzo de la gestación hasta el final de la lactancia a los 21 días, cuando se destetaron los lechones. Los rendimientos se compararon con los datos de los 3 meses anteriores a la introducción de los AGCM.

Entre varios parámetros bajo estudio, los niveles de IgG en el calostro se midieron utilizando los niveles de inmunocrito (%).

Nos centramos especialmente en las cerdas primerizas y en las cerdas con número de parto superior a 4, ya que representan poblaciones específicas de animales con mayores necesidades de apoyo inmunológico.

El uso de ácidos grasos de cadena media (AGCM) aumentó los niveles de inmunocrito en un promedio de +60%, siendo la diferencia de +36% para las cerdas con paridad >4 y hasta +103% para las cerdas primerizas (Figura 2).

Figura 2. Niveles de inmunocrito (%) en el calostro de cerdas que recibieron (AGCM) o no (Control) una mezcla específica de AGCM durante todo el período de gestación y lactancia.

Estas diferencias se asociaron a una mejora de los parámetros zootécnicos como una reducción del 17% en la mortalidad pre-destete y +1,32 lechón/cerda/año, confirmando el conocido papel protector de la IgG en lechones.

CONCLUSIÓN

A pesar de la mejora permanente de las condiciones de nutrición y salud, los sistemas modernos de crianza de cerdos aún exponen a los lechones a diversos estresores no específicos que penalizan el rendimiento.

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