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Afrontando el auge de la Disentería Porcina

Escrito por: Roberto M. C. Guedes - Doctor en Veterinaria - Facultad de Veterinaria de la Universidade Federal de Minas Gerais Belo Horizonte, MG (Brasil)

La Disentería Porcina, enfermedad ocasionada por Brachyspira hyodysenteriae y caracterizada por la aparición de una diarrea catarral hemorrágica, está experimentando un importante resurgimiento en numerosos países de todo el globo.

¿Cómo hacer frente al reto de la Disentería Porcina en el nuevo escenario de la producción porcina bajo la restricción del uso de los antibióticos? La clave está en conocer a nuestro adversario…

 

Desenmascarando a B. hyodysenteriae

MORFOLOGÍA Y SUPERVIVENCIA

Brachyspira hyodysenteriae es [registrados]una espiroqueta Gram negativa anaerobia con forma helicoidal y 7-14 flagelos periplásmicos, aunque se tiñe débilmente con la tinción de Gram. Sus flagelos facilitan su movimiento sobre la superficie de la mucosa del colon, que es rica en células caliciformes y moco.

Para que se produzca la Disentería Porcina, es necesaria la infección por B. hyodysenteriae, B. suanatina o B. hampsonii, aunque no es suficiente para desencadenar la enfermedad, sino que influyen otros factores como la interacción con la microbiota y la dieta de los animales.

TRANSMISIÓN

La Disentería Porcina es una enfermedad con gran impacto en los cerdos domésticos, aunque también afecta a los suidos silvestres, produciéndose la infección por vía fecal-oral.

La bacteria puede infectar y ser eliminada a través de las heces de otras especies como los patos, gansos, gallinas, gaviotas, perros y los roedores, siendo estos últimos especialmente importantes porque pueden eliminar la bacteria a través de las heces durante largos periodos de tiempo (hasta 6 meses).

A pesar de que aparentemente se había logrado mantener la Disentería Porcina bajo control en muchas regiones, sigue siendo un gran problema para muchos productores, existiendo varios factores que han contribuido a la reemergencia de esta enfermedad:

 

Reconociendo los efectos de la Disentería Porcina

PATOGENIA

Para poder hacer frente a la Disentería Porcina es fundamental conocer los mecanismos patogénicos que desembocan en la sintomatología observada en los animales.

B. hyodysenteriae produce una infección a nivel de los enterocitos cecales y colónicos, provocando el desprendimiento del epitelio de revestimiento y la inflamación de la lámina propia y submucosa intestinal.

Estas alteraciones conducen a una fuerte reducción de la capacidad de absorción del intestino con la pérdida de fluidos y nutrientes, así como la aparición de hemorragias microscópicas en la mucosa lesionada.

En consecuencia, el animal desarrolla una diarrea catarral que en pocos días evoluciona a una diarrea catarral-hemorrágica, principalmente en cerdos destetados, en transición y en cebo, así como en las reproductoras y los verracos.

SINTOMATOLOGÍA

Inicialmente, se observan heces pastosas de color amarillo-verdoso y, conforme va avanzando la enfermedad, evolucionan a acuosas con sangre, moco y fibrina.

En función de la respuesta individual, los animales se recuperan, aunque se verá comprometido su desarrollo con un aumento de la mortalidad y una disminución de la ganancia de peso en animales de transición y engorde.

DIAGNÓSTICO

Al ser una enfermedad importante con un fuerte impacto económico, es esencial confirmar las sospechas clínicas mediante un examen de las lesiones macroscópicas y la confirmación mediante técnicas laboratoriales.

¿Qué muestras debemos analizar para confirmar el diagnóstico de Disentería Porcina?

También se deben enviar porciones de intestino delgado, nódulos linfáticos mesentéricos e hígado para poder realizar un diagnóstico diferencial con otros patógenos entéricos.

 

La importancia de contar con las herramientas de prevención y control adecuadas

En el caso de que el laboratorio confirme que se trata de Disentería Porcina, debe instaurarse un tratamiento asociado a la modificación del flujo de animales en la granja, intensificando las medidas de limpieza y desinfección.

Puede ser aconsejable eliminar los animales muy débiles o con baja condición corporal que se hayan recuperado de la infección, ya que podrían continuar eliminando la bacteria a través de las heces durante largos periodos de tiempo, contaminando el entorno.

Como ocurre con cualquier otra enfermedad infecciosa, todos los aspectos relacionados con la prevención de la entrada de cerdos, fómites y vectores biológicos contaminados con la bacteria serán extremadamente importantes.

Debemos recordar que reforzar la cuarentena de los animales de reposición con análisis de las muestras de heces por PCR es una alternativa viable que debe acompañarse de una observación clínica continua de los animales.

Normalmente, para esos análisis se toman 30 muestras de heces de diferentes animales y se envían al laboratorio donde se forman pools de 5 muestras que son analizados mediante PCR o utilizados para el aislamiento de la bacteria. En el caso de que uno de los pools tenga un resultado positivo, se vuelve a las 5 muestras iniciales empleadas y se analizan individualmente.

Una vez confirmado el diagnóstico, es muy importante implementar un programa de erradicación de la enfermedad en la granja lo antes posible, debiendo realizarse tres acciones fundamentales:

1.- Tratamiento de los cerdos con el antibiótico adecuado

Existen varios productos antimicrobianos que tienen actividad frente a B. hyodysenteriae y lo ideal sería el aislamiento y determinación de la sensibilidad antibiótica de la cepa que está circulando en la granja.

Sin embargo, esto no siempre es posible por lo que la siguiente opción sería elegir un tratamiento en base a la información existente sobre la sensibilidad de las cepas que circulan por el país o la región.

En general, las Pleuromutilinas, la Valnemulina y la Tiamulina ofrecen buenos resultados, junto con la Tilvalosina y la Clortetraciclina.

Por otro lado, los nutracéuticos a base de tomillo y algarroba han demostrado tener resultados prometedores para el control del problema.

2.- Limpieza, higiene y desinfección de las instalaciones para reducir la presión de infección.

 

3.- Control de roedores para impedir la diseminación de la bacteria a través de vectores biológicos.

 

 

La Disentería Porcina está causada por una bacteria cuyo mecanismo de transmisión y comportamiento epidemiológico es bien conocido, por lo que es posible controlarlo con éxito.

La gran limitación de esta enfermedad continúa siendo la ausencia de una vacuna universal efectiva, ya que existe una gran variabilidad entre las cepas de B. hyodysenteriae y las mismas vacunas y pruebas serológicas que puedan ser efectivas en una región, pueden no serlo en otra.

 

Por ello, es importante recordar que la mejor estrategia es evitar la contaminación, siendo la bioseguridad como medida de prevención de la propagación de los patógenos una de las claves del éxito en el control de la Disentería Porcina, siendo esencial:

Evitar la entrada del agente patógeno mediante la realización de cuarentenas y pruebas específicas (PCR o aislamiento).

Evitar la contaminación por fómites, controlando las visitas, ducha obligatoria, cambio de ropa, vallado perimetral, etc.

Realizar un buen control de roedores.

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