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Afrontando el desafío del manejo en transición

Escrito por: Víctor Fernández Segundo - Veterinario Dpto. Producción VALL COMPANYS SA.

El destete, una etapa “complicada”

En la producción porcina, cada fase tiene una importancia fundamental para la optimización de la producción. El coste económico del lechón, antes de su sacrificio, es responsabilidad de todos los agentes implicados en su correcto crecimiento y adaptación al medio que le rodea, para conseguir el máximo rendimiento de cada animal.

En lo que a este artículo concierne, se va a tratar de exponer el manejo necesario para hacer posible esa expresión del rendimiento productivo de nuestros animales en la fase 2, conocida comúnmente como transición.

 

El destete es uno de los retos inmunitarios más complicados que tendrá que afrontar el lechón a lo largo de su vida. En este momento van a producirse una serie de cambios, tanto fisiológicos como ambientales, que pondrán a prueba su estado inmunológico. El lechón al destete, en nuestro modelo de producción, es un animal inmaduro. Es necesaria una adaptación fisiológica, psicológica y nutricional al nuevo ambiente que le rodea. Aquí es donde juega un papel fundamental el manejo.

Nuestro objetivo debe ser ayudar al lechón a superar con éxito esta etapa tan complicada y estresante, con el objetivo de comenzar la ingesta, tanto de agua como de alimento, lo antes posible.

 

 

Antes de llenar la sala: debemos estar preparados[registrados]

SALA COMPLETAMENTE VACÍA Y LIMPIA Antes de llegar los lechones a nuestra sala, esta debe haber sido vaciada por completo.

  Limpieza y desinfección  

Se debe haber aplicado un plan de limpieza y desinfección adecuado, habiendo retirado todo resto de materia orgánica con agua a presión y, tras ello, aplicar jabón y por último un desinfectante. Una vez realizado el protocolo de limpieza la sala debe secarse por completo.

No debe quedar rastro de los productos químicos utilizados, se debe inspeccionar minuciosamente zonas como los comederos y cazoletas de agua, para comprobar que no existen residuos.

  Calefacción  

Es fundamental accionar el sistema de calefacción mínimo 12 horas antes de la llegada de los lechones.

Esto nos ayudará a que los animales encuentren un ambiente confortable y evitará corrientes de aire, ya que habremos calentado las superficies en contacto con el aire de la sala.

PREPARACIÓN DE LA SALA

En una situación ideal buscaríamos:

Corrales con pocos animales, con una densidad menor o igual a 0,2 m2/lechón

Comederos con un mínimo de una boca por cada 5 animales

Suelo parcialmente enrejillado, disponiendo de una zona sólida calefactable (mínimo 0,04m2/lechón) y el resto enrejillado de plástico

1 punto de agua cada 18 animales

Disponibilidad de platos de arranque en cada corral

  Zonas sólidas  

Es recomendable extender polvo secante encima de las zonas sólidas. Los lechones suelen llegar desorientados y es probable que orinen y defequen en la zona calefactable. De esta forma evitaremos que quede húmeda.

En granjas donde se disponga de una zona sólida extensa (granjas tipo cebadero), siempre recomiendo poner encima una capa de paja picada, además del polvo secante. Los lechones encuentran la zona con paja muy confortable, usándola como zona de descanso. Además, reduciremos el estrés de adaptarse a un nuevo ambiente, ya que la paja les permite expresar sus comportamientos habituales, hoceando e ingiriéndola.

 

  Plato de arranque  

Deberá haber un plato de arranque en cada corral, lleno con una mezcla de agua y rehidratante. Este punto es siempre importante, pero cobra mayor importancia cuando los animales llegan transportados en camión y en época estival, con temperaturas altas.

  Temperatura, ventilación & aislamiento  

Previamente a la llegada de los animales es necesario tener una curva de temperatura y ventilación, para controlar el factor ambiental.

A la llegada de los animales recomiendo que la temperatura deseada se establezca en 26ºC, siempre que se tenga un sistema de calefacción en el suelo (manta térmica o suelo radiante). Se deberá ajustar la ventilación mínima en función de la potencia del extractor de aire y la capacidad de la sala. En mi experiencia, es necesario tener una sala bien aislada, es algo fundamental, ya que nos va a permitir ventilar de forma correcta sin perder temperatura.

También me gustaría remarcar la importancia que tiene un buen aislamiento en cuanto a ahorro económico en calefacción, ya que al casi no perder temperatura por las paredes y techo, el gasto necesario para calentar la sala se reduce considerablemente. Por eso recomiendo aislar todas las superficies en contacto con el exterior.

 

Llegada de los lechones: “manos a la obra”

Una vez que nuestra sala esta lista para recibir a sus “inquilinos”, será el momento de llenarla.

  Comprobación preliminar  

Se debe comprobar que todos los bebederos y comederos funcionan correctamente, así como los sistemas de ventilación.

  Administración del pienso lacto-iniciador  

Se deben llenar las tolvas intentando calcular la cantidad que pueden comer en un día. Esto es importante ya que el pienso “Lacto-iniciador” es un alimento muy caro, y los fabricantes no están influenciados por el valor económico del mismo.

Lo que se busca es una mezcla de aromas y sabores que atraigan a los lechones para iniciar la ingesta lo antes posible. Por eso, se debe poner en poca cantidad en la tolva, ya que cuanto más prolonguemos su exposición al ambiente, mayor será la pérdida de sus propiedades.

  Triaje  

Una vez que los lechones han entrado en la sala será momento de su “tría”, es decir, separarlos por tamaños. Una buena tría siempre debe hacerse sacando los animales más grandes en primer lugar, quedando finalmente los animales más pequeños.

Se deben agrupar los lechones más débiles y de menor tamaño en los corrales de “enfermería”. Estos deben estar siempre en la zona más cálida de la sala, que normalmente es el centro, y tener una densidad menor que el resto de corrales.

Uno de los elementos clave para triar con éxito es dejar corrales libres para ir separando los lechones “recuperados” de las enfermerías, es decir, los animales que recuperen condición corporal y dejen de mostrar signos de debilidad. Esto nos permitirá tener siempre controlados a los animales más débiles y, a su vez, que no tengan que pugnar por el alimento o el agua con animales más fuertes y sanos.

 Vacunas  

Con los animales triados se deben poner las vacunas pertinentes, agrupando así el estrés en un periodo de tiempo reducido. Esta agrupación del estrés es importante para que, cuanto antes, los lechones “espabilen” y comiencen a ingerir alimento.

  Iniciación de Pienso  

Cuando tengamos los animales “triados” y vacunados, es el momento de iniciarlos a su nuevo alimento, el pienso. Aunque en la tolva siempre tendrán pienso a disposición es necesaria la realización de “papillas” en los platos de arranque. Son sencillas y muy efectivas, basta con mezclar “Lacto-iniciador” con agua y un rehidratante. Es recomendable hacerlas más acuosas en las enfermerías y algo más sólidas en el resto de corrales. En mi opinión, es la mejor manera de incentivar la ingesta de los lechones.

Un patrón podría ser suministrarlas 3 días en todos los platos, y ampliarlas a 1 semana en las enfermerías.

 

Resto de la crianza: “quien bien empieza bien acaba”

Durante el resto de la crianza el trabajo será más rutinario, aunque no menos importante.

En muchas granjas vamos a encontrar tolvas dobles, pero yo siempre recomiendo, vistos los resultados, que las tolvas sean compartidas por animales de tamaño similar.

Podremos aumentar la cantidad de pienso iniciador en las tolvas que alimentan animales pequeños y adelantar el “Starter” en las tolvas compartidas por animales de mayor tamaño.

Conseguiremos igualar lo máximo posible el tamaño de nuestros animales.

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