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Alternativas a la castración de lechones parte 1 de 2: Problemas

Debido a que los cerdos machos castrados convierten el alimento en carne de manera menos eficiente que los machos enteros, son menos eficientes en cuanto a la utilización de recursos.

Además, la castración quirúrgica sin analgesia es dolorosa para el lechón. Por eso existe un consenso cada vez mayor, al menos en Europa occidental, de que debería abandonarse.

Actualmente existen tres alternativas posibles:

  • Castración quirúrgica con alivio del dolor
  • Inmunocastración, también conocida como vacunación contra el olor a verraco
  • Crianza de machos enteros.

El uso de anestesia y/o analgesia durante la castración quirúrgica previene el dolor del lechón.

Aún así, esto puede considerarse solo como una solución intermedia a corto plazo porque aún es adverso para la integridad animal, aún es ineficiente en recursos y agrega costos.

Por estas razones, la castración quirúrgica con alivio del dolor no es sostenible a largo plazo en la producción convencional, incluso si pudiera ser una solución para algunos sistemas de producción que apuntan a productos de muy alta calidad.

Los artículos de revisión presentados en este número especial se centran en las dos alternativas restantes:

Este documento ha sido elaborado en el marco de la acción de costes CA15215 “IPEMA” (Enfoques innovadores en la producción porcina con machos enteros).

El presente artículo proporciona un resumen rápido de los problemas que plantean las posibles alternativas a la castración de lechones (producción de machos completos e inmunocastración), las soluciones que se pueden implementar ahora y el conocimiento que aún falta o acciones que aún deben desarrollarse más.

La producción de machos enteros plantea problemas de bienestar y calidad de la carne

Los machos enteros tienden a ser más agresivos y exhiben un comportamiento de monta, que puede ser perjudicial para sus compañeros de corral.

Debido a que los machos enteros son más inquietos que los castrados, algunos de los granjeros que intentan detener la castración enfrentan dificultades para criarlos.

El segundo aspecto importante es el olor a verraco, un olor desagradable y un sabor que se puede percibir en la carne de algunos cerdos machos enteros.

Dos compuestos principales se consideran responsables del olor a verraco: la androstenona, que es un esteroide testicular con olor similar a la orina, y el escatol, un producto de la descomposición del aminoácido triptófano en el intestino posterior, con un olor similar al de las heces.

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