El negocio de la porcinocultura se ha convertido en una industria muy competitiva generando grandes retos para las explotaciones.
El flujo comercial actual está vinculado a la condición sanitaria de las explotaciones y por tanto debemos mantener activos sistemas que nos aseguren la bioseguridad de la explotación.
Por consiguiente, los controles sanitarios, así como la estricta aplicación de las medidas de bioseguridad, son componentes fundamentales en la prevención, control y erradicación de enfermedades.
Los análisis que vamos efectuando en las explotaciones nos demuestran que los perfiles serológicos varían sustancialmente entre individuos y explotaciones.
Todos los veterinarios que trabajamos en ellas tenemos claro qué controles sanitarios tenemos que hacer en nuestras explotaciones pero desconocemos el criterio que tiene el veterinario de las explotaciones colindantes a las nuestras.
Nos esforzamos en gestionar el movimiento de nuestros animales en función de nuestras analíticas y muchas veces estamos a expensas del movimiento de las empresas que conviven en nuestra zona y viceversa.
Para hacer un buen control sanitario son necesarias una serie de analíticas al año de cada una de las explotaciones.
Sería muy interesante unificar el criterio entre empresas, por lo menos para las enfermedades que más nos pueden condicionar tanto sanitaria como económicamente, ya que no olvidemos que muchas de las enfermedades con las que convivimos representan una gran pérdida económica para la empresa como por ejemplo PRRS, DEV, etc.
Una buena coordinación e interpretación de esas analíticas nos podrían ayudar a controlar y mejorar la bioseguridad y sanidad de todas nuestras explotaciones independientemente de la empresa en la que trabajemos.
Afortunadamente en nuestro sector contamos con grandes profesionales con una amplia experiencia que podrían generar una información muy útil a nivel no sólo local, sino también nacional.
Recientemente ya conocimos un proyecto de trabajo llevado a cabo en la zona de Aragón con un resultado extraordinario en el control de la enfermedad del PRRS.
Ha supuesto un gran esfuerzo humano a la hora de concienciar a las personas que dirigen y trabajan en las empresas pero los resultados son muy alentadores.
Si esto se pudiera extrapolar a nivel nacional, sería un proyecto muy ambicioso en el que participarían todos los veterinarios del sector trabajando de una manera coordinada y lo más importante, manejando una información muy valiosa para ejercer mejor nuestros respectivos trabajos.