El avance de la peste porcina africana es una de las mayores preocupaciones actuales del sector porcino. ¿Cuál es la propuesta de IGE incineradores para potenciar la bioseguridad de las explotaciones porcinas y proteger a sus animales?
Actualmente, se está trabajando con un sistema de gestión de cadáveres a través de seguros de retirada con camiones que van pasando de granja en granja con los consiguientes fallos en bioseguridad que ello conlleva.
Nosotros trabajamos con el líder mundial en incineración, AddField Environmental Systems -una empresa con 35 años de experiencia en la fabricación de incineradores-, para ofrecer un sistema homologado, certificado y autorizado que ofrece una Bioseguridad 100% vertical en su granja.
La bioseguridad en las explotaciones porcinas se ha convertido en una prioridad y se ha constatado que los camiones de recogida de cadáveres pueden ser una verdadera fuente de propagación de patógenos. Por ello, cada vez son más los productores que optan por un sistema de incineración in situ para la gestión de la mortalidad en sus granjas. ¿Qué es la incineración in situ y por qué cada vez tiene más adeptos?
AUTOSUFICIENCIA
Actualmente, las granjas tienden a la autosuficiencia y un ejemplo de ello es la incineración in situ como alternativa para la gestión de cadáveres que, tradicionalmente, se ha realizado por medio de camiones de recogida.
MATRIZ ESPECIALIZADA
CERTIFICACIÓN
Háblenos sobre el proceso de incineración
Para llevar a cabo la incineración se introducen los cadáveres en el incinerador a través de un sistema de carga mecánica y se cierra la tapa superior, que está fabricada en acero y fibras refractarias muy ligeras con unos contrapesos en la parte posterior y un sistema de seguridad mediante palomillas.
La incineración se produce a una velocidad de < 50 kg/h (Baja Capacidad), por lo que, en base a la cantidad de residuos a incinerar, se programa la duración del proceso (teniendo en cuenta que debe haber 15-20 minutos adicionales de precalentamiento) a través de una sencilla pantalla táctil y el equipo se pone en marcha.
Finalmente, una vez que ha pasado el periodo de incineración, un sistema de inyección de aire a través de ventiladores integrados procede a la refrigeración de la cámara de combustión.
¿Existen diferentes modelos de incinerador según el tamaño de la explotación? ¿Cuáles son las claves para elegir el modelo más adecuado?
Nuestros incineradores se dimensionan en función de las particularidades de cada cliente, por lo que a la hora de recomendar un incinerador siempre hacemos una valoración en conjunto de las circunstancias específicas de la granja:
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De forma general, tenemos 6 modelos de incinerador que están específicamente diseñados para el sector porcino:
Teniendo en cuenta que existen estos modelos, a la hora de elegir siempre debemos tener en cuenta:
¿Qué ocurre con los residuos de la incineración?
Como resultado de la incineración, se obtiene de media un 1-3% de residuos en forma de cenizas.
Hay Comunidades Autónomas que están autorizando el uso de estas cenizas como abono dentro de la misma explotación, contribuyendo así a la economía circular de la zona. Este abono tiene una gran calidad.
En el caso de las Comunidades donde no está autorizada esta práctica, al dar de alta al incinerador en el Departamento de Medio Ambiente, la ceniza obtenida tendrá un código LER (Listado Europeo de Residuos) y se le asigna un gestor de residuos que se encargará de la recogida y gestión de estas cenizas.
¿Ofrecen ustedes asistencia o asesoramiento a la hora de realizar los trámites necesarios para la instalación de un incinerador?
A la hora de realizar los trámites administrativos los ganaderos pasan a gestionar sus propios residuos, lo que implica una modificación de la licencia de actividad de inicio en el Ayuntamiento y una modificación no sustancial en Medio Ambiente y Ganadería (AAI/AAU).
¿Qué nos puede contar sobre los combustibles utilizados por sus equipos de incineración?
Estos incineradores destacan por su eficiencia en el consumo de combustible (diésel, propano o gas natural) que, en algunos casos, permiten un ahorro de hasta el 40%.