A la hora de realizar un correcto control ambiental se deben tener en cuenta los principales parámetros ambientales, así como los aspectos de las instalaciones que puedan afectar a la ventilación.
Partiendo de estos datos seremos capaces de conocer la situación ambiental dentro de la sala en un momento determinado, pudiendo extrapolar la información a una situación de máxima y mínima ventilación, es decir, en verano e invierno.
¿QUÉ SE DEBERÍA AUDITAR EN UNA GRANJA PORCINA?
ORIENTACIÓN Y UBICACIÓN
La orientación y ubicación de las naves es fundamental, especialmente en aquellas explotaciones donde la ventilación sea natural.
PARÁMETROS AMBIENTALES
Temperatura
Humedad relativa
CO₂ y NH3
Para conocer los parámetros ambientales de la sala se debe realizar una serie de mediciones en función de su tamaño.
Conocer el rango de temperatura óptima que necesitan los animales es fundamental para garantizar un confort ambiental óptimo. En la Figura 1 se representa gráficamente [registrados]el rango de termoneutralidad en función del peso de los cerdos.
La concentración de CO₂ es un importante indicador para evaluar la calidad de la ventilación.
Niveles en torno a los 2.000 – 2.250 ppm de CO₂ supondrían que el nivel de ventilación es correcto.
CO₂
En verano, generalmente se encuentran en bajas concentraciones debido a la alta renovación de aire que se produce en las salas.
En cambio, estos niveles de CO₂ serán más altos cuando se trabaje en condiciones de ventilación mininas mal reguladas.
NH3
El amoniaco (NH3) es el principal gas irritante y el que más afecta a la mucosa respiratoria.
De hecho, a partir de los 20 – 25 ppm, aumenta considerablemente el porcentaje de problemas respiratorios.
VENTILACIÓN
Necesidades de ventilación
Velocidad y dirección del aire de entrada
La velocidad y dirección del aire son aspectos fundamentales para conseguir un adecuado bienestar animal.
El diseño de las ventanas determinará que haya una correcta uniformidad ambiental en toda la sala y evitará las corrientes de aire sobre los animales.
En la Imagen 1Ase observa cómo la orientación y velocidad del aire de entrada no es correcta, dado que la masa de aire entrante cae directamente sobre los corrales de maternidad.
En cambio, en la Imagen 1B se observa que al trabajar con ventanas automáticas y regulables se consigue una orientación y velocidad del aire de entrada correctas.
Corrientes de aire
Las corrientes de aire sobre los animales pueden aparecer por diversas razones:
Niveles de ventilación elevados
Mala orientación del aire de entrada
Exposición de las vigas de la cubierta
Poco volumen de aire por animal
Mal manejo del sistema de ventilación
La existencia de corrientes de aire puede conducir a diversos problemas sanitarios (principalmente diarreas) o de comportamiento en los animales (caudofagia, mordeduras de orejas y flancos).
En la Imagen 2 se puede apreciar cómo un mal diseño de las ventanas de entrada y de la cubierta de la sala pueden provocar que el aire de entrada caiga directamente sobre los animales.
DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA
En el siguiente ejemplo, se muestra cómo, conociendo los principales parámetros ambientales, se puede hace una estimación teórica de las necesidades específicas para un determinado tipo de sala/nave:
Las necesidades teóricas de ventilación varían según la temperatura que deseemos en el interior.
En el caso de una granja situada en la provincia de Sevilla, teniendo en cuenta que la temperatura exterior era 29ºC, era difícil llegar a los 25ºC o 21ºC deseados en ese momento.
Como se puede observar en la Tabla 2, el caudal de entrada de aire por las ventanas no llegaba a las necesidades teóricas mínimas para alcanzar, al menos, los 25ºC.
La única forma de reducir la temperatura en la sala era a través de la refrigeración dado que la ventilación puede bajar la temperatura hasta un límite.
Por tanto, es necesario prestar atención al manejo del ordenador (temperatura deseada) y aproximarlo a una situación que sea viable.
Nunca se llegaría a una temperatura de 21ºC o 25ºC solamente con la ventilación porque ya se había alcanzado el límite máximo (el ventilador funcionaba al 100% y extraía 5.130 m3/h).
En cambio, trabajando con aire refrigerado (situación externa de 24ºC en vez de los 29ºC) se reducían los m3 de aire necesarios para lograr una situación óptima para las cerdas.
Gracias a este ajuste, sería posible alcanzar una temperatura <25ºC en la sala, ya que el caudal máximo de ventilación superaría a las necesidades de ventilación para 25ºC (260 m3/h y 128 m3/h).
DISEÑO DE LA NAVE
A través de una serie de valores, se puede conocer si la infraestructura de la nave permitirá una correcta ventilación:
Volumen de aire por animal
Distancia de flujo
Espacio de flujo
Exposición de vigas de la cubierta
El aire que entra en la sala debe evitar contactar con cualquier tipo de elemento si se quiere conseguir una correcta homogeneidad ambiental.
La Imagen 3 muestra una correcta entrada de aire en una situación de ventilación máxima, entrando el aire en la sala sin contactar con las vigas de la cubierta ni con los animales.
DENSIDADES DE LOS CORRALES
Se debe respetar la legislación vigente en cuanto a densidades en las salas de destete y naves de engorde.
NIVEL DE AISLAMIENTO
Determinar de forma teórica la eficiencia de aislamiento es bastante complejo, pero una forma bastante rápida y cómoda de poder valorarlo es a través de la termografía.
Los puntos que se tienen en cuenta para la valoración son:
Eficacia del aislamiento
Homogeneidad térmica
Puentes térmicos
Entradas parásitas de aire
Valorando estos aspectos, seremos capaces de determinar si los animales están en una situación de confort ambiental. En caso contrario, se conocerá cuál es el punto de cambio y mejora.
Además de valorar el estado de aislamiento, la termografía puede ser útil para determinar de una forma más directa la temperatura de los animales.
Ante la actual situación de desmedicalización, es necesario mejorar la situación ambiental en las explotaciones para lograr una menor incidencia de patologías y maximizar la producción. Para ello, deberemos tener localizados los fallos de instalación o manejo.
La ventilación debe pasar lo más desapercibida posible.
El nivel de refrigeración determinará las necesidades de ventilación y la probabilidad de que se produzcan corrientes de aire sobre los lechones.
El mantenimiento de los sistemas de ventilación es fundamental para lograr un adecuado control ambiental.