En el caso del cerdo criado en intensivo, estas opciones se reducen notablemente. Al no poder sudar, puesto que tienen muy pocas glándulas sudoríparas, nuestros cerdos eliminan la mayor parte del calor sobrante por espiración (jadeo). Pero este mecanismo resulta útil hasta cierto punto.
Si pensamos en pequeño, es decir, a nivel microscópico, lo que estamos haciendo cuando jadeamos es eliminar agua en forma de vapor, y con ella, el calor sobrante.
Pero menos obvias son las otras consecuencias fisiológicas que acompañan a dicho efecto:
- Reducción de la excreción de agua por parte de los riñones
- Disminución del rendimiento del animal y de la respuesta cardiaca
- Pérdida de peso
- Dificultad para termoregular
- Desequilibrio en los electrolitos
- Pérdida del equilibro ácido-base
Ante esto, el cerdo intenta compensar reduciendo su producción de calor endógeno, que se traduce en menor ingesta de alimento.Por lo tanto, la consecuencia económica más grave que nos encontramos es la pérdida de condición de los animales (tanto en engorde como en cerdas).
Es aquella en la que los animales empiezan a desarrollar mecanismos (jadeo) en su cuerpo para compensar dicho aumento de temperatura y así mantenerse en condiciones de homeotermia.
Temperatura Crítica Superior (TCS)
Es aquella en la que el cerdo desarrolla mecanismos más complejos, como la reducción del consumo de pienso.
Vemos pues que las altas temperaturas no solo conducen a la deshidratación, si no también a una serie de cambios a nivel del organismo de los animales que pueden acarrear problemas económicos (principalmente la disminución de la ingesta de alimento).
Consecuencias de la disminución de la ingesta de alimentos:
La pérdida de condición corporal puede darnos baja prolificidad y una mala lactación, y el coste de recuperar dicha condición corporal en una cerda delgada es tremendamente alto.
Puede alargar la crianza muchos días, lo que puede perjudicarnos claramente en el Índice de Conversión.
Hará falta rehidratar al animal adecuadamente. Para ello, no hay que olvidar que la hidratación contiene dos factores fundamentales:
- Agua
- Electrolitos
Si, además, queremos ayudar a la correcta rehidratación celular, protegiendo la osmolaridad normal del organismo, deberemos usar un osmorregulador.
La betaína (o trimetilglicina) es un nutriente natural que puede suponer una gran ayuda para disminuir los efectos del estrés por calor.
De esta forma nos ayuda a afrontar riesgos que producen desequilibrios en el organismo de los animales.
- La integridad intestinal
- El rendimiento productivo del animal
- La calidad de la canal
La betaína influye sobre las hormonas que regulan el crecimiento, fomentando la formación de proteínas y favoreciendo la metabolización de las grasas. Además, puede disminuir la excreción de compuestos nitrogenados.
Swine Bluelite contiene betaína como principal ingrediente activo.
Se trata de un rehidratante especie específico, que sirve para recuperar el equilibrio hídrico y aportar energía a los cerdos.
Sus acciones principales son:
Acidificante
Gracias a un ácido débil tiene un gran poder para disminuir el pH del agua de bebida.
Rehidratante
Gracias a los electrolitos que contiene, específicamente diseñados para cerdos, ayuda a una rehidratación completa.
Probiótico
Contiene Bacillus liqueniformis y Bacillus subtilis vivos que ayudan a una rápida recuperación de la flora intestinal.
Energizante
También contiene azúcares para darle al animal la energía extra que no está ingiriendo vía pienso.
Su formato en polvo lo hace ideal para un uso rápido y sencillo en granjas, ya que está listo para su utilización. Es apto para entradas, transportes, rehidratación en procesos intestinales, estrés por calor, periodos de estrés por múltiples causas y ayuda en el mantenimiento de la lactación.
En muchas zonas de la península, ante las altas temperaturas, podemos encontrarnos con una situación crítica.
Swine Bluelite puede ayudar a pasar ese mal trago de una forma rápida y natural.