En la actualidad, el uso de energías renovables es de trascendente importancia para poder afrontar retos críticos a nivel mundial, como por ejemplo el cambio climático y el calentamiento global en un contexto de escasez energética y en el que los precios de combustibles fósiles han incrementado considerablemente. En este sentido, una de las energías renovables es el biogás, el que es un gas que procede de la biodegradación de una gran variedad de residuos orgánicos entre los que se encuentran lodos de aguas residuales, fracción orgánica de residuos municipales o estiércol, entre otros.
Durante los últimos años en Europa, la producción de biogás a través de la gestión anaerobia está experimentando un crecimiento exponencial. En este sentido, como puede ser producido localmente, permite tratar residuos orgánicos, generar energía limpia, y además favorece el desarrollo sostenible o la acción por el clima. El subproducto de la digestión anaerobia es el lodo digerido o digestato. Ante este escenario, se pone en marcha el proyecto FertiLab, que tiene el objetivo de dar una segunda vida al digestato convirtiéndolo en productos de valor añadido y de gran interés para la agricultura sostenible.
Estos productos de valor añadido son tres, que son los siguientes:
- Fertilizantes minerales enriquecidos con nutrientes de los lodos.
- Biopesticidas mediante una fermentación en sólido en la que se inoculan cepas específicas para producir una enmienda orgánica con propiedades pesticidas.
- Bioestimulantes, a partir de la misma fermentación, pero en este caso utilizando cepas que producen un gran número de bioproductos específicos que mejoran las propiedades de la enmienda.
El proyecto propone cambiar el escenario actual de agricultura intensiva por estrategias más locales, en las que se cierran ciclos de nutrientes y utilizan enmiendas orgánicas en sustitución de productos químicos de alto impacto ambiental, como los fertilizantes minerales y pesticidas químicos.
Por último, FertiLab evaluará el posible uso y aplicación de los bioproductos obtenidos, fomentará su comercialización y la aceptación en el mercado de nuevos ingredientes agrícolas de base biológica. Además, se aplicará el concepto de “Living Lab” para tratar la fertilización sostenible.