El ambiente climático es uno de los principales factores limitantes para la eficiencia productiva en la industria porcina, especialmente cuando la temperatura ambiente está por encima de la zona de confort térmico. alimentación
La mayor parte de la producción porcina global se lleva a cabo en sistemas de producción porcina abiertos, en los cuales la variación de temperatura y humedad relativa sobrepasan las condiciones de confort en que los cerdos pueden expresar su potencial productivo [1].
En lo que respecta a LATAM al presentar numerosas regiones agroecológicas, propicia que la porcicultura se desarrolle bajo diferentes condiciones climáticas que, en su mayoría, se encuentran fuera del rango de confort térmico para los animales .
Ello es relevante, puesto que, el estrés térmico, principalmente asociado con altas temperaturas, incrementa los costos de producción hasta en un 40%, incremento asociado por pérdidas de producción [2].
La reducción de la productividad de los cerdos debido a estrés por calor (EC) se relaciona principalmente con la reducción del nivel de alimentación como forma de reducir la producción de calor [3,4] lo cual propicia:
- Cambios en los patrones de alimentación que varían entre los 40 a 80 g/d por cada °C de incremento entre 20 y 30°C (Figura 1) [5].
- Disminución de índices productivos: menor eficiencia alimenticia, menor calidad de la canal (aumento de deposición de lípidos y disminución de acumulación de proteínas), bajo rendimiento de las cerdas y disminución de la eficiencia de las instalaciones, producto de cambios fisiológicos que sufre el cerdo con la finalidad de adaptarse al medio [4,6].
- Impacto sobre el bienestar animal [7]: Mayor incidencia de enfermedades lo cual propicia activación del sistema inmunológico, lo que resulta en mayor gasto energético y demanda de AA específicos [8].
Los cambios fisiológicos en cerdos bajo EC propician aumento del flujo de sangre periférica y disminución del flujo de sangre a órganos internos para promover la pérdida de calor corporal y reducir la producción de calor [6].
La reducción del flujo sanguíneo a órganos internos asociado con el EC disminuye el suministro de oxígeno y nutrientes al tracto gastrointestinal [9]. El menor consumo de alimento en cerdos en EC reduce el aporte de nutrientes al intestino delgado.
- La hipoxia y la deficiencia de nutrientes afecta el epitelio intestinal al reducir altura de las vellosidades intestinales [10,11] y producir cambios en proliferación celular y función de membrana [12].
- Dichas alteraciones disminuyen la capacidad de absorción de nutrientes y aumenta el desprendimiento de células epiteliales, lo que en combinación aumenta la pérdida intestinal endógena de aminoácidos (AA) [13].
Respecto a la digestibilidad de nutrientes, se ha reportado que, el EC en cerdos reduce la digestibilidad de nutrientes, incluidos AA [14].
- En relación con la disponibilidad de AA en sangre, en cerdos sometidos a EC, se observó menor concentración de arginina, leucina, lisina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina en la etapa de absorción (2.5 h post-alimentación). Mientras que post-absorción (10 h post-alimentación) la concentración de histidina y metionina fue mayor en cerdos en EC.
El EC afecta la capacidad de absorción de AA en intestino, y en consecuencia su disponibilidad en sangre para funciones metabólicas del organismo [16]. Dicho comportamiento respecto a la absorción de AA se potencializa en sistemas abiertos, puesto que, existen diferencias en la disponibilidad de AA de acuerdo con la hora del día asociadas con las variaciones de temperatura [17].
Tabla 1. Digestibilidades ileales aparentes (%) de proteína cruda y AA indispensables y prescindibles por cerdos expuestos a condiciones térmicas neutras o estrés por calor1 [16]
De acuerdo con lo antes descrito, la prioridad principal seria modificar el microambiente del animal para reducir el EC. Sin embargo, el costo de tecnologías de refrigeración suele ser demasiado elevado, y se encuentra fuera del alcance de productores de países en desarrollo, incluyendo LATAM.
Por otro lado, la selección genética para la tolerancia térmica es una estrategia potencial para mitigar los efectos del EC, pero esta es una solución a largo plazo y, por lo general, va acompañada de una productividad reducida durante condiciones térmicas neutras [18].
Motivo por el cual, la identificación de enfoques de gestión flexibles para disminuir inmediatamente la susceptibilidad al EC sin influir negativamente en rasgos productivos sería de gran valor para la porcicultura mundial.
La suplementación y la modificación de las dietas son herramientas fácilmente ajustables que podrían incidir de manera favorable [5].
Puesto que, las intervenciones nutricionales representan una oportunidad práctica, adaptable y rentable para mejorar los efectos negativos del EC y mejorar la productividad animal.
Entre las practicas típicas de manejo en la alimentación se destaca:
Formular considerando el efecto del EC alimentación
- Aumentando la grasa dietaría: La digestión, absorción y asimilación de grasas genera la menor cantidad de calor en comparación con otros nutrientes.
- Reducción de Fibra: Al fermentarse la fibra en el intestino grueso genera calor.
- Reducción de proteína: El exceso de proteína en la dieta se asocia con una mayor producción de calor,
Cabe destacar que dichas recomendaciones en la modulación de las dietas son en gran parte teóricas puesto que en la práctica se ha presentado variabilidad en el comportamiento productivo de los animales. Por lo tanto, se requiere de investigaciones sistemáticas que desafíen los dogmas con respecto a la formulación de la dieta para cerdos bajo EC.
Consideraciones
De acuerdo con lo antes descrito, la industria porcina se debe abocar en incrementar la eficiencia alimenticia de los animales a través de la implementación de formulación de precisión considerando los requerimientos de energía y nutrientes de acuerdo con el potencial genético y condiciones ambientales para la ganancia y metas establecidas. Ello permitirá que los animales utilicen la energía consumida de la manera más eficiente en sus procesos digestivos y metabólicos para transformarla en carne.