En los sistemas de producción en 3 fases, entendemos la FASE 2 como una fase de transición en la que debemos llevar a cabo todas las medidas necesarias para preparar al lechón con el objetivo de que éste desarrolle todo su potencial en la fase de cebo.
El destete supone uno de los desafíos más importantes en la vida del lechón. Ya no solo porque es separado de su madre, sino porque es sometido a diferentes cambios que hacen de esta fase una de las más estresantes en la vida del animal. Por ello, debemos contar con una visión clara de los protocolos de manejo para hacer de la FASE 2, una fase eficiente.
Figura 1. Factores que contribuyen al estrés en lechones
ENTRADA DE LECHONES
Ficha lechonera
Cada lote/entrada dispondrá de una ficha donde se anotará:
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También se deberán anotar las bajas, fecha y tratamientos vía agua, en el caso de que se hagan.
Clasificación de lechones
A la entrada, es de vital importancia la clasificación de los lechones según su rango de peso, ya que la heterogeneidad dentro de una cuadra siempre perjudicará al más débil o con menor peso. Con ello conseguiremos una homogeneidad de crecimiento en la cuadra y evitaremos una penalización en los parámetros técnicos.
La clasificación de lechones es una premisa básica para una buena iniciación a la alimentación. Se deben separar los lechones por sexos, a ser posible por módulos, facilitando con ello su salida a la hora de la carga.
MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN
1.- Lacto-iniciador
El manejo del primer pienso que recibe el lechón, el lacto-iniciador, es esencial.
Es un pienso rico en aromas y sabores destinado a iniciar el animal en el consumo de alimento seco lo antes posible. Debe ser de alta digestibilidad y palatabilidad para el correcto desarrollo de las microvellosidades intestinales.
La aportación de este primer pienso no debe ser superior a 0,5 kg/animal
Hay que tener en cuenta que los animales con bajo peso al destete deben tomar más cantidad de este pienso ya que no podemos tratar a todos los lechones por igual.
Con el fin de estimular el apetito y el consumo por parte de los animales, debemos aportar el lacto-iniciador en pequeñas cantidades y varias veces al día; de esta forma evitamos que sobre pienso, ya que un pienso inerte, sin olor ni sabor, provocaría la disminución del consumo.
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- Lo ideal es utilizar platos sin cono, de forma que los animales se vean y se enseñen a comer unos a otros, haciendo inicialmente: 4 aportes/día, y luego reducir a 2 aportes/día.
- Siempre que haya un buen manejo por parte del técnico encargado, se recomienda administrar lacto-iniciador en plato y pre-starter en tolva de forma que el lechón coma un tipo u otro según sus necesidades.
2.- Pre-Starter
Debemos preparar al lechón para el cambio de un pienso a otro y reducir el estrés distribuyendo este tipo de pienso tanto en tolva como en los platos.
El objetivo de este tipo de pienso son 3 kg/animal
En el caso de que el “choice feeding” no sea posible, empezaremos a mezclar el pienso pre-starter con el lacto-iniciador un día y medio antes de que los lechones pasen por completo al pre-starter.
Debemos utilizar el plato durante 15 días y, si no es posible, al menos durante la primera semana.
- Dejar el plato en la cuadra hasta el día 15 favorece el crecimiento y arranque de los lechones, pero deben estar bien atendidos y con pienso.
- El plato siempre debe colocarse en el centro de la cuadra, con el fin de aprovechar toda la circunferencia del mismo y no perder ni espacio ni hueco de comedero.
3.- Starter
Se trata del último pienso de esta fase con materias primas de calidad y digestibles, de manera que no se altere la microbiota intestinal.
El animal consume en torno a los 16-17 kg de pienso hasta que llegue a la fase 3 pesando alrededor de 20 kg.
El pienso starter se debe proporcionar ad-libitum en tolva
Se recomienda que las salas de transición estén equipadas con un espacio de comederos que permita dar de comer al menos a la mitad de la capacidad de la cuadra.
Cálculo espacio mínimo de comedero para un lechón (Baxter 1989). W= Anchura de los hombros del cerdo (mm) BW = Peso vivo (kg)
BIOSEGURIDAD
La bioseguridad es el elemento clave en el desarrollo productivo como base de trabajo para el futuro inmediato.
El objetivo es reducir la introducción y transmisión de microorganismos patógenos, causantes de problemas sanitarios.
La percepción del riesgo, la aplicación de recursos disponibles y la identificación de los puntos críticos, depende de las personas y su nivel de formación en esta materia.
Puntos críticos
La entrada de microorganismos patógenos en transición puede producirse a través de animales e insectos, vehículos, cadáveres o desechos, pienso, agua o por fenómenos atmosféricos como el viento.
- Material Veterinario: El uso de agujas y jeringuillas por módulo o por semanas también es un factor que potencia la bioseguridad dentro de una lechonera.
- Muelles de carga:
- El transportista no debe deambular por la lechonera, debiendo limitar sus movimientos a la zona de carga y descarga.
- El personal de la lechonera no debe entrar en el camión.
- El muelle de carga debe contar con medidas de seguridad que impidan la vuelta de los animales en la carga o la descarga.
- Al finalizar las operaciones de carga o descarga, el muelle debe ser limpiado y desinfectado, y se debe añadir material secante (cal muerta).
- Igualmente debe limpiarse y desinfectarse el material utilizado, así como la ruta de los animales.
- Contenedores de cadáveres:
- Los contenedores de cadáveres deben ubicarse lo más lejos posible de la lechonera y a ser posible, fuera del cercado de la misma.
- El transporte de recogida de cadáveres nunca podrá entrar en el recinto.
Limpieza y desinfección
Al finalizar el periodo de estancia en lechonera de los animales se debe proceder a la correcta limpieza y desinfección de las instalaciones. Esto incluye:
- Limpieza:
- Desconectar ventilación.
- Aplicar espuma detergente de alta calidad en la dosis y tiempo establecido en la ficha del producto.
- Limpiar transcurrido este tiempo con agua a presión.
- Aclarar con baja presión y alto caudal.
- Dejar secar para la posterior desinfección.
- Desinfección:
- En caso de salas húmedas, utilizar desinfectantes oxidantes (peróxidos), mientras que para salas secas aplicar desinfectantes no oxidantes (aldehídos o amonios cuaternarios).
- Permitir actuar a la dosis y tiempo establecido en la ficha del producto.
- Dejar secar antes de introducir animales.
El control de la calidad bacteriológica y físico-química del agua es fundamental para el correcto desarrollo de los lechones.
Anualmente, se deben hacer como mínimo dos controles bacteriológicos y uno físico-químico.
Cuadras lazareto
Las cuadras lazareto son destinadas a animales que necesiten un cuidado especial. Se deben situar en el centro de la nave donde la temperatura es mayor y su manejo más fácil. Se deben destinar dos cuadras a tal fin.
Destinaremos una cuadra lazareto a los lechones más débiles, y otra a los lechones que se han recuperado de la fase anterior.
Cuando estos lechones se sitúen al nivel de sus compañeros, deben ser recolocados en las cuadras con el fin de dejar espacio libre. Es esencial un correcto manejo en estos dos tipos de cuadras.
Ambiente y densidad
- Temperatura: Recepción de lechones entre 28-30oC. Y después ir reduciendo cada semana 1ºC hasta llegar a un mínimo de 22-23oC.
- Humedad ambiental: 50-60%
- Velocidad del aire: 0,15 m/seg
- Densidad: 0,25 m2
Papillas
El uso de papillas es de gran ayuda en aquellos lechones que se encuentran más retrasados y cuyo arranque ha sido peor (inadaptados), ya que disminuye el grado de atrofia de las microvellosidades intestinales.
La papilla se debe hacer siguiendo una serie de especificaciones:
- Utilizar agua tibia: dejar varios cubos la noche de antes en el interior de la nave es método sencillo y fácil para que la papilla esté a la Tº adecuada.
- Dar 2 a 4 tomas en pequeñas cantidades, y después administrar pienso en seco para no acostumbrar al animal a la dieta líquida.
- El tiempo de permanencia de la papilla en el plato no debe ser superior a los 30min, debiéndose retirar el sobrante.
CONCLUSIÓN
En la FASE 2 (transición) debemos preparar al lechón para que desarrolle todo su potencial en la fase de cebo.
Se debe trabajar por semanas de destete y siempre con un flujo de “todo hacia adelante”.
Los flujos semanales no deben ser inferiores a 1.000 lechones, con el fin de llenar los cebos en el menor tiempo posible.
La separación de machos y hembras en transición cada vez debe tomar mayor entidad, ya que son dos productos distintos y así lo demanda el matadero.
De esta forma podremos tener transiciones completas de animales del mismo sexo, lo que nos facilitará el llenado de cebos de machos y hembras por separado, desarrollando un plan de alimentación diferente según el sexo.
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