Este problema, se asocia con una mayor mortalidad antes del destete, tasas de crecimiento pobres y variación en el peso al destete.
Varios estudios demuestran que la principal causa de mortalidad perinatal de los lechones es el aplastamiento, pese a la creencia popular, que lo atribuye a la diarrea.
Pero como suele pasar en biología, todos los hechos están correlacionados y no suele haber uno sin otro.
Esto lo podemos hacer con un lote y nos permite visualizar claramente dónde tenemos el problema, no dónde creemos que tenemos el problema.
Según varios estudios, y concordando con mi propia experiencia, la mayoría de las veces la mortalidad se concentra durante la primera semana de vida y las principales causas siempre son las mismas.
Si al hacer el ejercicio de seguimiento de bajas obtenemos resultados parecidos a estos, antes de empezar a medicar lechones lo que deberíamos hacer es revisar el manejo de las madres y lechones durante las primeras horas de vida, donde los aspectos fundamentales serían:
Una vez repasado y corregido el manejo, podemos concentrarnos en la diarrea de origen infeccioso. Los principales agentes causantes son por todos conocidos y en muchas ocasiones podemos encontrar incluso a varios de ellos.
Cerdas en decúbito esternal, que no muestran la ubre al lechón y no tienen el comportamiento maternal habitual son indicativos de malestar (mamitis subclínicas, retenciones de placenta o sencillamente dolor postparto).
Por otra parte, también nos será útil para poder elegir el antibiótico adecuado en función de la sensibilidad detectada en el antibiograma.
DIARREAS VÍRICAS:
Es frecuente durante la primera semana de vida. Observamos una diarrea profusa, blanquecina, acompañada en muchos casos de vómitos y deshidratación.
El virus se disemina entre cerdos por vía oro-fecal, es ingerido y llega al intestino delgado, invadiendo el epitelio intestinal y destruyendo las células y las vellosidades (en la necropsia se observa contenido blanquecino-amarillento y paredes intestinales casi transparentes).
Se ve afectada la absorción intestinal, provoca una rápida deshidratación y, aunque la mortalidad suele ser baja, es superior en animales pequeños y débiles.
Suele afectar más a camadas de madres primerizas porque no están inmunizadas.
Existen vacunas para las madres.
En estos casos es muy importante el manejo, limpieza y desinfección, todo dentro-todo fuera, no realizar igualaciones y adopciones con lechones con diarrea, asegurándonos de la salud de la ubre ya que los lechones durante 24h, durante la fase aguda, dejan de mamar pudiendo inducir mamitis subclínicas.
Existen también terapias de soporte que nos pueden ayudar, como el uso de probióticos, ya sea en forma de polvo o yogurt, pero según mi experiencia estos solo sirven cuando actuamos con mucha rapidez en cuanto empieza la diarrea. Si el proceso ya está en fase crítica y con toda la camada enferma, es difícil parar la dinámica.
CORONAVIRUS
Provoca una enfermedad digestiva aguda, de rápida propagación y alta mortalidad. Esta alta mortalidad y la diarrea profusa son casi claro diagnóstico de Diarrea Epidémica Porcina (DEP).
En este caso, sí que se inocula el virus a todas las cerdas mediante feedback, para intentar homogeneizar la inmunidad de la granja lo antes posible.
DIARREAS BACTERIANAS:
Enfermedad causada por bacterias Gram + del genero Clostridium que ocasionan lesiones a través de la producción de exotoxinas.
Cl. perfringens tipo A y Cl. difficile provocan una diarrea amarilla acuosa abundante, en ocasiones sanguinolenta, deshidratación y pérdida de peso.
La clostridiasis se caracteriza por una morbilidad variable y alta mortalidad.
Enfermedad diarreica asociada a cepas de Escherichia coli, una bacteria bacilar flagelada, Gram –, beta hemolítica, que se caracteriza clínicamente por causar diarreas blanco-amarillentas, cremosas, alcalinas, que afectan a lechones desde las primeras horas de vida hasta varios días después del destete. Es muy característico observar la irritación del periné de los lechones.
Su presencia es más relevante en aquellas salas de parto con medidas higiénicas deficientes. Su aparición a las 24-48 horas del nacimiento de los lechones es debido a una falta de inmunidad calostral, ya sea cualitativa (escasa concentración de anticuerpos, por no haber tenido la cerda un contacto previo con la cepa potencialmente patógena) o cuantitativa (escasa ingesta de calostro en los primeros amamantamientos).
A la necropsia, observamos una enteritis catarral, con abundante líquido en la luz intestinal.
Los lechones afectados deben ser identificados y tratados rápidamente con antibióticos utilizando para ello la vía oral o la parenteral. Algunas cepas pueden presentar resistencia a determinados antibióticos por lo que es imprescindible realizar un antibiograma con las cepas de la explotación. En ningún caso debe hacerse un uso prolongado o dosificaciones inapropiadas.
Debemos tener un cuidado especial con las cerdas primerizas, sobre todo si la reposición es externa. Deben respetarse los tiempos de adaptación y cuarentena, así como la vacunación adecuada.
DIARREAS PARASITARIAS:
Causada por Isospora suis, es una diarrea que se caracteriza por su aparición en una fase más tardía que las anteriores, generalmente a partir de la semana de vida.
La infección se produce por ingestión de ooquistes presentes en las heces de la madre.
La diarrea es de color amarillento-grisáceo y de consistencia pastosa.
Su incidencia había disminuido mucho en los últimos años debido al uso de toltrazurilo de forma profiláctica en el momento del procesado. Ahora se observa un repunte de la casuística, especialmente en granjas con poca higiene o en aquellas que hace tiempo dejaron de realizar el tratamiento profiláctico.
Destacaríamos pues una serie de ideas fundamentales:
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