Un método de tratamiento que se usa cada vez más al aumentar el tamaño de la granja es la medicación vía agua. La medicación por esta vía es relativamente fácil y tiene grandes ventajas siempre que se lleve a cabo de manera adecuada.
En resumen, la medicación vía agua permite seguir las cuatro reglas principales del uso responsable de los antimicrobianos: tratar sólo a los animales afectados en el momento adecuado con el antimicrobiano correcto y con la posología indicada.
Para tener éxito con los medicamentos vía agua, se necesita:
Calidad del agua potable
El agua potable debe tener una buena calidad bacteriológica (recuento total de bacterias y el número de bacterias coliformes) y química. Es importante verificar la calidad del agua al menos dos veces al año. Se deben tomar muestras en diferentes puntos e incluir áreas de alto riesgo como los tanques de cabecera, la zona de enfermedad y el último bebedero en cualquier compartimiento.
Además de la calidad microbiológica, la dureza del agua y el pH son de importancia específica para los medicamentos para el agua, ya que tienen un impacto directo en la solubilidad y la estabilidad de los medicamentos.
Sistema de agua potable
Para garantizar un suministro suficiente de agua potable y una correcta administración de los medicamentos, el sistema de agua potable debe estar bien diseñado e instalado correctamente.
Algunos puntos clave a los que prestar atención:
Productos de calidad
- Para administrar medicamentos vía agua, se necesitan productos que se disuelvan bien y que sean estables en solución.
- Los medicamentos deben ser adecuados para su uso en agua con diferentes durezas y con capacidad de amortiguación.
- Deben alcanzar las concentraciones correctas a nivel del chupete para una rápida recuperación de los animales.
- También se reducirá el coste de mano de obra para preparar soluciones o limpiar chupetes obstruidos.
Sin lactosa
En el agua las bacterias siempre están presentes, sobre todo en niveles bajos. Sin embargo, pueden multiplicarse muy rápidamente cuando se agregan al agua productos con azúcares (por ejemplo, lactosa). Esto dará lugar al biofilm (Figura 1), un limo similar a la placa dental.
El biofilm puede obstruir los chupetes y puede contener patógenos. También los microorganismos en el biofilm pueden producir enzimas que degradan los antimicrobianos, lo que podría reducir la eficacia de un tratamiento.
Solubilidad
En sí mismos, algunos antimicrobianos (amoxicilina, trimetoprim) no se disuelven muy bien en el agua, pero esto puede mejorarse agregando tampones para crear el pH correcto (acidificantes o alcalinos).
Estabilidad
Una vez que el producto se disuelve, el ingrediente activo, por supuesto, debe permanecer activo durante un período de tiempo suficiente. Esto nuevamente depende del pH de la solución. Debido a que el pH puede cambiar con el tiempo debido a la exposición al oxígeno del aire, es importante tener suficiente capacidad amortiguadora en la solución.
Por ejemplo, cuando la capacidad de amortiguación es demasiado baja en soluciones de doxiciclina, el pH aumentará dentro de las 24 horas, lo que llevará a la sedimentación (Figura 2).
Balance optimo
Desafortunadamente, el pH requerido para la mejor solubilidad y la mejor estabilidad no siempre es el mismo (Figura 3). Por ejemplo, la solubilidad de la amoxicilina se puede aumentar significativamente al aumentar el pH, pero luego la estabilidad disminuirá. A un pH alto, la solución de amoxicilina permanecerá perfectamente transparente, pero el ingrediente activo desaparecerá completamente en cuestión de horas.
Uso práctico
Los medicamentos se pueden usar en agua con un pH entre 5 y 8 y una dureza de hasta 20 °dH. Deben ser capaces de generar y mantener el pH correcto para el ingrediente activo durante al menos 12 horas debido a los tampones incluidos. Esto garantiza la máxima eficacia con un mínimo de residuos.
Finalmente es importante calcular la dosis correctamente.
Para una correcta dosificación visite calculator.solustab.eu/es
CONCLUSIÓN
El % de éxito de los medicamentos vía agua es mucho mayor con agua de buena calidad, un sistema adecuado de agua potable y productos que tengan la formulación correcta.