Los daños causados por mordeduras de colas en los cerdos son tanto un problema de bienestar como un problema económico.
Esta problemática genera consecuencias negativas en el animal:
- Estrés y el dolor (Heinonen et al., 2010; Munsterhjelm et al., 2013),
- Disminución de la tasa de crecimiento (Sinisalo et al., 2012; Harley et al., 2014) y,
- Riesgo de infecciones que dan lugar a decomiso de las medias reses al momento de la faena (Huey, 1996; Valros et al., 2004; Kritas y Morrison, 2007).
Es debido a esto, que es de gran importancia considerar métodos preventivos. Se han investigado diversas prácticas para evitar o al menos, reducir la incidencia de caudofagia.
Entre ellas se pueden mencionar:
- Enriquecer el ambiente con elementos como paja, de manera de favorecer el comportamiento exploratorio natural de la especie porcina;
- Aumentar el espacio disponible por animal (Larsen et al., 2018);
- Elaborar estrategias que permitan detectar las mordeduras de la cola en una etapa temprana y, mediante intervenciones temporales, prevenir las mordeduras.
Enriquecimiento y espacio disponible
Por otro lado, se investigó el efecto de la inclusión de fibra en la dieta en el comportamiento de los cerdos. Se observó que los animales alimentados con la dieta con mayor proporción de fibra tenían comportamientos más dirigidos a la cola (P<0,05), contrariamente a lo que se esperaba. El estudio demostró que el simple aumento del nivel de fibra dietética con una provisión mínima de enriquecimiento no es suficiente para controlar las mordeduras de colas entre los cerdos sin corte de cola.
Comportamiento exploratorio y actividad
La exploración se considera un comportamiento necesario en el cerdo. Se ha sugerido que morderse la cola es un comportamiento exploratorio redirigido a las colas de los compañeros de corral (Taylor et al., 2010), que se producen debido a una frustración interna por la falta de enriquecimiento adecuado o la falta de otros recursos necesarios (acceso a alimento, etc)
Además, el aumento de la frustración interna también podría resultan en un aumento de la actividad (Statham et al., 2009). Se ha demostrado que la actividad de los cerdos sigue un patrón diurno con el nivel más alto durante la tarde (Andersen et al., 2008).
Se concluyó que tanto el nivel de actividad como la manipulación de objetos parecían estar relacionados con las continuas mordeduras de colas y que debían ser investigadas mediante observaciones más detalladas y durante un tiempo más largo para establecer el patrón de comportamiento normal de un corral en particular.
Referencias
Lahrmann, H., Busch, M., D’Eath, R., Forkman, B., & Hansen, C. (2017). More tail lesions among undocked than tail docked pigs in a conventional herd. Animal, 11(10), 1825-1831. doi:10.1017/S1751731117000490
Larsen, M., Andersen, H., & Pedersen, L. (2019). Changes in activity and object manipulation before tail damage in finisher pigs as an early detector of tail biting. Animal, 13(5), 1037-1044. doi:10.1017/S1751731118002689
Chou, J-Y., D’Eath, R. B., Sandercock, DA., & O’Driscoll, K. (2019). Can dietary fibre level and a single enrichment type reduce the risk of tail biting in undocked pigs. Abstract from 11th European Symposium on Porcine Health Management (ESPHM), Utrecht , Netherlands.
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