Las moscas representan una de las plagas más persistentes y perjudiciales en las explotaciones porcinas. Más allá de ser una molestia, actúan como vectores de diversas enfermedades, afectando a diferentes factores productivos: salud animal, rendimiento, bioseguridad de la granja, etc.
Algunas de las enfermedades más comunes en las que intervienen como transmisoras son:
PRRS (Síndrome Reproductivo y Respiratorio Porcino)
Salmonelosis
Disentería porcina
Colibacilosis
Además, el estrés provocado por su constante presencia repercute negativamente en el consumo de alimento, ganancia media diaria y conversión alimenticia.
CICLO DE VIDA
La especie más dominante en las granjas porcícolas es la mosca doméstica (Musca domestica). Su ciclo de vida completo puede variar entre 7 y 90 días, dependiendo de las condiciones ambientales (especialmente temperatura y humedad).
Huevo: La hembra deposita hasta 500 huevos en materia orgánica en descomposición. Su desarrollo hasta la eclosión dura entre 8h y 3 días.
Larva:Las larvas pasan por tres estadios larvarios en 3 a 60 días, alimentándose de materia orgánica.
Pupa: La pupación dura entre 3 y 28 días, dependiendo de la temperatura.
Adulto:Las moscas adultas emergen listas para reproducirse, reiniciando el ciclo.
Un control efectivo de las moscas requiere un enfoque integrado que combine medidas de manejo y uso de productos específicos.
1. Medidas de Manejo
Higiene: La limpieza regular de las instalaciones y la gestión adecuada de la porcinaza son fundamentales para reducir los sitios de reproducción de las moscas.
Ventilación: Una buena ventilación reduce la humedad, haciendo el ambiente menos propicio para el desarrollo de las larvas.
Trampas:El uso de trampas adhesivas ayuda a monitorear la población adulta.
2. Control Químico
El uso de insecticidas debe ser estratégico, enfocándose en dos etapas específicas de su ciclo: larvas y adultos. El control debe iniciarse antes del inicio de épocas de calor, ya que el ciclo de vida de las moscas se acelera con el aumento de la temperatura, lo que daría lugar a una alta proliferación de larvas y una aparición súbita de adultos (por acortamiento del tiempo de desarrollo del ciclo).
a. Larvicidas
Los larvicidas son esenciales para interrumpir el ciclo de vida de las moscas.
Larvigen® 48SC: Insecticida IGR compuesto por diflubenzuron al 48%, en forma de suspensión concentrada. Esta materia activa actúa en el desarrollo de las larvas a nivel de la síntesis de quitina, impidiendo la creación de un nuevo exoesqueleto al pasar al siguiente estadio larvario. Esto provocaría el colapso y la muerte de la larva en desarrollo. Se aplica en zonas húmedas con materia orgánica, como fosas y balsas de purines, lugares húmedos en cama profunda, y otros lugares con acumulación de materia orgánica en descomposición.
b. Adulticidas
Los adulticidas son necesarios para reducir la población de moscas adultas, especialmente en momentos de alta infestación.
Alphi® / Atiza® Az WG: Insecticida adulticida en gránulo mojable, que se aplica en forma de pintura. Su composición en base a Azametifos al 10%, lo convierte en un insecticida letal por ingesta y contacto. Posee atrayentes alimenticios para las moscas y una muy alta persistencia una vez aplicado, lo que fomenta el control de la plaga en un periodo largo de tiempo. Se puede aplicar en paneles, paredes, postes, y otros lugares donde se posan o desarrollan las moscas.
Finigen® Plus: Insecticida adulticida que combina la acción de 2 materias activas, Cipermetrina 3% y Acetamiprid 3%, más un sinergizante, el PBO, que potencia la fórmula. Es ideal para el control de choque de los insectos adultos, mediante asperjado, nebulización o termonebulización.
Un manejo preventivo, acompañado de un protocolo específico con el uso de los productos descritos, permitirá mantener a la plaga bajo control y se conseguirá mantener la salud y el bienestar de nuestros animales.
Esto se traducirá en una mejora en el rendimiento productivo, evitando la posible aparición de enfermedades.