Ya empieza a cambiar el clima en nuestro país y debemos acordarnos que los cerdos no tienen abrigo.
Con este mensaje quiero recordar la importancia de una buena regulación de la temperatura ambiental de los cerdos en nuestras granjas. Tenemos cada vez animales más magros que carecen más de grasa de cobertura, por tanto no tienen ese abrigo que las razas antiguas tenían.
Hoy por hoy es muy importante tener muy en cuenta que en cada momento de producción de los cerdos los requerimientos varían.
La regla es que cuánto más cerca estemos de la zona de termoneutralidad del cerdo, mucho mejor.
Como empieza nuestro invierno, debemos recordar preparar los equipos para que cuando sea el momento, estemos preparados para poder luchar contra las bajas temperaturas.
No sólo es necesario que revisemos los equipos, sino que es muy importante, quizás más, revisar el aislamiento de los edificios y, sobre todo los tejados, que es por donde se escapa más calor.
En los meses de verano, que ya revisaremos en su día, es una fuente de radiación muy importante.
Si analizamos los puntos críticos de temperatura de los diferentes momentos de producción del cerdo, tenemos los siguientes:
Gestación
Conviene mantener una temperatura fija de 20-22ºC, a ser posible todo el año
Maternidades
Ésta es una fase muy compleja porque se requieren cubrir dos necesidades diferentes:
- La cerda adulta, que necesita 20-22ºC
- Los lechones, que al nacimiento requieren 34ºC para luego ir reduciendo hasta llegar a los 28ºC en las placas
Transición
Es otro momento muy delicado, ya que el lechón deja a la madre y les debemos recibir en un ambiente confortable de unos 28ºC para ir reduciendo hasta 22ºC
y así trasladarlos al engorde.
Fase de engorde
En esta fase, como en el resto, lo más importante es tener las mínimas variaciones posibles entre las máximas y las mínimas. La temperatura de entrada debería ser de 22ºC para acabar a 18ºC.
