En este artículo abordamos 10 puntos básicos para mejorar la calidad de los lechones en granja. Dada la complejidad de los distintos factores que influyen en la calidad del lechón, en la primera parte de este artículo se revisan aspectos relacionados con: calidad de los lechones
1. La alimentación desde la cubrición hasta el destete.
2. Los protocolos vacunales de primíparas y reproductoras y lechones.
3. La monitorización y transmisión de enfermedades.
4. El manejo de los lechones en la paridera.
5. El manejo de las vacunaciones en los lechones.
Todos estos puntos están enfocados a destetar lechones de la mayor calidad posible para poder afrontar, con la mayor garantía, las siguientes fases de producción
1. MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN EN GESTACIÓN Y MATERNIDAD calidad de los lechones
El manejo óptimo de la alimentación es una herramienta clave para conseguir una buena producción, minimizar los costes y garantizar el bienestar de los animales. Por ello, debemos ajustar este manejo a la fase productiva en la que se encuentre la cerda, diferenciando incluso etapas dentro de la misma fase.
Alimentación en gestación
La alimentación en gestación adquiere gran importancia ya que:
Podemos diferenciar dos etapas:
Desde el destete hasta los 40 días de gestación calidad de los lechones
El primer mes es un momento crítico para el mantenimiento de la gestación, ya que es el período en el que se producen la mayoría de las pérdidas fetales.
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Durante los tres días siguientes a la cubrición se mantiene un plano de alimentación discreto, evitando acelerar el metabolismo, ya que se puede producir una eliminación (vía hepática) de la progesterona sistémica, lo que tiene un impacto negativo en la supervivencia embrionaria. | Después de esos tres días se vuelve a administrar niveles altos de alimentación, ya que tiene más importancia la progesterona local, que va del ovario al útero sin pasar por el hígado, y, por tanto, no se destruye.
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Desde los 40 días de gestación hasta el final de la gestación calidad de los lechones
Durante mucho tiempo se ha tenido la idea errónea de que, aumentando el pienso al final de la gestación, se conseguía aumentar el peso al nacimiento de los lechones y la producción láctea por parte de las cerdas.
Administrar mayor cantidad de pienso al final de la gestación [registrados]no aporta beneficios con respecto al peso del lechón o la producción de calostro o leche. Si bien es cierto que este incremento puede aumentar el peso de las cerdas, su estado de carnes debería recuperarse ya en el primer tercio de la gestación.
Una vez alcanzados los cuarenta días de gestación, se debe disminuir progresivamente el consumo de pienso hasta alcanzar el objetivo establecido, debiendo hacerse este descenso en, al menos, dos fases para evitar crear estrés. calidad de los lechones
Alimentación en maternidad calidad de los lechones
Maximizar el consumo de pienso en lactación es fundamental para:
La idea general es que el consumo de pienso de la cerda después del parto sea el mismo que tenía al final de la gestación y que éste vaya aumentando hasta el día 12-14 de lactación en el que el consumo permanece estable porque la cerda no presenta mayor capacidad de ingesta.
Nuestro patrón de alimentación se divide en tres tomas diarias, estando definidas dos curvas de alimentación, una para primíparas y otra para multíparas. Las tomas diarias de pienso se reparten de la siguiente manera:
La curva se plantea de tal manera que, desde el 1er al 8o día postparto aumentan 500 g diarios más un 20% (~600 g), desde el 8º al 18º día se aumentan 800 g diarios más un 20% (~950 g) y, a partir de ahí hasta el destete, la curva se mantiene plana.
Analizando estas curvas de alimentación, hemos podido observar que:
El dolor asociado al parto es una causa importante de reducción de consumo y hace que éste sea más errático. Este comportamiento es más acusado en las cerdas primerizas.
Generalmente, las primíparas consumen 1 kg menos que las multíparas, por lo que se debe tener descritas dos curvas diferentes de alimentación.
Los tratamientos vacunales (ej.: vacuna frente a Parvovirus Porcino y Mal Rojo) no influyen en el consumo de pienso.
2. MANEJO DE LOS PROTOCOLOS VACUNALES
El objetivo de instaurar un protocolo vacunal en las granjas es conseguir una estabilidad sanitaria que permita obtener lechones de calidad, mejorando así su eficiencia productiva.
Uno de los principales riesgos epidemiológicos que pueden desestabilizar la sanidad en una granja porcina son los animales poco inmunizados frente a las enfermedades presentes en ella.
Existen diferentes métodos para inmunizar a estas cerdas, pero en nuestra opinión, a día de hoy, el método más fiable y seguro es la vacunación.
Existen numerosas vacunas comerciales con gran eficacia, pero que agregan un número limitado de serotipos que, en la mayoría de los casos, no generan una inmunidad cruzada entre sí. Por ello, una práctica cada vez más habitual es el uso de autovacunas, sobre todo frente a aquellas patologías ante las que no existen vacunas comerciales. Para su elaboración será necesario hacer un buen muestreo que nos permita aislar los serotipos presentes en nuestra granja y causantes de la enfermedad.
En la práctica, el estatus sanitario de las granjas de reproductoras se verá reflejado en la calidad de los lechones producidos y en su salud en el cebo.
Una práctica eficaz para determinar el momento oportuno de administrar una vacuna es el uso de seroperfiles en los que se puede apreciar una caída de la concentración de IgG indicativa de la disminución de la inmunidad.
Adaptación sanitaria de las primeriza
En la adaptación sanitaria de primerizas el objetivo principal es inmunizar el grupo de cerdas para que, una vez entren en la rueda productiva, tengan una respuesta inmunitaria elevada y que la excreción de patógenos sea mínima, evitando así aumentar la presión de infección del hato.
Para ello, es fundamental adaptar a las futuras reproductoras a los patógenos dominantes en nuestro entorno sanitario. Esta adaptación será clave para conseguir estabilidad sanitaria una vez entren en el ciclo productivo.
A la hora establecer un protocolo vacunal hay que aplicar 4 premisas básicas:
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INTERVALO DE APLICACIÓN ENTRE DOSIS DE LA MISMA VACUNA
La vacuna frente a Mal Rojo se establece a partir de las 12 semanas de vida.
La vacuna frente a PPV (Parvovirus Porcino) se administra al final del programa vacunal (a los 6 meses de vida) para no interferir con la inmunidad maternal.
Protocolos vacunales en cerdas reproductoras
Para poder instaurar un programa vacunal óptimo, se debe tener claro con qué finalidad se realiza cada vacunación, diferenciando entre:
Vacunación en sabana
Se basa en la aplicación de vacunas orientadas a generar inmunidad de rebaño para evitar la transmisión horizontal de enfermedades con el fin de reducir la presión de infección y la transmisión vertical a la descendencia.
Vacunación en ciclo
Se basa en la aplicación de vacunas que tienen como objetivo proteger al lechón a través de la inmunidad calostral durante las primeras semanas de vida.
La vacunación frente a E. coli es muy habitual en las granjas de reproductoras, ya que contribuye a evitar la aparición de diarreas neonatales en las primeras semanas de vida. Por ello, se administra lo más cercano posible al momento del parto.
Puntos críticos
Conservación de las vacunas
Es importante chequear las neveras de almacenamiento de las vacunas con sondas de temperatura con un registro semanal.
Manejo de la vacunación
Una vacuna utilizada no terminada no se puede conservar en la nevera para ser usada de nuevo al día siguiente. Las vacunas, una vez abiertas, deben ser empleadas en su totalidad o desechadas.
Monitorización
Como veremos en el siguiente punto, es necesario monitorizar tanto a las cerdas como a sus lechones para comprobar que los programas vacunales son efectivos.
Correcto encalostrado
Es posible tener un protocolo y manejo excelente de las vacunas, pero, es fundamental asegurar que los lechones se encalostran adecuadamente para que puedan recibir la inmunidad pasiva que proporcionan las vacunas en ciclo.
3. MONITORIZACIÓN SANITARIA DE LOS ANIMALES Y MEDIDAS DE CONTROL DE TRANSMISIÓN DE ENFERMEDADES
La monitorización sanitaria de los animales es una herramienta muy útil para la detección temprana de enfermedades en la granja, siendo esencial para un correcto control del estatus sanitario de la explotación, evitando así pérdidas productivas y económicas.
Control del estado inmunitario de nulíparas
Antes de su entrada al hato reproductor, las nulíparas pasan por un proceso de aclimatación sanitaria durante el cual se desarrolla su programa vacunal. Estas futuras reproductoras deben ser analizadas al principio de la cuarentena y antes de su entrada en la granja.
Es fundamental monitorizar la entrada de las nulíparas al hato productivo para comprobar que el proceso de adaptación sanitaria ha sido eficaz y no desestabilizar la granja.
La práctica más habitual es la recogida de fluidos orales para analizar a nivel laboratorial la presencia de PRRSv, Influenza A y PCV-2:
Se realiza un test ELISA para comprobar si las cerdas han estado en contacto con el patógeno anteriormente, debiendo ser positivo para certificar la presencia de anticuerpos.
Se solicita una qPCR para estos tres agentes víricos, debiendo resultar negativa, indicando así que las cerdas no presentan viremia y no supone un riesgo que ingresen en la granja.
Otra forma sencilla para comprobar la adaptación productiva de las cerdas es monitorizar su crecimiento.
Control del estado inmunitario de lechones
Diariamente se recogen trozos de las lenguas de los lechones nacidos muertos o muertos el primer día de vida para congelarlas y posteriormente proceder a su análisis. | Se agrupan las lenguas de toda una semana y se etiquetan con el número de semana, diferenciando entre lechones procedentes de cerdas primíparas y multíparas con el objetivo de detectar el origen de la posible infección. | Una vez al mes, se envían las muestras al laboratorio para su procesamiento, efectuando su análisis en pools frente a PRRSv y PCV-2. |
Además de las lenguas, autores como Vilalta et al. (2021) han realizado estudios que concluyen que los fluidos obtenidos del testículos y colas del procesado tienen una alta sensibilidad (92% y 62%, respectivamente).
Para poder tener un control sobre el estatus sanitario de los lechones de la granja se realiza una monitorización mediante fluidos orales. De esta forma, se valora la recirculación de virus, concretamente PRRSv e Influenza A.
El seguimiento y control del PRRSv es posible mediante muestras sanguíneas y fluidos orales, a diferencia de Influenza A, que no se detecta en suero. Es importante realizar este tipo de chequeos, sobre todo para controlar la aparición de posibles patógenos secundarios causantes de pérdidas productivas y de un empeoramiento del estatus sanitario de la granja.
Con respecto a las medidas de control de transmisión de enfermedades, es importante el manejo de la paridera como una unidad sanitaria donde se establezca un sistema Todo Dentro – Todo Fuera.
Otro punto crucial del plan preventivo de control de patologías, como se ha comentado anteriormente, es la vacunación de las nulíparas y las reproductoras.
4. MANEJO DE LOS LECHONES EN EL PERIPARTO (MANEJO Y ENCALOSTRAMIENTO)
El 75% de las bajas que se producen durante el período de lactación ocurren en los tres primeros días de vida y las principales causas son:
Todas ellas dan lugar a lechones con escasa vitalidad que tienen una gran probabilidad de morir por aplastamiento.
Es bien conocido que el calostro es fundamental para proporcionar energía e inmunidad pasiva. Además, el desarrollo de la inmunidad activa por parte del lechón depende en gran medida de las células (linfocitos B y T) y citoquinas ingeridas a través del calostro. Las causas de mortalidad citadas están interrelacionadas y son, en muchas ocasiones, debidas a una falta de encalostramiento por una mala atención del parto.
Algunas de las medidas definidas en el protocolo de atención a los partos que pueden contribuir a disminuir la mortalidad de los lechones son:
¿Cómo hacer una nodriza?
En base a nuestra experiencia profesional, las nodrizas se pueden hacer en dos sencillos pasos.
PASO 1
Se deja uno o dos huecos en la sala de partos, dependiendo de la prolificidad y del tamaño de la sala de partos.
PASO 2
En el hueco que ha dejado la primera nodriza se introduce una cerda que lleva 21 días lactante (nodriza 2) para que adopte a los lechones de una semana de vida.
¿Cuáles son los lechones sobrantes?
En nuestro caso, se escogen como sobrantes a los lechones pequeños por dos motivos:
A nivel de campo, el refractómetro BRIX se utiliza como instrumento para conocer el nivel de encalostrado de los lechones a las 24 horas tras el nacimiento.
5.
El objetivo de vacunar a los lechones es proporcionarles protección durante su vida productiva frente a los patógenos más frecuentes.
La inmunidad pasiva que les proporciona el calostro materno suele ser suficiente para su protección durante la fase de lactación, pero, una vez que desaparece, el sistema inmunitario del lechón tiene que estar preparado para superar los retos sanitarios.
El momento de aplicación varía en función de la vacuna y de la posible interferencia con la inmunidad maternal. Para evitar esta última, algunas vacunaciones en lechones se hacen a partir de las 3 semanas para que los anticuerpos maternos no bloqueen el antígeno vacunal e impidan que el sistema inmune del lechón produzca sus propios anticuerpos. |
Entre las enfermedades frente a las que se vacuna durante el primer mes de vida destacan:
Enfermedad de los edemas calidad de los lechones
La vacuna frente a la enfermedad de los edemas suele administrarse durante el procesado de los lechones entre los 2-5 días de vida, protegiendo frente a las verotoxinas producidas por E. coli y siendo eficaz durante la fase de transición y principios de la fase de engorde.
Circovirus porcino tipo 2
La vacunación frente a PCV-2 es habitual debido a su gran eficacia protectora durante las siguientes fases. Las vacunas de subunidades proteicas o las VLP pueden ser empleadas antes de las 3 semanas de vida por ser capaces de superar la barrera de la inmunidad maternal.
Mycoplasma hyopneumoniae
Las vacunas frente a M. hyopneumoniae son una buena herramienta de control con bastante eficacia hasta el final del engorde.
PRRSv
La vacunación frente al PRRSv suele realizarse en los lechones en los que la situación de la granja impide realizar un despoblamiento físico, como explotaciones de ciclo cerrado/mixto, explotaciones de fase II con varias procedencias o explotaciones ubicadas en zonas de alta densidad.
Se trata de una vacunación variable en el tiempo en función de la dinámica del virus.
Ileítis Porcina o Enteropatía Proliferativa Porcina calidad de los lechones
Se sabe que Lawsonia intracellularis tiene una prevalencia de aproximadamente el 90% en la fase de engorde. Además, la situación actual de desmedicalización y sin óxido de zinc está haciendo que aparezcan más patógenos endémicos, entre ellos, esta bacteria intracelular obligada.
Se trata de una enfermedad silenciosa que, al presentarse en muchas ocasiones de manera subclínica, no recibe la atención necesaria. Sin embargo, repercute muy negativamente sobre los índices productivos.
Las vacunas vivas son la mejor opción a la hora de la prevención, dado que provocan una respuesta inmunitaria más parecida a la generada ante la infección natural, estando el animal más protegido en posteriores contactos con la bacteria.
La segunda parte de este artículo continuará desgranando los puntos básicos para mejorar la calidad de los lechones en granja, centrándose los aspectos relacionados con la edad al destete, la limpieza y biocontención, el flujo de animales, las tareas en la granja que aumentan la calidad de los lechones al destete y el registro de datos.
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