La prensa local recoge la noticia de la denuncia por parte de los vecinos de la pedanía lorquina de Campillo a una granja porcina, por la instalación de balsas de acumulación de purines en una explotación situada a 50 metros de sus viviendas. Por este motivo, han criticado al Ayuntamiento de Lorca que no las haya clausurado.
Los vecinos han comparecido antes los medios de comunicación, acompañados por el concejal de IU-V Pedro Sosa, que señaló que en el lugar “se acumulan montañas de excrementos, charcos de purines e incluso cadáveres de cerdos dentro de contenedores no sellados”.
Los afectados denuncian un hedor insoportable y aseguran que ya no pueden usar la producción de los árboles frutales que tienen en sus jardines y que se encuentran más cerca de la granja, por temor a la contaminación del suelo por la filtración de purines.
Sosa recordó que la legislación ambiental en vigor no solo protege suelos y acuíferos, sino también la calidad del aire que respiran los vecinos. Además, denunció que no es un hecho aislado, sino que hay más casos en otras pedanías de Lorca.
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