En los sistemas modernos de producción porcina, el destete se produce antes de lo que se produciría naturalmente.
En condiciones naturales el destete se da a entre las 11 y 12,5 semanas (Bøe, 1991; Stolba y Wood-Gush, 1989) y recién a las 17,2 semanas según otros autores (Jensen y Recen, 1989).
En un sistema todo dentro – todo fuera (all in – all out) los destetes se realizan a fecha fija considerando duraciones de lactancia de 21 o 28 días. La elección del momento de destete dependerá del flujograma determinado en cada granja y determinará el dimensionamiento de la misma.
Independientemente del momento en que se realice, el destete es un momento estresante para los lechones, esto se debe a múltiples factores como son la modificación del ambiente, de los hábitos alimenticios e interacciones sociales. Estos factores pueden contribuir a múltiples trastornos relacionados, pero se desconoce su rol individual (Morme`de and Hay, 2003).
La transición de leche materna a alimento seco genera un período de inanición que sumado a la ausencia de grasa corporal, produce disturbios en la termorregulación y por lo tanto se generan cambios biológicos y de comportamiento (Hay et al., 2001; Orgeur et al., 2001).
Estas respuestas se exacerban cuanto más temprano es el destete generando efectos negativos sobre la fisiología, rendimiento y comportamiento. Destetes hiperprecoces aumentan los niveles de cortisol en la orina el día después del destete y suprimen la producción de catecolaminas (Hay et al., 2001). Esto puede ser causado por estrés emocional y por la privación de la leche materna. El sistema digestivo de lechones de una semana de vida se encuentra subdesarrollado por lo que las diarreas son comunes en este tipo de destete.
Indicadores de estrés
- Consumo voluntario
Worobec et al. (1999) comparó el comportamiento de lechones destetados a los 7 días de vida con cerdos destetados
Otro estudio (V. Colson et. al, 2006), evidenció una disminución significativa en la ganancia diaria de peso vivo de lechones destetados a los 21 y 28 días respecto a un grupo control (mantenido junto a la madre hasta el día 40 de vida). Sin embargo, la duración de este efecto fue de mayor duración en destetes de 21 días respecto a uno de 28 días.
- Comportamiento
Pueden considerarse como indicadores de estrés el hociqueo y las vocalizaciones (llamado de los lechones a su madre) como síntoma de estrés. Ambas conductas fueron estudiadas por V. Colson et. Al. (2006), en lechones de 21 y 28 días de edad. En cuanto a los hociqueos no se encontraron diferencias significaciones según la edad de destete mientras que las vocalizaciones tuvieron una mayor duración en lechones destetados a los 21 días de vida. En ambos grupos se reportaron agresiones entre lechones durante los primeros 2 días posteriores al destete, siendo mayores cuanto mayor es la edad de los animales.
La baja actividad es otro de los indicadores que se utilizan para identificar situaciones estresantes, los lechones destetados a los 21 días evidenciaron un mayor período de baja actividad en comparación con los destetados a los 28 días. Además, se vio acompañada de mayor cercanía entre lechones lo que podría deberse a la dificultad en la termorregulación que se genera en lechones más jóvenes (V. Colson et. al, 2006).
- Respuestas endócrinas
Los principales cambios endocrinos relacionados con el destete son la disminución de los niveles de cortisona y noradrenalina (y en menor medida adrenalina).
En destetes de 21 días esta disminución es más marcada que en destetes de 28 días. Lo mismo ocurre con los niveles de catecolaminas en orina y se podría relacionar con la menor ingesta de alimento
Se puede concluir que destetes de 21 días tienen mayores efectos negativos en la tasa de crecimiento y respuestas endócrinas de estrés que en destetes de 28 días.
Referencias
Colson, P. Orgeur, A. Foury and P. Mormède. Consequences of weaning piglets at 21 and 28 days on growth, behaviour and hormonal responses. Applied Animal Behaviour Science. 2006. Vol. 98 (1-2): 70-88.
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