Desentrañando los misterios de los procesos respiratorios porcinos
Las enfermedades respiratorias en porcino pueden clasificarse en dos grandes categorías en función del alcance y la duración de la enfermedad manifiesta:
1.- Enfermedades respiratorias que afectan a un gran número de cerdos, pudiendo ser graves y costosas, pero de duración limitada:
2.- Enfermedades respiratorias que persisten en una gran cantidad de cerdos por períodos indefinidos (Neumonía Micoplásmica y Pleuroneumonía).
En estos casos, es difícil mantener a las piaras libres de enfermedades respiratorias, siendo endémicas en muchas granjas.
Debe enfatizarse que los problemas respiratorios en los cerdos son frecuentemente el resultado de múltiples agentes (coinfección) y rara vez se deben a los efectos de un solo patógeno, por ello, solemos hablar de Complejo Respiratorio Porcino (CRP).
Primera parada – Dominando la técnica de necropsia
La realización de una necropsia es un proceso relativamente sencillo para el que existen diferentes procedimientos disponibles en la literatura. En todo caso e independientemente del método utilizado, la necropsia siempre debería siempre ser ordenada, sistemática y completa, evitando dejar órganos o tejidos importantes sin examinar, indistintamente de la sintomatología presente y el diagnóstico clínico presuntivo.
Para obtener el mayor rendimiento, la necropsia debe realizarse lo más tempranamente posible tras la muerte o sacrificio del animal. En este artículo, los autores se centran en la apertura y examen de la cavidad torácica y aparato respiratorio.
Generalmente, lo más común es utilizar la posición en decúbito supino para animales jóvenes o lactantes.
Para estabilizar el cadáver se realizan cortes en la región axilar y en la articulación coxofemoral, dejando caer las extremidades por su propio peso sobre la mesa.
Decúbito lateral
Acceso costocondral
En decúbito supino, se realizan dos cortes sobre la piel y tejidos blandos desde la sínfisis mandibular, formando un triángulo hasta la entrada del tórax.
Posteriormente, se realiza un corte a nivel costocondral en cada lado para exponer la cavidad torácica.
Acceso costovertebral
En decúbito lateral, el procedimiento es más sencillo si se realiza primero la apertura de la cavidad abdominal:
Para un correcto y completo examen del aparato respiratorio, se debe retirar completamente desde el punto más craneal.
Para un correcto examen del aparato respiratorio, se realiza una sección longitudinal en dirección craneocaudal desde la laringe hasta los bronquios principales de cada pulmón. Esto es importante para identificar posibles lesiones en la mucosa o contenidos anómalos en las vías aéreas.
Decúbito lateral
El examen del pulmón se debe hacer siempre por palpación e incluye la evaluación de las siguientes características:
Cavidad nasal
Es importante examinar la cavidad nasal, especialmente en casos de rinitis crónicas o atróficas.
Para ello, se realiza un corte transversal de la región nasal a la altura del primer premolar. Esto nos permite fácilmente detectar alteraciones en forma o simetría de los cornetes nasales (Imagen 4).
Características macroscópicas e histológicas de las lesiones más relevantes en los procesos respiratorios porcinos
Son tres las formas de rinitis más comunes:
En la especie porcina, las lesiones en estas áreas anatómicas son infrecuentes, aunque se pueden observarse lesiones inflamatorias o vasculares (hemorragias petequiales, edema) en enfermedades sistémicas (Peste porcina clásica, salmonelosis, enfermedad de los edemas).
La melanosis, caracterizada por puntos o manchas negras de unos pocos centímetros de diámetro en la superficie pulmonar, no tiene importancia clínica, pero es un hallazgo frecuente en matadero. En este caso, la textura de los pulmones pigmentados permanece sin cambios.
La atelectasia o distensión incompleta de los alvéolos y falta de expansión del pulmón, puede ser de distribución:
Generalmente, las áreas afectadas adquieren un color rojo oscuro, estando firmes, de apariencia “carnosa” (por falta de aire) y húmeda (líquido fetal).
El enfisema pulmonar consiste en el ensanchamiento o dilatación permanente del pulmón por aumento del contenido aéreo.
Las hemorragias, trombosis e infartos se asocian a traumatismos, coagulopatías, coagulación intravascular diseminada (CID), vasculitis, sepsis y tromboembolismo pulmonar.
El edema pulmonar se caracteriza por la acumulación de líquido en los alvéolos (edema alveolar) o en el intersticio pulmonar (edema intersticial)
Macroscópicamente, los pulmones tienen aparentan estar húmedos y pesados, independientemente de la causa, con incremento de volumen/tamaño pulmonar. El color varía, dependiendo del grado de congestión o hemorragia, siendo habitual la presencia de líquido espumoso en tráquea y bronquios.
Las inflamaciones o neumonías son los procesos más comunes en pulmones porcinos. Sobre la base de la textura, distribución, apariencia y tipo de exudado, las neumonías pueden clasificarse groseramente en cuatro tipos morfológicamente distintos:
Los patógenos más comúnmente implicados en cada tipo neumónico se muestran en el Cuadro 2.
Con esta simple clasificación, es posible en el momento de la necropsia predecir con cierto grado de certeza:
- La causa probable: virus, bacterias, hongos o parásitos
- La vía de entrada: aerógena o hematógena
- Las posibles secuelas
En el caso de la bronconeumonía, la lesión inflamatoria se centra en el alveolo, pudiendo encontrarse dos tipos distintos:
De todos los tipos morfológicos, es la neumonía más difícil de diagnosticar macroscópicamente. Se trata de una inflamación de paredes alveolares e intersticio pulmonar, con o sin cambios macroscópicos en función de intensidad o cronicidad del proceso.
El estudio histológico es especialmente importante en estos casos (Imagen 8).
También se puede presentar con distribución multifocal, generalmente por afección alveolar y bronquial: neumonía broncointersticial (Imagen 9).
En muchos casos, las lesiones inducidas por un virus pueden verse enmascaradas por cambios resultantes de infecciones bacterianas concurrentes o secundarias.
En el caso de la neumonía embolica, se observa un patrón inflamatorio propio de procesos septicémicos bacterianos que alcanzan el parénquima pulmonar vía hematógena produciendo lesiones multifocales de distribución aleatoria (Imagen 10).
La neumonía granulomatosa se caracteriza por la consolidación pulmonar asociada a la formación de granulomas, estando relacionada con elementos de difícil eliminación como micobacterias, hongos, parásitos y cuerpos extraños.
La afección inflamatoria de la pleura, sin o con mínima afección pulmonar superficial, es común en la especie porcina y suele formar parte de procesos diseminados como la poliserositis, la poliartritis y la meningitis, siendo común en infecciones por Haemophilus parasuis, Streptococcus suis, Mycoplasma hyorrhinis.
Macroscópicamente se caracteriza por placas y agregados extensos de fibrina en las formas más agudas o subagudas (Imagen 11), que evolucionan con el tiempo a adherencias fibrosas con la pared costal o pericardio.
Las claves de la toma de muestras para histopatología
El examen microscópico permite al patólogo evaluar si los agentes aislados en los tejidos son contribuyentes significativos a la lesión y también si hay participación de otros agentes no detectados en el examen macroscópico.
La inmunohistoquímica (IHC) es una herramienta adicional al estudio microscópico muy útil para detectar algunos patógenos no visibles o difícilmente reconocibles microscópicamente, o cuando se encuentran en escaso número, especialmente agentes virales.
La principal característica que debe tener una muestra para análisis histopatológico es su representatividad del proceso que se quiera valorar (tomar de zona adecuada o que aporte más información) y la integridad del tejido a valorar (correcta fijación).
El tejido autolítico no es adecuado para ninguna prueba histopatológica, lo que implica:
REFERENCIAS Y LECTURAS COMPLEMENTARIAS RECOMENDADAS
THE NECROPSY BOOK: A Guide for Veterinary Students, Residents, Clinicians, Pathologists, and Biological
Researchers. J M King; Lois Roth-Johnson; David C Dodd; Marion E Newsom; Beth Mansbridge. 7th ed.
The Internet-First University Press, 2016, Ithaca, New York. 2016.
Manual de diagnóstico laboratorial porcino. Joaquim Segalés, Jorge Martínez, Joaquim Castellà,
LailaDarwich, Mariano Domingo, Enric Mateu, Marga Martín, Marina Sibila. Servet –grupo ASIS. 2013.
ISBN: 978-84-941014-0-3
Guía de diagnóstico de necropsia en patología porcina. Marcelo De las Heras y José Antonio García de
Jalón. Servet –grupo ASIS. 2001. ISBN: 978-84-92569-01-4
La necropsia en el ganado porcino:diagnóstico anatomopatológico y toma de muestras. Joaquim
Segalés, Mariano Domingo. Boehringer Ingelheim, Barcelona. 2004. ISBN: 84-688-5260-0.
Diagnóstico diferencial de las enfermedades del cerdo (3ª parte): enfermedades respiratorias. Librado
Carrasco, Manuel Guillermo Ramis, Jaime Gómez, M Quezada, Francisco José Pallarés. Suis, 60: 34-46,
2009. ISSN 1699-7867.
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