El mantenimiento de la gestación se debe a la existencia del cuerpo lúteo. Esto se logra por un cambio en el patrón de secreción de prostaglandinas debido al estímulo que genera la presencia de embriones en los cuernos uterinos.
Este estímulo promueve la producción de estrógenos que son la señal química que llega al ovario para que la secreción de la prostaglandina se vierta de forma exocrina a la luz del útero. De esta manera se permite el mantenimiento del cuerpo lúteo y por tanto de la gestación.
El aborto es una consecuencia de la ruptura o mal funcionamiento del cuerpo lúteo.
Se tienen dos posibles mecanismos que conllevan al aborto:
- Fallo materno en el mantenimiento de la gestación debido a:
a. Producción de prostaglandinas por enfermedad sistémica
b. Producción deficiente de progesterona por un cuerpo lúteo no funcional.
- Fallo fetal. En este caso se debe fundamentalmente a infección de los fetos que cursa con inflamación en la placenta y producción de prostaglandinas que lisan el cuerpo lúteo.
El diagnóstico diferencial de aborto debe realizarse evaluando las posibles causas infecciosa y las no infecciosas. Y deben hacerse en función de si lo que se está produciendo es un fallo materno o un fallo fetal.
Los abortos, sin embargo, son de naturaleza idiopática en su mayoría. Estudios demuestran que el 70% de los abortos se clasifican como idiopáticos.
Cuando el aborto es de naturaleza infecciosa debemos saber si estos patógenos se replican en el aparato reproductor o no. Por ejemplo enfermedades como el PPRS es una de las causas más importante de abortos en ganado porcino cuando se hay replicación en el aparato reproductor.
Para hacer un adecuado diagnóstico diferencial del aborto debemos evaluar ciertos parámetros:
- Morbilidad, es decir, que porcentaje de animales están presentando problemas de aborto. Ante morbilidad baja debemos inclinar la balanza hacia una causa no infecciosa. Pero si es muy alta y concentrada en el tiempo casi siempre suele ser de naturaleza infecciosa.
- La distribución por partos nos puede ayudar. Cuando estamos en un proceso de naturaleza infecciosa casi siempre se ven más afectadas las cerdas jóvenes por presentar menor inmunidad. Pero cuando el problema es no infeccioso podemos tener afectación en cualquier grupo de edad. En todo caso, los signos clínicos en las cerdas puede servir para orientar la causalidad.
- Las alteraciones en la reproducción también permiten sospechar de un problema de carácter infeccioso.
- El momento de la gestación en el que se produzca el aborto también es indicador. Los abortos de naturaleza infecciosa, por ejemplo, se pueden producir con cierta tendencia tendencia desde la segunda mitad de la gestación y en el último tercio. Mientras que cuando están más dispersos o son mas tempranos suelen ser no infecciosos.
- El aspecto de los cerdos abortados también nos puede ayudar. En los abortos de naturaleza infecciosa los cerdos suelen estar siempre alterados.
Finalmente, el estatus sanitario de la granja también es un factor clave a tener en cuenta. La granjas positivas a determinado patógeno se pueden relacionar al problema y ser determinante en la diferenciación del proceso de aborto.
Fuente: Diseases of the Reproductive System
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Kirkwood R., et al. 2012. Diseases of the Reproductive System
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