El salvado de trigo (ST), un subproducto importante del proceso de molienda de trigo, rico en fibra dietética (FD), especialmente polisacáridos no amiláceos (PNA), se ha utilizado abundantemente en alimentos para ganado y aves de corral.
Aunque el FD solía ser reconocido como un factor antinutricional debido a su efecto negativo sobre la utilización de nutrientes, actualmente está recibiendo más atención gracias a sus efectos beneficiosos sobre la salud intestinal de los animales monogástricos a medida que se fermenta en el intestino grueso.
Los estudios demuestran que el uso de ST en pollos o cerdos podría mejorar el crecimiento y la salud de los animales:
- Mejora morfología intestinal
- Cambia la composición de la microbiota intestinal
- Cambia el perfil de ácidos grasos de cadena corta (AGCC), especialmente para butirato
Se supone que los cambios en el perfil de AGCC y la microbiota debidos a la ingesta de fibra son responsables de la mejora de la barrera intestinal y el sistema inmunológico.
Además del uso de ST en la dieta de los lechones destetados, otra estrategia es la adición de ST a la dieta materna, para intentar afectar positivamente la salud intestinal de la progenie.
Nuestro estudio anterior mostró que una dieta alta en ST materna no solo podía cambiar la microbiota intestinal de las cerdas, sino que también cambiaba algunos géneros de la microbiota colónica de sus crías en el momento del destete.
Se ha demostrado que las bacterias intestinales modulan la maduración del sistema inmunológico en la vida temprana de los lechones.
Es posible que los cambios en los microbios intestinales de cerdas y lechones afecten la respuesta inmunitaria de los lechones.
El efecto de la microbiota, los componentes de la leche también ejercen un efecto de maduración en el intestino y se ha demostrado que se ven afectados por la dieta de la cerda.
Los niveles altos de ST en la dieta de las cerdas aumentaron los niveles de interleucina 10 (IL10) en el calostro y afectaron los genes de la función de barrera del lechón, lo que se demuestra por una regulación al alza de IL10 y zonula occludens-1 (ZO-1) y una regulación a la baja del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α).
Mantente al día con nuestros boletines
Reciba gratuitamente la revista en versión digital REGISTRO ACCEDA A
SU CUENTA ACCEDER ¿Ha perdido la contraseña?