En la actualidad, el estrés térmico cuesta a los productores de porcino de EE.UU. más de 900 millones de dólares al año debido a pérdidas en la reproducción y acabado, según informa el Dr. Lance Baumgard, profesor asociado del Departamento de ciencia animal de la Universidad Estatal de Iowa.
Durante el verano de 2012, en EE.UU. se produjeron más de 27.000 nuevos récords de estrés térmico -tanto en temperaturas diurnas como nocturnas-, según el Servicio Nacional Meteorológico.
Las temperaturas muy altas o “de récord” nocturnas son especialmente peligrosas, puesto que los cerdos experimentan un estrés térmico continuado, de manera e que no disfrutan de alivio alguno.
“Lamentablemente, la cerda en estado avanzado de gestación- uno de los animales con mayor valor -es la que tiene mayores probabilidades de morir debido al estrés térmico” Baumgard
Las pérdidas atribuidas al estrés térmico durante el ciclo reproductivo se ven reflejadas, entre otras cosas, en la prolongación del intervalo destete-celo, así como en la disminución del número de cerdos nacidos vivos y de los pesos de los lechones al nacimiento y destete.
En cuanto a la producción, se producen pérdidas relacionadas con una disminución de la ganancia media diaria y rendimientos de canal con pesos poco rentables a nivel de comercialización. Además se observa una disminución de la calidad de la canal debido a un aumento del acúmulo graso, incluso a nivel intermuscular; así como pérdidas importantes en el acabado de cerdos.
La zona termoneutra para los cerdos puede oscilar entre 18 °C y 24 °C, según el tamaño del animal, su estado fisiológico y el tipo de suelo (Figura 1).
Los cerdos son susceptibles al estrés térmico ya que no pueden refrigerarse por sí mismos mediante el sudor. Tienen una capa de tejido adiposo, como explica Baumgard, y un porcentaje elevado de masa muscular magra que contribuye a aumentar la producción térmica basal. En otras palabras, cuánto más magro sea el animal, más susceptible será al estrés térmico.
Figura 1. Índice de estrés térmico para cerdos
Cada vez que el cerdo come, su temperatura corporal aumenta en un grado sólo por la digestión Este efecto, conocido como “aumento térmico de la alimentación”, es un factor que complica aún más el cuadro del estrés térmico
El intestino es el área principal para la vasoconstricción citada, por lo que a medida que la sufren se reduce el caudal sanguíneo cargado de oxígeno a las células que revisten el mismo.
Los enterocitos y las conexiones estrechas (tight junctions) son la frontera que impide la penetración de las endotoxinas de las bacterias del lumen en el torrente sanguíneo.
Los enterocitos –células que revisten el tracto gastrointestinal– están unidos entre si por las Uniones Estrechas, que son la única estructura que granatiza una impermeabilidad a la entrada de lipopolisacaridos (LPS o Endotoxinas) de las bacterias Gram negativas del lumen intestinal
Una vez que las toxinas han penetrado en el torrente sanguíneo, el organismo desarrolla una respuesta inflamatoria que comporta una disminución del apetito y un aumento de la temperatura corporal debido a la fiebre que se suma al estrés térmico inicial.
El músculo se desgasta, el animal se aletarga y la productividad disminuye. A nivel fisiológico, las células que revisten las paredes de los intestinos aumentan su permeabilidad -un fenómeno conocido como permeabilidad intestinal-.
Como consecuencia de la vasoconstricción, las células que revisten los intestinos padecen hipoxia y mueren; eso permite que toxinas como los LPS se filtren en el torrente sanguíneo derivando en una endotoxemia. (Figura 2)
Figura 2. Etiología del estrés térmico
Pero además, el esfuerzo térmico también tiene un efecto significativo en el metabolismo. No obstante, los cerdos con estrés térmico también muestran un aumento en las concentraciones de insulina, esto es, lo opuesto de un cerdo con alimentación de control en un entorno termoneutro
Para comprender mejor los efectos del estrés térmico en los intestinos, Baumgard y sus colegas (Dr. Nick Gabler y Dr. John Patience) realizaron un estudio con 48 cerdos sometidos a unas condiciones de temperatura de 34 °C, típicas del estrés térmico.- En estas circunstancias, los investigadoes pudieron mostrar un aumento de la permeabilidad intestinal enfrente a los lipopolisacaridos (LPS) luminales, que llegan hasta el torrente sanguíneo ocasionando inflamación sistemica y fallo multiorgánico y muerte.
- Estudios realizados en humanos y ratones han indicado que el zinc es esencial para la función normal de la barrera intestinal y la regeneración del epitelio intestinal dañado (Alam et al., 1994). El mismo estudio también ha observado que el zinc actúa principalmente en el nivel de la unión estrecha de las células para disminuir la permeabilidad de los enterocitos al tiempo que conserva la integridad intestinal.
- Los investigadores realizaron un estudio de seguimiento con 59 cerdas jóvenes para evaluar los efectos de administrar distintas concentraciones de zinc durante 28 días antes de la exposición a un estrés térmico agudo (24 h) y crónico durante 7 días.
- Las cerdas jóvenes recibieron distintas concentraciones de Availa®Zn y sulfato de zinc antes de someterse al estrés térmico. Los resultados indican que el beneficio máximo en la resistencia transepitelial -la permeabilidad de los intestinos- se encontró en las cerdas jóvenes que recibieron zinc a 220 ppm.
- En un estudio de seguimiento, los investigadores observaron la importancia de la fuente de zinc. Se administró a treinta y dos cerdas cruzadas jóvenes 120 ppm de sulfato de zinc o bien 60 ppm de sulfato de zinc más 60 ppm de zinc de Availa-Zn.
- Las cerdas recibieron zinc durante 17 días antes de ser sometidas a 12 horas en condiciones de estrés térmico. Después del período de estrés térmico de 12 horas, las cerdas que habían recibido la combinación de sulfato de zinc y zinc de Availa-Zn presentaban una disminución de la temperatura rectal y una mejora en la integridad intestinal.
Estas investigaciones indican que la ingesta de zinc de Availa-Zn mejora la integridad intestinal, ya que la integridad de los intestinos durante el estrés térmico puede mejorarse con una concentración de zinc de 120 ppm y que la fuente del zinc es importante.
La ingesta de Availa-Zn supone una estrategia y una herramienta dietética novedosas que puede utilizarse para mitigar algunos de los efectos negativos del estrés térmico experimentado en el sector porcino.
“El estrés térmico es ahora la mayor amenaza para la producción eficiente de proteínas animales en todo el mundo y, para muchos países, los efectos del estrés térmico, en particular en los cerdos, condicionan la seguridad alimentaria”.
“Sabemos desde hace más de 40 años que los cerdos acabados durante los meses de verano presentan un contenido de grasa superior en la canal”, comenta Baumgard.
“Los cerdos con estrés térmico reducen su ingesta alimenticia y producen canales más grasas, mientras que los cerdos con una dieta restringida en condiciones termoneutras producen canales más magras”.
“Las concentraciones superiores de insulina explican en gran medida por qué los cerdos con estrés térmico acumulan más tejidos adiposos y menos músculo magro durante los períodos de estrés térmico”, explica.
“Claramente, el estrés térmico afecta al metabolismo del animal”.