Adaptado de: “Efficacy of a novel intradermal Lawsonia intracellularis vaccine in pigs against experimental infection and under field conditions”. Jacobs et al. Porcine Health Management (2020).
INTRODUCClÓN
Lawsonia intracellularis es una bacteria intracelular obligada que causa la enteropatía proliferativa porcina (EPP), también conocida como adenomatosis intestinal porcina (AIP) o ileítis.
Los animales clínicamente afectados presentan diarrea, un peor índice de conversión y una reducción del crecimiento, resultando en un mayor tiempo para su comercialización y una pérdida de uniformidad de los cerdos durante la fase de engorde.
En los adultos jóvenes, la infección puede conducir a un cuadro clínico hemorrágico agudo, pero la bacteria normalmente infecta a los cerdos subclínicamente, sin signos clínicos claros, resultando en una reducción del crecimiento.
Hasta el día de hoy habían sido desarrolladas una vacuna viva atenuada para uso oral y una vacuna inactivada liofilizada para uso intramuscular, no disponiéndose de vacunas intradérmicas para el control de esta insidiosa patología. |
Gracias a la utilización de los dispositivos IDAL® (MSD Animal Health), que este año celebran su 20 aniversario, la administración sin aguja posibilita que se alcance un alto grado de bienestar animal, así como la prevención de accidentes entre los operarios que administran la vacuna y la transmisión de patógenos causada por la reutilización de agujas.
La seguridad alimentaria se ve favorecida también al desaparecer por completo el riesgo de encontrar fragmentos de agujas rotas a nivel muscular. Y lo mismo ocurre con las típicas lesiones tisulares ocasionadas por las agujas.
DISEÑO DEL ESTUDIO DE CAMPO
El ensayo de campo se llevó a cabo de acuerdo a un diseño de control negativo, aleatorizado y ciego en una granja de cerdos en los Países Bajos, con historial de mortalidad asociada a EPP, es decir, ileítis aguda, que se observó predominantemente cerca de la edad de sacrificio, siendo este el peor escenario para un ganadero, ya que ha invertido al máximo en los animales en ese momento.
En el estudio participaron 3.261 cerdos, de los cuales 1.628 fueron vacunados una vez en la unidad de engorde durante un período de 8 meses. Los vacunados y los controles se mezclaron en corrales. Los cerdos fueron vacunados entre 11 y 59 días después de su llegada a la unidad de engorde. Dado que el traslado al lugar de finalización tuvo lugar a una edad de aproximadamente 10 semanas, los cerdos tenían aproximadamente entre 81 y 129 días en el momento de la vacunación.
La mitad de los cerdos se vacunaron con Porcilis® Lawsonia ID, mientras que los cerdos del grupo control no se vacunaron frente a Lawsonia intracellularis. Con la excepción de una vacunación frente al virus PRRS a las 6 semanas de edad, no se administraron más vacunas.
Se evaluó la mortalidad entre los grupos vacunado y control hasta el sacrificio, aproximadamente a las 25 semanas de edad. Los parámetros clave de rendimiento, es decir, la mortalidad general, la ganancia media diaria (GMD) y el índice de conversión alimenticia (IC) se tomaron del sistema de gestión de datos de la granja para el período de estudio, y el año anterior al inicio del estudio.
Los cerdos que murieron, o se sacrificaron, fueron examinados post-mortem para establecer la causa de la muerte; la infección por Lawsonia intracellularis fue determinada por los signos específicos de enteropatía proliferativa y apoyada por inmunohistoquímica (IHC).
El parámetro de eficacia principal fue la reducción de la mortalidad asociada con la infección por Lawsonia intracellularis. La mortalidad total fue el parámetro secundario. Estos datos, recopilados a nivel de granja, se originaron tanto en cerdos vacunados como en cerdos no vacunados, y también para el período de engorde completo, por lo que no pudieron evaluarse estadísticamente, pero sirvieron como ilustración para poner los resultados clínicos en perspectiva.
RESULTADO DEL ESTUDIO DE CAMPO
Después del inicio del estudio, la mortalidad asociada a Lawsonia intracellularis fue del 0,45% en el grupo vacunado en comparación con el 1,65% en el grupo control. Esta diferencia fue estadísticamente significativa (p=0,0022).
Además, la mortalidad general fue significativamente menor en el grupo vacunado en comparación con el grupo control (1,43% frente a 2,63%, p=0,0184). Para respaldar estos resultados del ensayo de campo, la mortalidad general, la GMD y el índice de conversión alimenticia se obtuvieron del sistema de gestión de datos de la granja, que contenía datos de animales del estudio y de un periodo previo para compararlos históricamente.
Debe tenerse en cuenta que estas mejoras están infravaloradas respecto al efecto real, porque se calcularon para toda la granja, mientras que solo se vacunó una parte de los cerdos.
Si todo el rebaño hubiera sido vacunado, la mejora de los parámetros clave de producción probablemente habría sido incluso mejor, no solo por el efecto directo de la vacunación, sino también por los efectos indirectos adicionales, como describen Knight-Jones et al. |
Estos efectos indirectos podrían relacionarse con una reducción de la presión infecciosa, lo que da como resultado efectos positivos aún mayores cuando se vacuna todo el rebaño.
Tabla 1. Mortalidad durante los 8 meses de la prueba.
Tabla 2. Resultados frente a histórico de la granja.
VALORACIÓN ECONÓMICA DE LA VACUNACIÓN A NIVEL DE GRANJA
A la vista de los datos comparativos entre los resultados del año previo sin vacunación y el año en el que se desarrolla el estudio, con la vacunación sólo del 50% del efectivo, podemos llevar a cabo una valoración económica determinando como costes estables el precio del pienso (275€/tn), precio de venta (1,25€/kg PV), pesos de entrada (18kg PV) y salida de la fase de engorde (115kg/PV), coste de la plaza de cebo (30€/ plaza/año) y la inversión en vacuna.
Como resultado obtenemos un retorno de la inversión ROI de 1,8, teniendo en cuenta la inversión en vacunación, lo que supone un beneficio neto de 2,03€ por cerdo vendido. Recordemos que esta valoración económica está infravalorando el efecto beneficioso de la vacunación al tener sólo el 50% de la población vacunada.
CONCLUSIÓN
La nueva vacuna Porcilis® Lawsonia ID es la herramienta perfecta para el control de la patología entérica asociada a Lawsonia intracellularis en el periodo de cebo, teniendo además como importante ventaja la posibilidad de su uso conjunto con Porcilis® PCV ID, con lo que, con un único y sencillo manejo, quedarían bajo control dos de los principales agentes que disminuyen la productividad de nuestros animales.