El control de la PPA en China afecta a las exportaciones españolas.
A finales de 2018, China documentó sus primeros casos de PPA dentro de su territorio. El avance del virus fue de tal magnitud, que cuestión de un año, la peste acabó con más de la mitad de los cerdos del país. Este desplome en la producción del gigante asiático (mayor productor y consumidor de carne porcina del mundo) supuso una gran oportunidad para los países exportadores.
Sin embargo, el avance en el control de la PPA en China, permitió que la cabaña porcina empiece a recuperarse, y con ello, la capacidad de abastecerse de carne. Como consecuencia, las exportaciones en 2021, fueron un 13% menores que en 2020. Esta tendencia fue anticipada por los analistas.
A pesar de esta caída, las exportaciones totales fueron récord en 2021, dado que la baja en los valores exportados a China fueron compensados por aumentos en los envíos a otros destinos.
El gobierno chino ha hecho explícita su idea de fomentar la recuperación de su cabaña porcina mediante una batería de medidas, entre las que se incluye la aplicación de aranceles a la carne importada.
Desde la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca (Interporc), señalan que «China ha decidido subir ligeramente sus aranceles y hay una recuperación y estabilización de su granja».
Si China logra continuar en su camino de crecimiento y ubicar el tamaño de su granja en los valores previos a 2018, el sector porcino español tendrá un gran desafío: Posicionar en otros mercados un gran porcentaje de las actuales exportaciones al gigante asiático.
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