Icono del sitio porciNews, la revista global del porcino

El PRRS en Europa ¿Dónde estamos y hacia dónde vamos?

Escrito por: Marta Jiménez - Servicio Técnico MSD Animal Health , Roberto Santamaría , Rut Menjón -

Servicio Técnico MSD Animal Health

De hecho, a nivel mundial, prácticamente todos los países con producción porcina desarrollada son positivos al virus PRRS, con la excepción de Brasil, el cual se mantiene libre de la enfermedad.

En este artículo se pretende hacer una revisión clara y sencilla de la situación del virus PRRS a nivel europeo en términos de su variabilidad genética, prevalencia, impacto económico, medidas de control, etc. Así como una serie de reflexiones sobre la necesidad y/o posibilidad de ir un paso más allá en las medidas de control que nos permitan aumentar la eficacia de las mismas.

El Síndrome Respiratorio Reproductivo Porcino (PRRS) está presente en europa desde 1990

Parece que el virus PRRS vino para quedarse, y la razón principal reside en las características del propio virus, capaz de persistir en los animales y, consecuentemente, en las explotaciones durante periodos prolongados.

Esto se traduce en brotes sucesivos más o menos severos, dependiendo de la virulencia de la cepa involucrada y el estatus inmunitario de la población afectada.

A este hecho hay que añadirle las numerosas vías por las cuales el virus puede trasmitirse entre explotaciones, obligando a extremar las medidas de bioseguridad interna y externa, lo cual en muchas ocasiones no es tarea fácil.

Es por todo ello por lo que, salvo en explotaciones concretas, la erradicación de la enfermedad no suele ser considerada como una alternativa realista, ni a nivel de granja, ni regional, ni mucho menos de país o continente.

Ahora bien, esto no quiere decir que no deban plantearse acciones concretas y medidas de control que nos ayuden a reducir la presión de infección y por tanto a paliar los efectos de la enfermedad.

La erradicación del PRRS no es considerada una alternativa realista

Diversidad genética en Europa

El virus PRRS se distingue por su gran variabilidad. Existen dos genotipos:

Cada uno de estos genotipos tiene una cepa de referencia, la primera con la cual se pudieron reproducir los postulados de Koch, considerada como el prototipo de la mayoría de las cepas de virus PRRS aisladas posteriormente.

El virus VR-2332 es la cepa de referencia americana, mientras que el virus Lelystad es el de referencia a nivel Europeo. La similitud genética entre las cepas americanas y Europeas es muy baja, del 55-70%(2). Dentro de cada uno de estos genotipos existe una multitud de cepas distintas.

Inicialmente se consideraba que la variabilidad de cepas del genotipo europeo era inferior a las del americano, pero tras años de estudios genéticos se ha demostrado que nos encontramos exactamente en la situación contraria (Figura 1).

Figura 1. Arbol filogenético de los genotipos y subtipos de virus PRRS (3)

Dentro del genotipo europeo encontramos por lo menos 4 subtipos. Mientras que los subtipos 2, 3 y 4 solo se encuentran en Europa del este, en Europa Occidental la mayoría de cepas se engloban en el subtipo 1 (al igual que las cepas vacunales de las vacunas vivas atenuadas basadas en cepa europea y registradas hasta el momento).

En Europa también se han detectado cepas pertenecientes al genotipo americano. Aunque mayoritariamente corresponden a aislados relacionados con una cepa vacunal comercial (cepa americana), no todos lo son(4).

En España por el momento no existen referencias de cepas de campo no relacionadas con la cepa vacunal del genotipo americano.

Patogenicidad del genotipo europeo

Si hemos visto que la diversidad genética es elevada, no lo es menos la virulencia de las cepas a nivel de campo.

Aunque es difícil establecer patrones de patogenicidad (se desconoce qué factores son los causantes de que una cepa sea más o menos patógena), sí hay ciertas tendencias que podemos considerar.

Afortunadamente las cepas del genotipo europeo tienden a ser menos patógenas que las del genotipo americano, aunque como en todo lo relacionado con el virus PRRS, existen excepciones…

Hay indicios de que las cepas de Europa del Este (Bielorrusia, rusia, lituania) sean bastante más virulentas que las clásicas cepas europeas de la zona occidental, aunque por suerte su virulencia dista bastante de las cepas hipervirulentas chinas(5), las más agresivas detectadas por el momento.

Prevalencia estimada en Europa

Como hemos comentado, europa puede considerarse PRRS positiva, ya que prácticamente todos los países europeos lo son.

Desde que Suiza se declarara positiva en 2012 (y de nuevo en 2014), sólo quedan libres de la enfermedad Finlandia, Noruega y Suecia, ninguno de los cuales destaca por su importancia en el mundo de la producción porcina.

Ahora bien, el PRRS no es una enfermedad de declaración obligatoria en la UE ni sometida a medidas de control armonizadas entre los estados miembros, por lo que no existen datos de prevalencia fiables en la mayoría de los países.

El virus Lelystad es el de referencia a nivel Europeo

Quizás sea Dinamarca donde los registros sean más reales, ya que el 73% de las cerdas están adscritas al sistema SPF. los datos del 2013 indicaban que el 37% de las granjas SPF eran positivas a PRRS en Dinamarca(6).

En alemania la prevalencia estimada es del 80% (7) , en italia del 89%(8) y en Francia del 60%. En Holanda hay referencias del 53% en cerdas y 69% en cebos(9). Aunque estos datos están basados en resultados serológicos de un reducido número de granjas, por lo que muy probablemente la prevalencia sea bastante mayor.

En España tampoco hay ninguna fuente oficial, pero se estiman datos del 80-85% en cerdas(10) y 89% en cebos(11). Por tanto, aunque la prevalencia puede considerarse muy elevada en todos ellos, observamos que los países con mayor censo tienden a presentar mayores tasas de positividad frente al virus PRRS.

Prevalencia (%)
Dinamarca 37
Holanda 53
Francia 60
Alemania 80
España 80
Italia 89

Tabla 1. Prevalencia estimada del virus PRRS en cerdas.

Impacto económico de la infección

Estimar el impacto económico de la infección es realmente difícil, pues de nuevo hay gran variedad de factores que influyen en la gravedad de un brote: prevalencia previa, virulencia de la cepa, estado inmune y sanitario de la explotación, sistema productivo, tamaño de granja, etc.

De nuevo, pocos datos en Europa sobre el impacto de la enfermedad.

En la Tabla 2 se reflejan los datos de dos estudios relativamente recientes, sobre los cuales se puede concluir que, aunque el impacto económico de la infección puede ser muy variable, es sin duda considerable y merecedor de esfuerzos para evitarlo.

Brote agudo (EUR/cerda) Infección endémica (EUR/cerda)
Italia(12) 250 70
Holanda(13) 59-379 3-160

Tabla 2. Impacto económico de la infección por virus PRRS.

Métodos de control más habituales

El sector porcino europeo (productores, centros de investigación, empresas farmacéuticas, ect.) dedica grandes esfuerzos en desarrollar diferentes estrategias para el control del virus PRRS, el cual ciertamente presenta dificultades, no solo económicas, sino también técnicas.

Aunque se trata de una tarea complicada, numerosas estrategias se han descrito como efectivas en cuanto al control del virus PRRS en una explotación individual.

La mayoría de ellas combinan estrategias de manejo y de inmunización activa (vacunación), siendo las siguientes medidas las más importantes: control de la reposición (cuarentena y adaptación); vacunación y revacunación de las nulíparas; flujo de producción unidireccional; empleo de semen negativo; estricta bioseguridad interna; estricta bioseguridad externa; vacunación de las reproductoras; vacunación de los lechones; monitorización de las acciones.

Se trata de medidas generales las cuales se aplican de forma genérica, en mayor o menor medida, en los diferentes países europeos.

Sin embargo hay diferencias en el grado de implantación de algunos de los puntos descritos. Un ejemplo claro sería la exigencia respecto a las medidas de bioseguridad, tanto interna como externa.

Estrategias más importantes para controlar el virus PRRS

Probablemente la media de las explotaciones danesas tienen unos protocolos de bioseguridad mucho más estrictos que gran parte de las explotaciones italianas, y, porqué no decirlo, de muchas explotaciones de nuestro país.

¿Puede existir relación entre las medidas de bioseguridad y la prevalencia a nivel nacional?

No podemos asegurarlo, pero la lógica hace pensar que fácilmente podrían estar relacionados. Otro factor en el que curiosamente hay gran variabilidad entre países es en las estrategias de vacunación.

Si hacemos referencia a las vacunas empleadas, no hay grandes variaciones: las vacunas empleadas mayoritariamente son vivas atenuadas basadas en cepa europea. Con respecto a la tasa de vacunación de reproductoras, tampoco hay grandes diferencias.

Con la excepción de dinamarca, donde la tasa de vacunación probablemente sea más baja, en el resto de países el porcentaje de cerdas vacunadas es alto (ver Tabla 3).

En cambio, hay grandes diferencias en cuanto a la tasa de vacunación de lechones. Mientras que en países como Holanda o Alemania es una práctica relativamente habitual, en países como el nuestro es mucho más limitada, aunque es cierto que está aumentando gradualmente.

La vacunación de lechones tiene un doble objetivo:

Precisamente basándose en el abordaje epidemiológico de la enfermedad, es el objetivo en el que se basa la vacunación estratégica temporal de lechones, la cual está cobrando fuerza como medida eficaz para el control de la recirculación vírica en una instalación concreta, en una explotación o incluso, porqué no, en una región(16).

Tasa de vacunación de cerdas Tasa de vacunación de lechones
Holanda 905 20
Alemania 80% 20-30%
España 70-80% <4%

Tabla 3. Tasas de vacunación aproximadas frente a virus PRRS en cerdas y lechones(14,7,15)

Erradicación y/o planes de control regional

Como hemos comentado previamente, la erradicación no es la estrategia de elección mayoritaria a nivel Europeo. A pesar de ello, existen numerosas experiencias positivas de erradicación en explotaciones concretas.

Experiencias holandesas y francesas han demostrado que la combinación de estrategias de manejo y vacunación masiva es una opción válida y rentable a la clásica despoblación/repoblación(17, 18). Aún así, la duda que persiste siempre es la misma: ¿Cuánto durará la granja libre?

En cuanto a los planes de erradicación regional, varias experiencias piloto se llevaron a cabo en USA y Méjico, aunque no muy exitosas en términos generales. En Europa en cambio se han aplicado en algunas zonas de Francia, con resultados muy satisfactorios, aunque no es la tendencia del resto de países.

Lo que sí es cada vez más frecuente es encontrar países en los cuales se estan implantando planes piloto de control regional en zonas concretas, donde se establecen protocolos de control cuyo objetivo es obtener un flujo de lechones negativo, aunque se continúe vacunando a las reproductoras para minimizar los riesgos de reinfección.

Para el control PRRS, la combinación de estrategias de manejo y vacunación masiva es una opción válida y rentable

En Europa se han descrito experiencias en algunas zonas de Francia de baja densidad porcina. En Inglaterra recientemente se ha desarrollado también un Plan de control Regional en la región de Shrophram, clasificada como de alta densidad ganadera, basado en vacunación masiva, en el cual se detectaron mejoras considerables en términos de reducción de mortalidad y aumento de GMD(19).

Holanda también está trabajando en la elaboración de un plan nacional del control del virus PRRS, y desde 2013 trabaja regionalmente en una zona de baja densidad con muy buenos resultados por el momento.

En España se inició en 2010 una experiencia de Control regional en la ADS nº1 de Tauste que ha sido pionera, y se espera que durante este año 2015 arranquen varios proyectos similares en diferentes áreas geográficas.

Y finalmente, más ambiciosos son los daneses, los cuales están estudiando la posibilidad de iniciar un programa nacional de erradicación.

Algunas reflexiones
Bibliografía
Salir de la versión móvil