En el primer artículo de esta serie desarrollamos las causas y consecuencias del consumo subóptimo de las cerdas lactantes:
- Resistencia a la insulina como sistema de defensa para afrontar el ambiente
- Consumo de alimento de la cerda postparto ¿Qué se sabe?
- Repercusiones del subóptimo consumo de alimento de la cerda lactante en los actuales sistemas de producción porcina
En este artículo profundizaremos en las estrategias que promueven el incremento de consumo de las cerdas lactantes.
Perspectivas para incrementar el consumo de alimento de la cerda lactante
De acuerdo con lo descrito en el documento se puede establecer que el subóptimo consumo de alimento de la cerda durante la lactancia está limitado por factores inherentes y externos de la cerda:
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- Las estrategias para el control de las variables ambientales no han sido favorables ante dicho problema, debido a que el consumo de alimento en dicha fase está determinado principalmente por cambios metabólicos por los que transitan las cerdas durante la lactancia, mismos que son más marcados en cerdas jóvenes (primer y segundo parto) [4].
Aún y cuando el subóptimo consumo de alimento que tienen las cerdas durante la lactancia se asocie con un fenómeno fisiológico normal en la cerda, se requieren de alternativas nutricionales para minimizar los efectos de la resistencia a la insulina en las cerdas:
Se han desarrollado diversas estrategias alimenticias para maximizar el consumo de alimento en lactancia y así afrontar de manera favorable el siguiente ciclo reproductivo. Estas estrategias se refieren tanto a cantidad de alimento como a la calidad de este.
Nivel de energía
Elevar la densidad energética del alimento para cerdas lactantes mediante una mayor incorporación de grasa no parece afectar de manera consistente la respuesta.
Al evaluar [23] el balance energético y proteico de cerdas primíparas alimentadas con dietas isoenergéticas con alto (13.5%) y bajo nivel de grasa (3.4%) a dos niveles de alimentación (15 y 11.2 Mcal EM por día).
- Con el nivel de alimentación alto, las cerdas produjeron la misma cantidad de leche, pero con una mayor cantidad de grasa (8.4 vs. 6.9%) y perdieron más condición corporal (3.8 kg) que las cerdas alimentadas con el alimento bajo en grasa.
- La mayor concentración en grasa de la leche no se tradujo a un mayor crecimiento de los lechones al destete (256 vs. 261 g por día).
- Con el nivel de alimentación bajo, no hubo diferencias significativas de:
- Producción de leche
- Composición de la leche
- No modifico los balances energético y proteico
- La producción media de leche diaria fue inferior que el nivel alto (8.3 vs. 9.7 kg por día),
- El crecimiento de los lechones fue inferior (216 vs 258 g por día)
- La pérdida de peso a los 20 días de lactancia fue mayor (12.4 vs 8.9 kg).
En ambientes con elevada temperatura, la administración de alimentos ricos en grasa tiene efecto benéfico, ello debido a menor incremento de calor metabólico de la grasa respecto a los carbohidratos, y dicho efecto benéfico se ve principalmente en la síntesis de grasa en leche. Así como, en mayor consumo energético diario [24].
Calidad y cantidad de proteína consumo
Un aspecto básico de la calidad del alimento para fase de lactancia se refiere al nivel de proteína y aminoácidos, siendo especialmente crítico en la primera lactancia para prevenir una excesiva perdida energética y proteica.
- De acuerdo con Neiill y Williams [24] para un consumo de 5.0 kg por día, las cerdas primíparas deben consumir un alimento con 1.2% de lisina total para no superar un 10% de perdida de proteína corporal durante la lactancia.
- Debido a la diferencia en necesidades de aminoácidos entre las cerdas de primer y segundo parto, en relación con las cerdas multíparas, se sugiere la alimentación específica para cada tipo de cerda [4].
Se ha propuesto el perfil de proteína ideal el cual está en función de la movilización de las reservas corporales [25]. No obstante, la relación optima de aminoácidos a lo largo de la lactancia es dinámica, de manera que varía en función de las necesidades relativas de mantenimiento, desarrollo de la glándula mamaria y producción de leche. Por ello, dichas estrategias son difíciles de llevar a cabo.
Ácidos grasos omega 3
La mayor parte de los estudios con ácidos grasos omega-3 se ha realizado durante la gestación, con el objetivo de aumentar la vitalidad de los lechones postparto.
- Después de administras omega-3 (85 g por día) a cerdas desde el día 109 de gestación, durante la lactancia (21 días) y postdestete hasta la cubrición, se mejoró en 0.5 lechones nacidos vivos en el siguiente parto [26].
- Al evaluar la adición de 0.3% de aceite de pescado desde los 8 días preparto hasta finalizar la lactancia (19 días), en dietas isoenergéticas e isoproteicas se incrementó en el número de lechones nacidos vivos en el parto subsiguiente (10.2 vs 9.3 lechones).
- Dicho efecto fue atribuido a una mejor calidad de los folículos de las cerdas que consumieron omega-3.
Fibra en la alimentación de cerdas lactantes
Además de los efectos benéficos reportados al adicionar fibra durante la gestación sobre la disminución de estereotipias asociadas con la restricción de alimento en dicha fase, se ha reportado que la fibra incrementa el consumo de alimento durante la lactancia.
Así mismo, al evaluar dos dietas de gestación con el 3.2 y el 12.4% de FC, desde el día 25 de gestación hasta el día del parto.
- Las cerdas que consumieron la dieta alta en fibra tuvieron mayor consumo de alimento (15%) con respecto a las cerdas que consumieron la dieta baja en fibra [28].
Un adecuado control en la transición alimentaria entre la gestación y la lactancia favorece la adaptación de la nueva dieta al no influir drásticamente sobre su consumo.
- Se ha reportado [29] que al adicionar dietas fibrosas (12.8% FC) durante los últimos 12 días preparto, las cerdas no experimentan cambios bruscos sobre el consumo de alimento durante la fase de lactancia.
Implicaciones
- La modificación fisiológica del apetito de las cerdas postparto, bajo los sistemas modernos de producción porcina, tiene implicaciones productivas para los mismos, puesto que estas alteraciones tienen un patrón bien definido.
- Para poder contrarrestar los efectos del consumo de alimento de la cerda lactante habría que tener en cuenta que toda alteración (por pequeña que sea ésta) se propaga a todo el sistema de forma ondulatoria, aumentando el tamaño de onda conforme se propaga.
La dificultad con esta manifestación es que, por lo general, se ataca el efecto del problema y no al problema mismo, cuyo origen es casi imperceptible dadas sus características de baja intensidad. De aquí que, los intentos por manipular y controlar el consumo de alimento de las cerdas lactantes no han tenido resultados satisfactorios.
- Al modular la alimentación de la cerda en la gestación tardía y la lactancia a través de técnicas que impacten directamente sobre el metabolismo de la cerda en estas etapas productivas, se aminorarán los efectos de la resistencia a la insulina incrementando el consumo de alimento y reduciendo el estado catabólico en el que entran las cerdas postparto, ello a su vez, evitara la remoción de las reservas corporales y la pérdida de peso corporal durante la lactancia, factores que limitan la expresión del potencial reproductivo y productivo de la especie.