La lactación representa uno de los periodos más exigentes desde el punto de vista fisiológico en la cerda reproductora.
Sin embargo, esta etapa crítica está frecuentemente acompañada por desafíos productivos que limitan el rendimiento zootécnico del lote:
A estos factores se suma el impacto del estrés oxidativo, los procesos inflamatorios intestinales y la frecuente disbiosis postparto, todos ellos con efectos negativos sobre la eficiencia digestiva, la inmunocompetencia y la producción de leche. |
DISBIOSIS INTESTINAL POSTPARTO: IMPACTO SOBRE LA DIGESTIBILIDAD Y EL SISTEMA INMUNE
Durante la lactación, el aparato digestivo de la cerda se enfrenta a una presión funcional extrema.
Esta situación desencadena un déficit energético sostenido, que obliga al animal a movilizar sus reservas corporales y compromete su condición corporal, inmunidad y fertilidad futura (Foxcroft et al., 2006; Thaker & Bilkei, 2005).
Un factor clave en este desajuste es la disbiosis intestinal que ocurre en el postparto, como resultado de los cambios hormonales, la transición alimentaria y el estrés del parto.
Esta alteración del ecosistema microbiano se traduce en una pérdida de bacterias beneficiosas como Lactobacillus y Bifidobacterium, entre otras, y un aumento de microorganismos patógenos oportunistas como E. coli o Clostridium spp. (Li et al., 2023).
En paralelo, esta disbiosis incrementa la permeabilidad intestinal (“leaky gut”) y activa una respuesta inflamatoria crónica de bajo grado, mediada por citoquinas proinflamatorias (IL-1β, TNF-α) y rutas como NF-κB.
Este fenómeno no solo reduce la absorción efectiva de nutrientes, sino que además provoca un desvío de recursos metabólicos hacia el sistema inmune, en detrimento de la producción láctea. |
El resultado es un círculo vicioso en el que la cerda digiere peor, absorbe menos y pierde más.
Figura 1. Desafíos fisiológicos en la cerda lactante y su impacto digestivo
Además, el estrés oxidativo intestinal se ve intensificado con un aumento de especies reactivas de oxígeno (ROS) y marcadores como el malondialdehído (MDA), que dañan la estructura celular y afectan directamente la funcionalidad del epitelio intestinal.
Este deterioro funcional del intestino impacta en toda la fisiología de la cerda lactante:
En consecuencia, los lechones reciben menor aporte energético e inmunológico, lo que se traduce en menor peso al destete, menor uniformidad de camada y mayor susceptibilidad a enfermedades entéricas. |
Abordar este escenario desde la nutrición funcional intestinal es clave para revertir los efectos negativos de la disbiosis, recuperar la eficiencia digestiva y apoyar la productividad global de la cerda y su descendencia.
EMERALD: SOPORTE PREVENTIVO PARA LA FUNCIONALIDAD INTESTINAL EN CERDAS LACTANTES
La inclusión de EMERALD, aditivo fitogénico de alta concentración y liberación dirigida, permite anticiparse a estos desequilibrios mediante una acción preventiva sobre el epitelio intestinal.
Su combinación de aceites esenciales bioactivos (carvacrol, timol, cinamaldehído y eugenol) está diseñada para actuar sinérgicamente sobre tres niveles fisiológicos clave:
Figura 2. Efecto de la suplementación con carvacrol y timol (principios activos de Emerald) sobre los niveles séricos de TBARS y ROS en cerdas durante la gestación y lactación.
Gracias a su sistema de microencapsulación, EMERALD garantiza una liberación localizada en intestino delgado, principal zona de absorción de energía y aminoácidos. Esta biodisponibilidad optimizada permite mantener la funcionalidad digestiva de la cerda en el momento de máxima exigencia, reduciendo la necesidad de movilizar reservas corporales y favoreciendo un estado metabólico más eficiente para la producción láctea.
BENEFICIOS FISIOLÓGICOS Y PRODUCTIVOS EN CERDAS LACTANTES
La aplicación de EMERALD en programas de alimentación de cerdas ha mostrado beneficios cuantificables tanto en el plano fisiológico como productivo.
La intervención precoz sobre el aparato digestivo repercute positivamente en la cerda y su descendencia.
BENEFICIOS FISIOLÓGICOS
Figura 3. Efecto de EMERALD sobre la pérdida de peso corporal de las cerdas durante la lactación.
BENEFICIOS PRODUCTIVOS
Producción y calidad de la leche
EMERALD mejora la función intestinal permitiendo una mayor disponibilidad de nutrientes para la síntesis láctea, lo que se traduce en un aumento del volumen de leche y en un mayor contenido de lactosa y grasa. Además, al reforzar la integridad epitelial y modular la respuesta inmunitaria, contribuye a la producción de un calostro de mayor calidad inmunológica, con niveles más elevados de IgA e IgG, fundamentales para la protección temprana de los lechones.
Peso al destete y ganancia media diaria
Las camadas de cerdas suplementadas con EMERALD muestran una mayor ganancia diaria (+14 %) y un incremento del peso al destete de hasta un 10 %, reflejo de una mejor producción láctea y mayor viabilidad desde el nacimiento.
Uniformidad y supervivencia de la camada
EMERALD promueve una microbiota materna más equilibrada, lo que se traduce en camadas más homogéneas, menor incidencia de diarreas y menor necesidad de tratamientos médicos durante la lactación.
Recuperación postparto y rendimiento reproductivo
Al reducir la movilización de reservas corporales, EMERALD permite una mejor recuperación de la cerda tras la lactación, favoreciendo el retorno al celo y mejorando los parámetros reproductivos del siguiente ciclo.
Figura 4. Efectos de la suplementación de las cerdas con EMERALD sobre el crecimiento y la viabilidad de los lechones durante la lactancia.
CONCLUSIÓNLa lactación es una fase de alta exigencia fisiológica, donde la salud intestinal de la cerda condiciona directamente su eficiencia digestiva y el desarrollo de la camada. EMERALD, gracias a su combinación de aceites esenciales bioactivos y su liberación dirigida en intestino delgado, actúa de forma preventiva sobre los principales factores que comprometen la funcionalidad digestiva: disbiosis, inflamación, estrés oxidativo y permeabilidad intestinal. Esta acción localizada se traduce en beneficios productivos consistentes: mayor digestibilidad, menor pérdida de condición corporal, aumento de la producción láctea, mayor ganancia diaria y peso al destete, y mejor uniformidad y viabilidad de la camada. |
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