Las micotoxinas son una amenaza constante para la productividad y rentabilidad de la producción porcina. ¡Esta amenaza está en todas partes! De hecho, un reciente estudio a nivel mundial reveló que el 85% de los piensos muestreados estaban contaminados con al menos una micotoxina*.
LOS INCONVENIENTES DE LOS ENFOQUES TRADICIONALES
En el pasado, el análisis de los piensos y la monitorización de la salud de los animales eran las únicas formas de identificar los problemas de micotoxinas. Sin embargo, el moho y las micotoxinas no se distribuyen uniformemente en los silos de grano o en los ensilados, sino que aparecen en “bolsas” o zonas concretas, lo que da lugar a grandes variaciones a la hora de formular una ración.
Las estrategias para combatir las micotoxinas también se han centrado en gran medida en cómo secuestrarlas o modificar su estructura para hacerlas menos tóxicas, pero ningún producto de control de micotoxinas ha demostrado ser eficaz frente a todas las amenazas.
- Incluso cuando los niveles clínicos de micotoxicosis no son evidentes, su impacto subclínico a nivel celular puede seguir ocasionando variabilidad en la productividad, agravando las pérdidas a lo largo del ciclo productivo del animal.
UNA MIRADA MÁS CERCANA A LO QUE OCURRE A NIVEL CELULAR
Tradicionalmente, se ha dedicado poco tiempo y recursos a comprender los mecanismos de acción y los daños que ocasionan las micotoxinas a nivel celular. Sin embargo, gracias a los últimos avances, ahora es posible saber más sobre lo que hace que estos enemigos de la productividad sean una amenaza tan persistente y difícil de manejar.
Un ensayo de citotoxicidad puede mostrar el daño que las micotoxinas causan a las células epiteliales intestinales.
Las pruebas in vitro han permitido el desarrollo de estrategias “de dentro a fuera” para:
1. Reforzar la superficie de las células epiteliales del intestino.
2. Mitigar la amenaza del ataque de patógenos oportunistas.
EL ENFOQUE PPR PARA COMBATIR LAS MICOTOXINAS
PREVENIR
En los estudios in vitro, los RFC secuestraron eficazmente algunas de las micotoxinas más comunes, protegiendo el epitelio intestinal del daño causado por las micotoxinas*.
PROTEGER
Los estudios in vitro han demostrado que BG-MAX™ puede prevenir la citotoxicidad intestinal causada por una variedad de micotoxinas, así como por los extractos de forraje que las contienen*.
La protección a nivel intestinal puede bloquear la capacidad de las micotoxinas para migrar a través de la barrera intestinal y entrar en el torrente sanguíneo, llegando a varios órganos.
RESILIENCIA
Los estudios comerciales y los ensayos universitarios* en animales demuestran que BG-MAX™:
Encontrar un programa integral de mitigación de micotoxinas supera muchos de los retos tradicionales asociados con el desafío siempre presente de las micotoxinas. Conseguir tanto la protección como la prevención de las micotoxinas permite al animal desarrollar su resistencia para soportar los desafíos. |
*Investigación disponible a petición.