El enriquecimiento ambiental mediante el suministro de objetos o sustratos capaces de satisfacer las necesidades de comportamiento de los cerdos, es una práctica útil para reducir el estrés vinculado a los sistemas de producción porcina intensiva.
Estos objetos o materiales tienen la capacidad de reducir la cantidad de tiempo que los cerdos dedican a comportamientos sociales dañinos como así también a conductas estereotipadas.
Por lo tanto, el enriquecimiento ambiental se está convirtiendo en algo indispensable en los sistemas de producción intensiva para mejorar el bienestar de los animales, manteniendo al mismo tiempo una alta productividad de los cerdos.
Los cerdos en ambientes enriquecidos son capaces de realizar comportamientos específicos de su especie como actividades exploratorias, búsqueda de alimento, juego y la interacción social.
Los efectos que el enriquecimiento ambiental genera pueden evaluarse según distintos enfoques:
- comportamiento,
- fisiología y
- desempeño productivo
Todos estos aspectos ofrecen una visión de cómo el enriquecimiento ambiental mejora el bienestar de los cerdos.
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