Articulo de MSD Animal Health y SIP Consultors
INTRODUCCIÓN
El sector porcino español lleva años inmerso en un proceso continuo de mejora, que le ha convertido en una referencia a nivel mundial.
En las últimas décadas, los profesionales de la producción porcina han hecho un gran trabajo en sus respectivos campos para mejorar la eficiencia productiva: genética, instalaciones, nutrición y manejo.
Como profesionales del sector tenemos que velar por la salud y el bienestar de los animales y la seguridad alimentaria, pero también por la rentabilidad de las empresas.
La eficiencia económica nos hará más fuertes en un entorno cada vez más competitivo y volátil.
Para ello es muy importante disponer de información contrastada y herramientas de diagnóstico precisas que nos permitan tomar decisiones de calidad, basadas en criterios objetivos.
SITUACIÓN ACTUAL
Además, debemos considerar el aumento de problemas sanitarios, causados principalmente por las cepas de alta virulencia del virus PRRS, que están provocando pérdidas económicas muy importantes.
Este aumento del coste debido al incremento de precio de las materias primas, acentuado por los problemas sanitarios, hace que el sector porcino español esté en una situación compleja.
Como bien sabéis, estamos en un sector donde la influencia que tiene el productor sobre el precio de venta es mínima. Por lo tanto, nuestro foco ha de ser trabajar sobre todo aquello que nos haga reducir el coste de producción.
¿DÓNDE NOS DEBEMOS FOCALIZAR?
Para tratar de ser lo más eficientes posible, y por lo tanto competitivos, es clave determinar dónde se producen las principales deficiencias en nuestra estructura productiva e implementar medidas correctoras.
Para entender más fácilmente la importancia que tiene el análisis económico, y su repercusión, vamos a presentar dos casos prácticos:
Ejemplo 1: granja de cerdas
El veterinario de una granja de 1.000 madres se plantea aplicar una nueva vacuna que debería reducir los días no productivos.
Los días no productivos son el resultado de un fallo reproductivo generado por diferentes motivos (repeticiones, abortos, cerdas anoéstricas, cerdas vacías, gestantes sacrificadas o muertas).
Se podría decir que un día no productivo es aquel en el que la cerda no está gestando ni lactando.
A nivel técnico la granja presenta los siguientes resultados:
La aplicación de la vacuna tiene un coste de 3€ por cerda y año y debería mejorar la tasa de partos. En la Tabla 1 vemos que el coste del tratamiento se compensa con el beneficio obtenido en la mejora en tasa de partos (reducción días no productivos), en función de la mejora.
Esta información nos permite determinar que la inversión en este tratamiento resulta beneficiosa para la granja, desde un punto de vista sanitario, pero también económico.
Ejemplo 2: cerdos en crecimiento
En la fase de cebo se concentra en torno al 65% del coste de producción total. Todo aquello que nos haga mejorar los principales parámetros técnicos de esta fase (mortalidad, ganancia media diaria, índice de conversión y % de colas) tendrá una mayor repercusión en la mejora de la eficiencia productiva (independientemente del precio de venta).
Esto se magnifica en una situación como la actual con costes de producción altos.
Un estudio de campo realizado por la empresa determina que la aplicación de esta vacuna genera la siguiente mejora de los datos productivos:
En la Tabla 2 se observa cómo la aplicación de este tratamiento tiene una buena rentabilidad, gracias a la mejora obtenida en los parámetros técnicos.
En el ibérico hay un ROI superior ya que tanto el coste de producción como el precio de venta son más altos, y por lo tanto el impacto económico de las mejoras técnicas es superior.
CONCLUSIONES
- Para lograr una máxima eficiencia, debemos identificar los parámetros técnico-económicos que generan una mayor desviación en el coste de producción y trabajar para mejorarlos.
- Tener la capacidad de cuantificar económicamente los parámetros técnicos nos permitirá tomar decisiones basadas en información objetiva, enfocadas en mejorar la competitividad de nuestra empresa.
- En un momento como el actual, donde el coste de producción aumenta debido al incremento de precio del pienso, los problemas sanitarios tienen una repercusión económica más importante.
- Un factor fundamental para conseguir un buen resultado económico es la sanidad de la estructura productiva, que, entre otras cosas, se apoya en programas de vacunación. Una vez disponemos de esta “buena sanidad” el reto es mantenerla para evitar desequilibrios que pueden significar pérdidas productivas y económicas importantes.
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