El gran avance genético que se ha producido en el sector porcino en los últimos años, no se ha observado en la fase de posdestete. De hecho, los crecimientos medios diarios actuales son prácticamente iguales a los de años anteriores (Gráfica 1).
Gráfica 1. Evolución de la curva de crecimiento de lechones destetados desde 2006 a 2016. (Datos: SIP consultors 2014, Informe Anual Sector Porcino Udl: 2014, 2015, 2016)
Los objetivos de crecimiento para la fase de posdestete no son muy distintos a los que se tenían en los años 80.
En el año 1984, el INRA daba por bueno alcanzar a los 70 días de edad un peso de 25-30 Kg, peso que actualmente sigue siendo una utopía para numerosas empresas productoras de cerdos. Y no será porque tecnológicamente no se haya avanzado en materia de nutrición o tecnología de fabricación de piensos, o porque no haya las condiciones ambientales correctas.
Hay muchos factores que influyen e impiden que se puedan alcanzar los objetivos de crecimiento propuestos, al menos de momento[registrados].
El peso de los lechones al nacimiento disminuye con el aumento del tamaño de camada (Smith, M. 2007) y cuanto menor sea este peso, menor será su crecimiento (Gráfica 2).
Se ha observado que las diferentes razas pueden influir mucho en los diferentes parámetros productivos.
Las condiciones con las que se vaya a encontrar el lechón determinarán:
- Su ingesta diaria.
- Sus gastos metabólicos.
- La probabilidad de patologías.
En definitiva, estas condiciones serán cruciales para la total expresión del potencial genético de los animales en cuestión. Las condiciones de alojamiento son, por regla general, mucho mejores hoy que hace unos años, habiendo influido visiblemente los resultados de crecimiento.
El peso al destete determina los rendimientos de los cerdos en posdestete y cebo, existiendo publicaciones que demuestran que un peso al destete reducido afecta al posterior crecimiento (Tokach, M.D., 1992), como muestra la Gráfica 3.
La elevada productividad de las cerdas actuales hace que los pesos al destete se hayan reducido, siendo difícil lograr que cerdas hiperprolíficas desteten lechones a los 21 días de vida con 5,5 Kg de peso, por varios motivos:
- La necesidad de tener nodrizas por falta de mamas suficientes, reduciendo el crecimiento de los lechones y los pesos al destete (Fix and See, 2008).
- La capacidad lechera de la cerda es inferior a la capacidad de crecimiento del lechón, por lo que únicamente con la leche los lechones no alcanzan su potencial genético (Ruurd T. Zijlstra, et al., 1996).
El destete supone un cambio radical en la vida del lechón, que se separa de su madre y pasa de una dieta líquida a sólida.La falta de adaptación a la nueva dieta hará que el lechón no coma inmediatamente (Bruinix, et al. 2002) provocando cambios en la morfología de su intestino: la altura de las microvellosidades intestinales se reducirá (gráfica 4), afectando a la capacidad de absorción de nutrientes y perdiéndose crecimiento a la vez que aumenta el riesgo de sufrir diarreas.
Optimizar la alimentación de la cerda, maximizando la ingesta de pienso y agua es primordial para mejorar la producción láctea y lograr un buen crecimiento del lechón (Close and Cole, 2000). Cualquier estrategia que consiga aumentar el crecimiento de los lechones durante la fase de lactación mejorará los pesos al destete, permitiendo recoger los beneficios en las fases posteriores.
En definitiva, entre todos estos parámetros quizá el que menos se ha trabajado es la adaptación del lechón a la alimentación sólida que se encontrará en la fase de posdestete, intentando a la vez mejorar los crecimientos que se obtienen durante la fase de lactación.
Entre las distintas estrategias para conseguir la adaptación de los lechones a la dieta solida de posdestete hay algunas que pueden ser de fácil aplicación y bajo coste por lo que son las que se pretendieron trabajar en este proyecto:
1. Aportar agua los 3 primeros días de vida
Agua vs. calostro leche
La cerda produce calostro durante los primeros días posparto y progresivamente este calostro irá transformándose en leche. Estos dos productos son distintos desde un punto de vista de composición, siendo el calostro rico en proteínas, mientras que la leche es rica en grasa (Klobasa F. et al., 1987).
Cuando se aporta agua a los lechones recién nacidos, se observan diferencias considerables de consumo entre camadas, por lo que se ha especulado que el cambio en la composición de la leche no se produce por igual en las distintas cerdas, llevando a la saturación de algunos lechones que necesitarían diluir la leche que beben.
La posibilidad de beber agua incrementaría el consumo de leche y reduciría la posibilidad de desarrollar procesos diarreicos, resultando en un incremento de peso. Además, el hecho de que el lechón aprenda que puede obtener bebida fuera de su madre será el primer paso para la adaptación a la futura alimentación sólida. De hecho, es frecuente que el consumo de pienso no se incremente porque los lechones no saben beber agua.
Presentación del agua
El agua debe aportarse de forma que resulte atractiva para el lechón, ya que es frecuente que cuando se colocan bebederos diseñados para lechones lactantes éstos no los prueban.
- El agua debe presentarse en platos planos que faciliten el acceso de los lechones, permitiendo además que puedan beber varios animales a la vez (Phillips, P.A. and Fraser, D. 1991).
- Los platos utilizados deben ser los mismos que se utilizarán posteriormente para aportar la dieta de iniciación de modo que el lechón ya sepa para que sirven.
- Los lechones aprenden mejor de sus parientes que de lechones que no conocen (Figueroa, J. 2012) por lo que hay que aprovechar la fase de maternidad cuando están junto a sus hermanos para estimular un aprendizaje precoz.
2. Introducción temprana de la dieta de iniciación
No todos los lechones saben comer cuando son destetados, existiendo un porcentaje de lechones que no prueban el pienso durante la fase de maternidad y posteriormente tendrán más dificultades iniciar la ingesta de pienso (Brunix, et al., 2002).
Esta circunstancia no merecería excesiva atención si no fuera porque los lechones que comen mal al posdestete son los que tienen un riesgo mayor de sufrir procesos diarreicos (Madec F. et al., 1998) o incluso otras patologías como PRRS (Lawrence, B. et al. 2006).
Probióticos y prebióticos
La estrategia para solucionar este problema es conseguir que todos los lechones coman antes del destete y para ello hay que ofrecer los piensos de iniciación lo antes posible, ya que la ingesta va relacionada con el número de días en los que el lechón coma (Brunix, et al., 2002).
Con el fin de valorar el impacto real de las estrategias planteadas, las cooperativas de GUCO (Valderrobles-Teruel) y San Miguel (Tauste), con el apoyo económico del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAPA) a través de su proyecto Ayudas IDi 2014, se realizó un trabajo de investigación aplicada evaluando objetivamente el impacto de las nuevas estrategias de alimentación en 4 explotaciones de las cooperativas.
El estudio planteaba seguir individualmente a 480 lechones (240 controles y 240 tratamiento) hasta los 60 días de vida en cada granja. Estos lechones se agruparon por camadas (24 camadas control y 24 camadas tratamiento) y se marcaron individualmente para distinguir los lotes al pesarlos el primer día de vida.
El manejo propuesto en los distintos grupos tratamiento planteados y llevado a cabo en esta actividad fue el siguiente.
Desde el nacimiento hasta el destete
1.- Modificaciones en la dieta estándar:
2.- Administración del agua:
CANTIDAD DE AGUA
Tras cada administración se estableció el protocolo de eliminar el agua remanente, limpiando el plato y poniendo de nuevo la cantidad establecida.
TRATAMIENTOS
Se formaron 4 grupos que se seguirían hasta los 60 días de vida
- Grupo control (sin agua)
- Grupo Agua
- Grupo Agua + Estevia
- Grupo Agua + dextrosa
3.- Administración de pienso
El pienso se administró en los platos de agua a todos los grupos por igual:
Desde el destete hasta los 60 días
La pauta estándar aplicada a todos los grupos fue la siguiente:
CANTIDAD DE PIENSO
- Administración de 500 g de lactoiniciador desde el día 15 hasta el destete (o hasta que se lo hayan comido, según práctica habitual de la granja).
- Tras el lactoiniciador, administración de 4 Kg de pre-starter (siempre que sea posible mañana y tarde), cambiando posteriormente al starter ad libitum y a granel.
REGISTRO DE PESOS
Durante la prueba se registraron los pesos al nacimiento, al destete y posdestete a los 60 días con el objetivo de comparar al final del protocolo el crecimientos y los pesos a los 60 días de vida valorando los distintos intervalos:
- 1er día – destete.
- Destete – 60 días.
- 1er día – 60 días.
Se realizaron adicionalmente dos estudios sobre la microbiota intestinal
A. Evaluación del efecto de la ingesta de agua o agua con dextrosa sobre la microbiota intestinal
Se tomaron muestras de heces de camadas de cerdas de 4-5 partos no medicadas y siempre de la misma explotación, haciendo pools de los grupos de tratamiento y de control (2 camadas/grupo), así como pool de todos los lechones (en total 6 muestras):
- Antes de comer (día 12-13).
- Día destete.
- Día 4 posdestete.
B. Evaluación del efecto del inicio temprano del consumo de agua sobre la microbiota intestinal
Para la toma de muestras se cogieron heces de lechones de 22 días de vida de 4 camadas de 3º-5º parto.
- 2 camadas que recibieron agua a partir del 2º día de vida + pienso iniciador a los 15 días
- 2 camadas donde solo se adicionó el pienso iniciador a partir de los 15 días
Al destete, una de las dos camadas que había recibido el agua recibió el pienso pre-starter medicado y la otra sin medicar, aplicándose el mismo procedimiento a las camadas que no recibieron agua adicional durante la fase de lactación. Se tomaron 6 muestras de heces el día 29 (pool de heces).
- Lechones que habían tomado agua adicional en lactación y que tomaron pienso pre-starter no medicado (SANA).
- Lechones que NO habían tomado agua adicional en lactación y que tomaron pienso pre-starter no medicado (NANA).
- Lechones que habían tomado agua adicional en lactación y que tomaron pienso pre-starter medicado (SASA).
- Lechones que NO habían tomado agua adicional en lactación y que tomaron pienso pre-starter medicado (NASA).
A partir de los datos obtenidos tras el pesaje (Gráficas 7, 8 y 9) de los lechones se pudo comprobar que:
MICROBIOTA INTESTINAL
En cuanto a los resultados del primer estudio de microbiota realizado, hubo importantes diferencias entre los grupos de tratamiento que recibieron pienso medicado con antibióticos al posdestete.
Los grupos tratados presentaron una microbiota en la que los géneros potencialmente patógenos como Escherichia, Campylobacter y Brachyspira estaban mucho más controlados. Estos grupos presentaron el perfil de microbiota que podríamos considerar más equilibrado.
En cuanto a los resultados del segundo estudio de microbiota realizado destacan siguientes puntos:
- Hasta el destete, donde la única diferencia entre las muestras era si había aporte extra de agua no, el grupo que recibió un aporte extra de agua presentó una microbiota más cercana a la de lechones ya destetados y alimentados con dieta sólida. Esto se relaciona posiblemente con una ingesta mayor de alimento sólido durante la fase de lactación, corroborando los resultados productivos.
- No obstante, las muestras tomadas a los 5 días posdestete solo mostraron diferencia evidentes entre los grupos que se alimentaron con pienso medicado y los que no tomaron el pienso medicado. Estas diferencias evidentes enmascararon cualquier otra que se podría haber producido entre los grupos que tomaron agua y los que no
Conclusiones finales
La administración de agua adicional en platos a los lechones durante la fase de lactación parece interesante, pues en este estudio ha conseguido un mejor crecimiento desde el nacimiento hasta los 60 días (8 % superior), mientras que la incorporación de aditivos en el agua no aportó una ventaja adicional.
En cuanto a los resultados de la microbiota intestinal, éstos parecen mostrar un equilibrio superior en los grupos que tomaron agua y pienso medicado en el post- destete. Sin embargo, se precisa más experiencia en este tipo de estudios de microbiota para poder disponer de patrones y, seguramente, aumentando el número de muestras a tomar se eliminarían algunos resultados que se presentan confusos en su interpretación.
Es gratificante comprobar que las medidas de manejo correctamente implementadas y dirigidas pueden suponer un ahorro económico importante, en muchos casos, mayor que el que se consigue con la implementación de otras medidas mucho más costosas
¿Relevancia económica?
La mejora en el crecimiento conseguido en los grupos que tomaron agua adicional durante la fase de lactación podría valorarse en el mercado actual en aproximadamente 1 €.
Esta ventaja debería traducirse también en mejores resultados durante el engorde:
De cumplirse estas ventajas, el ahorro obtenido por cerdo aumentaría, pudiendo oscilar entre los 2-3 €/cerdo sacrificado.
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