Mérida reunió el pasado 28 de abril a cerca de 50 profesionales del sector ibérico entre productores, veterinarios, asociaciones del sector y representantes de la administración, en una jornada centrada en el bienestar animal y, en concreto, en uno de los principales retos del sistema de producción ibérico: la castración quirúrgica de las hembras. El encuentro fue organizado por la empresa de salud animal Zoetis con la finalidad de fomentar el debate y el intercambio de conocimientos en la búsqueda de alternativas para que los productos del cerdo ibérico afiancen su posicionamiento como productos acordes con el bienestar animal en todos los eslabones de su producción.
Una producción sostenible y acorde al bienestar animal
La explotación extensiva del cerdo ibérico es uno de los pocos sistemas de producción animal en el que la relación entre el animal y el medio ambiente es completa. Inmensas extensiones de terreno, pobladas de encinas, alcornoques y olivos, son el hábitat del cerdo ibérico que permanece, en mayor o menor medida durante la denominada fase de montanera, pastando en libertad bellotas y hierbas silvestres. Todas estas cualidades hacen al sistema de producción del cerdo ibérico merecedor del sello “animal friendly”, es decir, sostenible con el ecosistema y con altos estándares en bienestar animal.
Sin embargo, existe un aspecto sobre el que incidir; uno de los pocos puntos débiles del sistema es la castración de las hembras ibéricas criadas en extensivo.
Según la norma de calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibéricos, los cerdos ibéricos se deben sacrificar con un mínimo de diez meses de vida. A esa edad, las cerdas han alcanzado la pubertad y, dado el régimen extensivo en el que se encuentran, es muy posible que salgan en celo y puedan quedar preñadas.
En ese sentido, Antonio Dalmau, investigador especializado en bienestar animal del Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA), ha manifestado durante el encuentro que, “la singularidad de la dehesa y la presencia de jabalíes en algunas áreas hace que la castración de las hembras de cerdo ibérico sea difícil de evitar. De hecho, en estos casos, sin la castración existiría el riesgo de montas entre jabalíes y hembras ibéricas, que conllevarían importantes consecuencias sanitarias, productivas y económicas”.
Sin embargo, según el experto, la castración quirúrgica de las hembras aleja al sistema de producción del objetivo de ser considerado “animal friendly”, por constituir una preocupación en materia de bienestar animal y no estar permitida salvo casos muy concretos en los que debe realizarse por un veterinario con la debida anestesia y analgesia.
Por esta razón Antonio Dalmau ha señalado la importancia de buscar alternativas a la castración de hembras ibéricas criadas en extensivo, y “la vacunación –ha concluido- parece un método factible”.
Una alternativa necesaria
La vacunación a la que hace referencia Antonio Dalmau es una nueva alternativa a la castración quirúrgica de las hembras en extensivo. “Un método rápido y sencillo que evita la salida en celo de las cerdas y las gestaciones no deseadas – ha explicado Alfredo Romero, de la empresa de salud animal Zoetis –, permitiendo alcanzar los máximos estándares de calidad de canal y carne que demanda el sector ibérico, sin necesidad de castrar físicamente a las hembras. Es, por tanto, una solución acorde con la normativa de bienestar animal y con el concepto “animal friendly””.
Por su parte, Manuel Ramos, jefe de Integración de Inga Food (Grupo Nutreco), empresa dedicada a la producción y comercialización de cerdos cebados, ha declarado que “la vacunación como alternativa a la castración quirúrgica se ha convertido en una herramienta productiva importante para la cerda ibérica. Al evitar que las hembras alcancen la pubertad, se favorece un mejor aprovechamiento del potencial de crecimiento de la hembra, aumentando la eficacia alimenticia, y generando un mejor coste de producción final”.
Esta alternativa responde al reclamo de consumidores que solicitan productos de calidad a la vez que se preocupan por que su sistema de producción respete el bienestar animal y el medio ambiente.
El sector ibérico en Extremadura
El porcino ibérico representa, con cerca de 2,2 millones de animales, aproximadamente el 9 por ciento del censo total de cerdos en España (más de 25 millones de cerdos). Para Extremadura es uno de los principales sectores económicos. Con más de 900.000 cerdos ibéricos, situándose la gran mayoría en la provincia de Badajoz (813.732 animales), la comunidad extremeña ocupa el primer lugar en la clasificación de comunidades autónomas en cuanto a censo de porcino ibérico.
En la actualidad, Extremadura cuenta con cerca de 5.500 explotaciones de ganado porcino en sistema de producción extensivo, lo que significa el 40 por ciento del total de explotaciones extensivas de España (13.984 explotaciones).