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Factores a considerar para el control reproductivo en cerdas

La productividad de las cerdas depende principalmente del tipo de manejo reproductivo que se haga en la explotación.

La puesta en marcha de sistemas de manejo especiales para las cerdas de reposición y primíparas pueden incrementar y optimizar los resultados productivos de la explotación. Conseguir maximizar la producción de lechones uniformes en edad al destete es el principal objetivo de cualquier productor, para ello es necesario sincronizar el ciclo sexual de cerdas adultas y de recría mediante la inducción del celo y de la ovulación.

El objetivo es maximizar el nº de partos/cerda/año, para conseguirlo hay que trabajar a tres niveles:

• Manejo de nulíparas con el fin de disminuir el tiempo de llegada a la 1ª cubrición.

• Control del “intervalo destete-cubrición fértil”, con objeto de que sea lo más corto posible.

• Eliminación de cerdas con problemas reproductivos.

¿Qué ocurre con las cerdas nulíparas?

Las cerdas de reposición deben entrar en la granja de forma constante en el número y en el tiempo, si los problemas de con las multíparas fuerzan la entrada de nulíparas es imposible controlar la curva de edades en la granja y aparece una gran dispersión de paridades en cada lote o banda.

Para optimizar la productividad de las nulíparas es necesaria la aplicación de un sistema de manejo encaminado a seleccionar las mejores hembras con cierta garantía de elegir a la vez las mejores futuras reproductoras de la explotación.

Un manejo reproductivo en el que se estimule la aparición temprana de la pubertad, junto con el control de los primeros celos y una buena primera inseminación mejora los resultados productivos del primer parto y permite optimizar la productividad de la explotación.

La pubertad

Aparece entre los 5 y 8 meses de edad, y está influenciada por diversos factores que, pueden tener un efecto estimulante o inhibitorio sobre su llegada. En general estímulos como la exposición a machos adultos diariamente (mañana y tarde durante 15 minutos), las técnicas de inducción de la pubertad y la reubicación en entornos nuevos son más efectivos en cerdas de aproximadamente 160 días de edad. Por el contrario, si mantenemos las cerdas aisladas, con días de corta duración o con temperaturas altas, la pubertad suele retrasarse.

¿Cómo optimizar los resultados productivos de las cerdas nulíparas?

¿Qué ocurre con las cerdas primíparas?

Tras el destete la salida a celo de las primíparas es menos previsible que en las multíparas, asimismo, el intervalo destete-cubrición también es mayor y con más dispersión. Además, por lo general éstas son menos prolíficas en el segundo parto.

Al destete podemos encontrar primíparas en dos estados diferentes:

El 80-95% de las nulíparas de reposición será púber a los 8 meses de edad y presentarán una gran dispersión de salidas en celo. Esta situación acarrea una gran dificultad para tener lotes o bandas homogéneos en número y obliga a tener más cerditas de las teóricamente necesarias

¿Qué ocurre con las cerdas multíparas?

En las multíparas podemos encontrar dos tipos de problemas: lotes o bandas descompensados en número, que solucionaremos cambiando cerdas de semana, y cerdas con mucha pérdida de peso al destete y con dificultades para salir en celo.

¿De qué alternativas hormonales disponemos?

Progestágenos

Los progestágenos sintéticos, provoca un feed back negativo en el eje hipotálamo-hipofisario inhibiendo la secreción de hormonas gonadotropas (FSH y LH), bloqueando el crecimiento folicular. Esto impide la aparición del estro durante el periodo de tratamiento. Al finalizar el tratamiento las cerdas salen en celo agrupadas.

El progestágeno reduce las concentraciones sanguíneas de gonadotropinas endogenas, LH y FSH. Como consecuencia induce una regresión de los folículos grandes (> 20-25 mm) y por lo tanto bloquea el estro y la ovulación. Durante la segunda mitad del periodo de tratamiento con el producto, cuando han remitido todos los folículos grandes, se produce un pico de la concentración de FSH que constituye el inicio de una nueva oleada de crecimiento folicular. Después de terminar el tratamiento, el aumento de la concentración de LH se estabiliza, lo que permite sostener el crecimiento y la maduración folicular.

Las mejoras reproductivas asociadas al uso de los progestágenos son el aumento de la fertilidad -mejora la agrupación de celo, facilitando su detección y aumentando la fertilidad- y el aumento de la prolificidad -aumenta la tasa de ovulación y aumenta el tamaño de camada por una mejora en el desarrollo de los folículos, una disminución de los folículos atrésicos y pequeños, y una mejora en la detección de celo-.

Gonadotropinas

Actúan sobre la hipófisis e induce selectivamente la liberación de FSH, primordial en la maduración folicular y la inducción del celo. La FSH estimula un mayor número de folículos en crecimiento e induce la formación de los receptores de LH en el folículo e incrementa su respuesta para la ovulación. Además una oleada de FSH en el momento adecuado influye en la tasa de ovulación.

El uso de gonadotropinas permite agrupar la salida a celo, acortar el intervalo destete-celo. Asimismo incrementa el índice de partos y el número de lechones nacidos vivos.

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XV CONGRESO INTERNACIONAL DE REPRODUCCIÓN PORCINA

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