Icono del sitio porciNews, la revista global del porcino

Figura del veterinario en la lucha frente a las resistencias antimicrobianas

Escrito por: Albert Finestra -

Albert Finestra es Licenciado en Veterinaria, con un Máster en Patología y Producción Porcina por la UAB. Actualmente trabaja en TSC (Technical Support Consulting).

Tras los primeros tres meses desde la entrada en vigor de la norma incluida en el Real Decreto 191/2018 por el que se establece la transmisión electrónica de datos de las prescripciones veterinarias de antibióticos a las Comunidades Autónomas y éstas, a su vez, al organismo pertinente del Ministerio de Agricultura, estamos todavía expectantes con lo que va a suceder.

Sin duda, es una revolución en la prescripción veterinaria que hasta ahora, en muchos casos, se hacía de una forma coherente pero en muchos otros no.

La prescripción veterinaria debe contribuir al objetivo común de «UNA SALUD», garantizando el uso responsable de los antibióticos para preservar su eficacia.

Hacer un uso responsable de los antibióticos implica usarlos “tan poco como sea posible, tanto como sea necesario”.

Si trasladamos este concepto a la producción porcina, donde somos testigos de un resurgimiento de patologías como la Leptospirosis, los antibióticos son una herramienta fundamental que, siempre y cuando se apliquen en base a un diagnóstico fundamentado, nos permiten afrontar la enfermedad sin perder efectividad.

La figura del Veterinario, desde mi humilde punto de vista, debe ganar espacio en la prescripción veterinaria y que sea el verdadero garante del uso del antibiótico en la práctica terapéutica. De todas formas, por lo observado hasta el momento, todavía hay mucha incertidumbre sobre cómo proceder en muchos casos y voy a tratar de dar respuesta a ciertas dudas que surgen.

 

Prescripción electrónica

En primer lugar, la prescripción electrónica:

No es obligatoria

No es necesario estar suscrito a ninguna plataforma

Se puede continuar realizando la prescripción en formato papel

No obstante, hay que reconocer que la prescripción electrónica es muy práctica y nos deberíamos acostumbrar a este tipo de formato.

 

Declaración obligatoria

En relación a la obligación de la declaración obligatoria, tengo entendido que solo afecta a la prescripción en ganadería.

¿Qué ocurre con el resto de especies?

¿No les aplicamos el uso prudente de los antibiótico?

 

Con respecto a la declaración de las prescripciones realizadas, imagino y casi corroboro por reuniones y charlas a las que he asistido que, de momento, estamos en una fase primaria en la que se pondrá a prueba la forma de valorar si en una determinada explotación se consume mucho antibiótico o no. Una vez que esa medida esté clara, tal vez nos podamos comparar.

 

Quiero enfatizar la relevancia de la figura del veterinario, ya que si no hay interés comercial manifiesto entre prescriptor y ganadero, deberá recetar tanto antibiótico como sea necesario para preservar la salud de los animales y, a la vez, analizar qué acciones de prevención se pueden llevar a cabo para reducir el uso del antibiótico recetado.

 

La utilidad del antibiograma

Quisiera matizar la cuestión de la necesidad de realizar un antibiograma ante cada acción terapéutica que se nos plantee.

En primer lugar, nuestra misión es solucionar la posible enfermedad y, para ello, tenemos los antibióticos que son las armas más útiles para combatir las infecciones bacterianas.

Como ejemplo, tenemos el caso de la Leptospirosis, una enfermedad que ha incrementado su prevalencia desde la implementación de la Ley de Bienestar Animal. El hecho de alojar a las cerdas en grupo favorece la transmisión de la enfermedad y, en este caso, la primera opción para hacerle frente es el uso de antibióticos.

El antibiograma es una herramienta útil que puede ayudar a entender mejor qué ocurre, pero se debe interpretar con cuidado.

No es lo mismo valorar halos de inhibición que concentraciones mínimas inhibitorias (CMI)

Hay que valorar mucho la muestra tomada

Debemos reconocer que el comportamiento de las cepas in vitro es distinto, ya que en el campo hay otros factores implicados que pueden afectar a la eficacia del antibiótico.

Nos mantendremos a la espera de conocer los datos de las prescripciones que seguramente nos permitirán ver la realidad sobre el consumo de antibióticos en España. Estoy seguro de que hacemos un uso más racional del que los primeros datos del ESVAC mostraron. No obstante, es bueno que reflexionemos sobre lo que podemos hacer para minimizar el consumo de antibióticos y valoremos cuánto usamos para seguir reduciendo.

Salir de la versión móvil