La salud intestinal porcina está influenciada por los componentes del alimento.
En este sentido, el contenido y composición de la fracción fibrosa del alimento, el contenido en proteína y su origen, así como la presencia de determinados minerales (como el zinc y el cobre), probióticos, prebióticos, enzimas y otros aditivos nutracéuticos pueden modificar la salud intestinal y el desarrollo posterior de los cerdos. |
¿Qué es el fitato?
Propiedades antinutricionales del fitato
En la nutrición de monogástricos, el fitato es descrito como un componente antinutricional o no digestible debido a la falta de la cantidad suficiente de la enzima necesaria (fitasa) para romper los enlaces que liberarían los grupos fosfato (desfosforilación).
Importancia del mioinositol
Descubierto por el químico alemán Josef Sherer en 1850 quien lo aisló del tejido muscular, el mioinositol (o inositol, molécula central del fitato, considerado un miembro de la familia de las vitaminas B) está presente en todos los tejidos animales, con los niveles más altos en el corazón y el cerebro.
El mioinositol es un polialcohol presente en las membranas plasmáticas celulares. |
Funciones del mioinositol
Uso de fitasas exógenas en la alimentación porcina
El uso de fitasas de forma exógena en la alimentación de cerdos se remonta al inicio de la década de 1990.
La capacidad de las fitasas para incrementar la productividad ha sido ampliamente demostrada, tanto en cerdos como en lechones. Los beneficios de las fitasas se asocian a:
Un estudio en broilers sugiere que alrededor del 30-35% de la respuesta a altos niveles de fitasa en la dieta podría atribuirse a la generación de mioinositol por la completa desfosforilización del fitato5.
Sin embargo, estos efectos “extrafosfóricos” son controvertidos, existiendo inconsistencias en su demostración práctica, sobre todo en lo que se refiere al incremento de la digestibilidad ileal de aminoácidos y utilización de proteínas. Esta controversia se ve favorecida por la dificultad en el análisis de la cantidad de fitato presente en los piensos suministrados a los cerdos y al uso de óxido de cromo como marcador en los estudios de digestibilidad de aminoácidos2. |
Recientemente, se ha descubierto que la dosificación de fitasas en la dieta de lechones a niveles superiores a los usados para conseguir cubrir sus necesidades de fósforo incrementa su productividad en términos de crecimiento y conversión alimentaria, aunque la dieta no tenga suficientes cantidades de fitato (el sustrato de la fitasa), no estando demostrados totalmente estos efectos en cerdos de engorde.
Teóricamente, los elevados niveles de fitasas en las dietas, denominados sobredosificaciones (super-dosing en la literatura inglesa) pueden “defitinizar” las dietas, lo que implica la degradación total del fitato (IP6) y sus derivados (IP5 a IP1) dando inositol6.
¿Cómo influye el pH estomacal a la actividad de las fitasas?
Los lechones que ingieren pienso de iniciación (creep-feed) tienen estómagos más grandes y una mayor producción de ácido clorhídrico y pepsina, circunstancia que sugiere un mayor desarrollo del tracto gastrointestinal6. Por tanto, la función gástrica es fundamental en el desarrollo del intestino y su mantenimiento con un buen estado.
Los resultados productivos pueden verse en la Tabla 1.
Durante los 21 días del estudio:
La mejora del índice de conversión se atribuyó a una mejor adaptación del tracto digestivo, permitiendo a los lechones cubrir mejor sus demandas nutricionales, así como a una reducción de nutrientes no digeridos que llegan al intestino grueso donde, especialmente la fermentación de la fracción proteica, puede resultar más dañina para el lechón. |
Las lecturas máximas, mínimas y medias del pH estomacal como respuesta a la sobredosificación de fitasa se muestran en la Tabla 2.
Los diferentes productores de fitasa no aconsejan el uso de valores nutricionales en la matriz de formulación en las dietas más allá de los usados cuando no se sobredosifican éstas. Ello es debido a la variabilidad de las dietas que se formulan, así como a la variabilidad de sus efectos y a los bajos niveles de fitato de las mismas dietas.
Podemos concluir que el uso de fitasas sobredosificadas en los piensos postdestete incrementa los resultados zootécnicos de los lechones en ese periodo, incrementando la GMD y mejorando el IC.
Estas mejoras puede ser consecuencia de la degradación total del fitato vegetal, incrementando la digestibilidad y disponibilidad del fósforo, de la energía, de los aminoácidos y, probablemente, del incremento del inositol disponible. Además, se reducen las pérdidas endógenas de proteína por una menor secreción de mucina intestinal y, al llegar menos sustrato al intestino grueso, se minimizan las fermentaciones con la consecuente reducción de la proliferación microbiana, redundando en una mejora generalizada de la salud intestinal de los cerdos.
Bibliografía
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2. Cowieson, A. J., et al. 2017. «A systematic view on the effect of microbial phytase on ileal amino acid digestibility in pigs». Animal Feed Science and Technology 231 (septiembre): 138-49.
3. Selle, P. H., et al. 2012. «Protein–Phytate Interactions in Pig and Poultry Nutrition: A Reappraisal». Nutrition Research Reviews 25 (01): 1-17.
4. es.wikipedia.org/wiki/Inositol
5. Lee, S. A., et al. 2017. «Effect of Phytase Superdosing, Myo-Inositol and Available Phosphorus Concentrations on Performance and Bone Mineralisation in Broilers». Animal Nutrition 3 (3): 247-51.
6. Cowieson, A. J., P. Wilcock, and M. R. Bedford. 2011. Super-dosing effects of phytase in poultry and other monogastrics. Worlds Poult. Sci. J. 67:225–236
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