Icono del sitio porciNews, la revista global del porcino

Fósforo, fitato y fitasas en producción porcina (1 de 2)

El fósforo, necesario para la formación del esqueleto y el crecimiento, está involucrado en el metabolismo de los lípidos, carbohidratos y grasas.

Es un elemento constitutivo de moléculas ricas en energía (trifosfato de adenosina y fosfato de creatina), ácidos nucleicos y funciona como buffer en la sangre.

Cuando se produce una deficiencia de fósforo el primer síntoma clínico es la disminución del apetito seguido de una menor absorción de nutrientes, disminución de la masa corporal y de los resultados productivos.

Por su parte, una deficiencia prolongada conduce a una inadecuada mineralización de los huesos, lo que resulta en huesos blandos y frágiles en animales jóvenes (raquitismo) y viejos (osteomalacia) (Jefer y Sinovec, 2008).

Fitato

El fitato fue identificado por primera vez hace más de un siglo (Hartig, 1855). El fitato y el fósforo (P) unido al fitato está presente en todas las dietas y la disponibilidad parcial del fitato-P se ha reconocido desde hace mucho tiempo (Lowe et al., 1939).

Es un componente presente en todos los ingredientes de los piensos de origen vegetal, ya que en la mayoría del fósforo (P) en estos alimentos está presente como fitato-P.

PARA SEGUIR LEYENDO REGISTRESE ES TOTALMENTE GRATUITO Acceso a los artículos en PDF
Mantente al día con nuestros boletines
Reciba gratuitamente la revista en versión digital
REGISTRO
ACCEDA A
SU CUENTA
ACCEDER ¿Ha perdido la contraseña?

Salir de la versión móvil