Los veterinarios de producción desarrollamos la gestión técnica y económica de las explotaciones de porcino ibérico, siendo el análisis de los datos productivos basados en objetivos fijos la clave para llevar a cabo la labor diaria.
La manera más sencilla de fijar los objetivos suele ser partir de los resultados de las mejores granjas y extrapolarlos al resto de las explotaciones como parámetros alcanzables.
En este artículo veremos los principales parámetros e indicadores que nos ayudarán en la gestión productiva de nuestras explotaciones de cerdo ibérico.
Cerdas nulíparas: pilar básico de la producción
Una de las principales características diferenciales que presenta la cerda ibérica con respecto a la cerda blanca es que, a pesar de su gran capacidad de ingesta de alimento, su capacidad de crecimiento es reducida.
Esto implica que la regulación de la alimentación es [registrados]uno de los puntos más importantes en el desarrollo de una cerda de nueva producción, ya que un engrasamiento excesivo se asociará a problemas, tanto reproductivos como de crianza, durante su vida productiva.
Proporcionar una fuente de luz con una intensidad lumínica adecuada, de al menos 200 lux durante 14 horas al día, favorecerá la expresión de los celos.
La cerda ibérica es en cierto modo “poliéstrica estacional” y su manejo en verano e invierno es totalmente diferente.
La salida a celo en verano es mucho más silente y el personal de recela debe de haber recibido una formación más exhaustiva y especializada que un recelador de cerda blanca.
El objetivo en esta fase es tener un pool de nulíparas con las condiciones de edad y estado corporal adecuados para la primera cubrición.
¿Cuál es el momento óptimo para la primera cubrición?
CUBRICIÓN
Se recomienda realizar la primera cubrición a los 10 meses de vida, coincidiendo con el tercer celo detectado, para tener el primer parto entre los 415 y 440 días de vida de la nulípara, de forma que se pueda alcanzar la máxima producción en el primer parto y una buena evolución en la primera lactación.
PRODUCTIVIDAD
Uno de los puntos clave de la eficacia de las granjas de porcino ibérico es la eficiencia reproductiva, que suele estar muy condicionada por el alto porcentaje de repeticiones que se producen en las cerdas nulíparas y de primer parto.
El porcentaje de reposición de las cerdas ibéricas, debido a su mayor longevidad productiva y menor mortalidad, se sitúa en el orden del 30 al 35 %, siendo el número de parto medio a baja de 6 ciclos y con un promedio de 43 lechones producidos por cerda a baja.
Optimización de los parámetros de eficiencia reproductiva
Desde el punto de vida reproductivo, la principal diferencia entre la cerda ibérica y la cerda blanca es su mayor estacionalidad, de modo que a pesar de que la media anual para el intervalo destete celo (IDC) sea de 8,6 días, es muy común que en los meses calurosos este parámetro sobrepase los 10 días, obligando a usar gonadotropinas para inducir su salida a celo (aplicadas al destete para evitar problemas).
A la hora de aplicar las gonadotropinas, es importante tener en cuenta el ciclo reproductivo de la cerda para conocer el momento óptimo para su aplicación.
El uso de gonadotropinas al destete es una práctica muy habitual para provocar la salida a celo en cerda ibérica. Sin embargo, desde un punto de vista individual, desconocemos el estadio funcional fisiológico de los ovarios en este momento, por lo que la rotura de los folículos ováricos puede ocurrir en un momento subóptimo dando lugar a:
- Disminución de la prolificidad.
- Aumento de las repeticiones en esta época del año.
- Aumento del número de camadas de tamaño reducido.
Entre los principales problemas asociados a una aplicación inadecuada de las gonadotropinas encontramos los siguientes.
A. Administración de gonadotropinas a cerdas nulíparas que nunca han salido a celo
Este problema suele estar asociado a las manifestaciones propias del celo en cerda ibérica. Al tratarse de una cerda más nerviosa, si el inseminador no está familiarizado con la detección del celo, puede confundir fácilmente un episodio de estrés con una salida de primer celo.
Una cerda que nunca ha ciclado no presentará desarrollo folicular y no saldrá a celo tras la inyección de este tipo de hormona.
B. Presencia de altos niveles de progesterona
Si nos encontramos en la fase lútea en la que los niveles de progesterona son elevados y predomina la presencia de cuerpos lúteos, una gonadotropina no tendrá la capacidad para inducir la rotura de los folículos ováricos, siendo necesario asociar una prostaglandina para poder provocar la ovulación.
En ocasiones, si solo con la gonadotropina conseguimos esta ovulación y la cerda queda gestante, nos encontraremos con partos de bajo número de lechones
C. Problemas de descargas en cerdas
En las explotaciones de porcino ibérico es bastante común que se observen descargas a los 17 días de la inseminación en el 2 % de las cubriciones.
La administración de prostaglandinas para reducir el número de cerdas con descargas en la cubrición es una práctica útil para evitar este problema, consiguiéndose una buena limpieza del útero e incrementando la prolificidad en el siguiente ciclo.
Productividad supeditada a la eficacia reproductiva
La eficacia productiva de una explotación de porcino ibérico depende en gran medida del número de cerdas que tienen camadas pequeñas, de modo que el objetivo será conseguir un bajo número de cerdas que paren pocos lechones en sus primeros ciclos ya que condicionará sus ciclos posteriores.
En la Gráfica 2, donde se representa la prolificidad de las cerdas según el número de ciclos, cabe resaltar que las cerdas en ciclos superiores al octavo tienen una productividad numérica menor que la de una cerda primeriza, considerándose como camada pequeña aquella con menos de 5,5 lechones totales por parto.
Manejo de la cerda ibérica en lactación
ALIMENTACIÓN EN LACTACIÓN
CERDAS
La alimentación de la cerda en lactación, debido a su baja prolificidad y su elevada capacidad de ingesta, no requiere de una subida brusca del consumo sino que se debe hacer de manera gradual para impedir que se produzca el engrasamiento del animal de cara al siguiente ciclo productivo.
Por otro lado, tampoco debemos permitir que las primerizas pierdan peso, ya que la prolificidad en el ciclo 2 bajaría y el intervalo destete celo se incrementará de manera notable.
LECHONES
Los lechones de la cerda ibérica suelen nacer con bajo peso al nacimiento pero con una gran vitalidad, lo que les permite engancharse a mamar rápidamente.
Esto es lo que hace que la edad al destete deba encontrarse alrededor de los 26-28 días para obtener un peso al destete optimó y un mejor arranque en las siguientes fases productivas, garantizando también una mejor eficiencia reproductiva de las cerdas.
Mortalidad en lactación
En las granjas que tienen un buen manejo la mortalidad se encuentra por debajo del 10%, con una mortalidad en lechones con menos de 5 días del 60% (la mayoría por aplastamiento o por inanición), siendo la diarrea en paridera la siguiente causa de mortalidad en este tipo de cerda (Gráfica 3).
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