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Identificado nuevo gen de resistencia a la colistina en cerdos

En un artículo publicado en la revista sobre microbiología mBio, los investigadores informan del descubrimiento del gen mcr-3 (Mobile Colistine Resistance gene-3) en una muestra fecal obtenida de un cerdo aparentemente sano, en una granja porcina en Shandong (China), dentro del marco del programa de vigilancia rutinaria de bacterias resistentes a antibióticos. El gen en cuestión se aisló en una cepa de Escherichia coli resistente a la colistina, en un plásmido que contenía otros 18 genes de resistencia a antibióticos.

Los autores manifestaron su preocupación por la posibilidad de que este gen ya esté ampliamente diseminado, y hacen un llamamiento a la vigilancia.

«La detección del gen mcr-3 debería incluirse inmediatamente dentro de los programas de vigilancia de bacterias gram- resistentes a la colistina, en animales, humanos y el entorno», aseguran.

Es el tercer gen móvil de resistencia a la colistina (mcr) descubierto

En noviembre de 2015, un equipo de investigadores chinos ya notificó la detección del primer gen móvil de resistencia a la colistina –mcr-1– en cerdos, productos porcinos y personas, lo cual generó preocupación a nivel internacional, ya que actualmente, la colistina se reserva para el tratamiento de infecciones bacterianas resistentes a múltiples antibióticos.

El gen se localiza en un plásmido -un fragmento de ADN circular presente en la bacteria, capaz de replicarse con independencia del ADN cromosómico de la misma-. Los plásmidos se transfieren de una bacteria a otra, y constituyen uno de sus mecanismos de adaptación más importantes, ya que les proporciona funciones adicionales que redundan en su beneficio, tales como una mayor virulencia, mayor capacidad de degradación y la temida resistencia a los antibióticos.

Mecanismo de adquisición de resistencia a la colistina a través de plásmidos. El gen mcr, presente en una cepa de E. coli resistente a la colistina, se transfiere a una cepa sensible a la sensible a este antibiótico, dando como resultado una nueva cepa resistente.

Gracias a su localización plasmídica, los genes de resistencia a la colistina se pueden propagar rápidamente.

Desde entonces, el gen mcr-1 ha sido identificada bacterias aisladas de animales, personas y el ambiente en más de 30 países, incluyendo EE.UU. Hace unos meses, saltó la alarma por la notificación de la detección de una cepa de Klebsiella pneumoniae portadora de este gen entre pacientes pediátricos con leucemia.

Se han descrito hasta 6 variantes del gen mcr-1y se ha descubierto un segundo gen móvil de resistencia a la colistina, el gen mcr-2

En este último estudio, se realizó un análisis molecular para la detección de los genes mcr-1  mcr-2 en una muestra de E. coli resistente a la colistina, con resultado negativo para ambos. No obstante, se detectó un gen hasta la fecha desconocido –mcr-3-, con capacidad para transferirse a otras cepas de E. coli. Además, se descubrió que este gen se encuentra presente en un plásmido similar a los plásmidos portadores del gen mcr-1.

Al analizar la secuencia genética de este nuevo gen, se ha visto una gran simulitud con secuencias descritas en otras enterobacterias y Aeromonas aisladas en muestras de infecciones clínicas y ambientales de 12 países, lo cual sugiere que este gen «desconocido» puede haberse diseminado ya entre la población.

Advierten que, «debido a la amplia distribución de las aeromonas en el entorno y la posible transmisión del gen mcr-3 entre especies de enterobacterias y aeromonas, la propagación de este gen podría ser subestimada». 

Hasta finales de los años 90, el uso de la colistina en la medicina humana era atípico, debido en parte a su toxicidad, pero también porque otros antibióticos de último recurso, como las carbapenemas, aun conservaban su eficacia frente a bacterias multirresistentes. Actualmente, la colistina se ha recuperado para la medicina humana, habiéndose incluido en la lista de la OMS de antimicrobianos críticos.

Anteriormente, la colistina se usaba en la ganadería, y se considera que el gen mcr-1 ha surgido como consecuencia de su uso indiscriminado en China, habiéndose prohibido su empleo en la alimentación animal a partir de 2016.

Una de las mayores preocupaciones sobre el gen mcr-1 es que a menudo se localiza en plásmidos portadores de otros genes de resistencia a los antibióticos, lo cual implica la posibilidad de que aparezcan bacterias frente a las que ningún antibiótico sea eficaz.

Por ello, el seguimiento de estos factores de resistencia móviles en bacterias resistentes a la colistina es «esencial para comprender y afronta diseminación de los genes mcr, tanto a nivel de la sanidad animal como la humana». 

Fuente: www.cidrap.umn.edu

Leer artículo completo: Yin, W., Li, H., Shen, Y., Liu, Z., Wang, S., Shen, Z., Zhang, R., Walsh, T., Shen, J. and Wang, Y. (2017). Novel Plasmid-Mediated Colistin Resistance Gene mcr-3 in Escherichia coli. mBio, 8(3), pp.e00543-17.

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