Introducción
El valor nutritivo de las proteínas derivadas de la carne magra de cerdo ha cambiado ostensiblemente con la tecnificación en la producción y la posibilidad de obtener productos que conserven un alto valor nutritivo. No obstante, en nuestro medio su consumo se ha estigmatizado por un posible aumento de riesgo cardiovascular.
Objetivo
Evaluar el impacto del consumo de la carne magra de cerdo sobre algunos parámetros antropométricos y bioquímicos de riesgo cardiovascular.
Métodos
Se realizó un estudio de seguimiento a un grupo de 47 personas sanas que consumieron 200 gramos de carne magra de cerdo durante un periodo de ocho semanas, durante las cuales se valoraron parámetros bioquímicos, antropométricos, nutricionales y de riesgo cardiovascular.
Resultados
Se observó que, tanto a las cuatro como a las ocho semanas, los niveles de colesterol LDL y triglicéridos no variaron. No obstante, los niveles de colesterol HDL y los micronutrientes zinc, hierro y vitamina B12 aumentaron en plasma luego de ocho semanas de consumo de carne magra de cerdo. De igual forma, marcadores metabólicos, como la adiponectina y el IGF-1, incrementaron luego de ocho semanas de consumo.
Conclusiones
De acuerdo con estas observaciones la carne magra de cerdo puede mejorar el aporte de algunos micronutrientes y parámetros metabólicos sin que se haya evidenciado un efecto adverso sobre ciertos parámetros de riesgo cardiovascular en individuos sanos.
Autores:
Fernando Lizcano
Cristina Valenzuela