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Impacto del uso de betalactámicos en la emergencia de E.coli

Escrito por: Karla Cameron Veas , Lorenzo José Fraile Sauce - Profesor Agregado de la Universidad de Lleida , Lourdes Migura García

Durante la última década, la aparición de bacterias resistentes a betalactámicos de espectro extendido (BLEE), especialmente cefalosporinas de tercera y cuarta generación y carbapenemos, ha generado preocupación dentro de la comunidad científica.

La Organización Mundial de la Salud ha definido las cefalosporinas de tercera y cuarta generación de “importancia crítica” para la salud humana, ya que el aumento de la presencia de resistencia a estos antimicrobianos podría comprometer seriamente el tratamiento de algunas infecciones hospitalarias, incluyendo bacteriemia y meningitis.

El ceftiofur y la cefquinoma, son cefalosporinas de tercera y cuarta generación respectivamente, y se han desarrollado exclusivamente para uso veterinario.

El uso de cefalosporinas puede crear resistencias que se transfieran a través de la cadena alimentaria

El ceftiofur y la cefquinoma se utilizan para el tratamiento de diversas enfermedades en algunas especies ganaderas.

Sin embargo, el uso de cefalosporinas en animales destinados al consumo humano, potencialmente puede seleccionar microorganismos resistentes que posteriormente logren transferirse al consumidor a través de la cadena alimentaria.

De ahí que se haya planteado la restricción de este tipo de antimicrobianos únicamente a medicina humana.

Diferentes estudios han demostrado una asociación estadísticamente significativa entre el uso de ceftiofur y la susceptibilidad reducida a cefalosporinas de tercera generación en cepas de Escherichia coli de origen porcino.

Sin embargo, no encontraron asociación entre el uso de ceftiofur y la presencia de genes de resistencia a BLEE -blaCTX-M-.

A nuestro entender, hay una falta de estudios longitudinales en los que se analice la presencia y factores de riesgo relacionados con el tratamiento, que puedan contribuir tanto a la aparición como al aumento de la incidencia de E. coli resistentes a cefalosporinas (EcRC) en granjas de cerdos.

ESTUDIO

Por esta razón, este estudio que describimos a continuación, pretende evaluar si los tratamientos con dos betalactámicos diferentes, ceftiofur y amoxicilina, son factores de riesgo asociados a la aparición de E. coli resistentes a cefalosporinas (EcRC) durante dos etapas del período de cría -pre-destete y engorde-.

Además, evaluaremos si hay suficiente presión selectiva para mantener las cepas resistentes durante todo el período en que los animales permanecen en la granja

Para ello se seleccionó una granja que había estado vacía durante los seis meses previos al estudio. Esta granja se limpió y desinfectó y en ella se introdujeron 68 cerdas de las cuales se muestrearon heces.

El aislamiento de E. coli resistentes a cefalosporinas (EcRC) se realizó en medio selectivo de MacConkey agar con ceftriaxone después de usar medio de enriquecimiento también con antibiótico para aumentar la proporción de la población resistente respecto a la susceptible. De ninguna de las cerdas se aislaron cepas resistentes a cefalosporinas.

Después del parto, un total de 100 lechones de siete días de edad provenientes de 10 madres seleccionadas al azar, fueron divididos espacialmente en dos grupos:

Se tomaron muestras fecales de los lechones en seis ocasiones; antes del tratamiento (día 0) y en los días 2, 7, 14, 21 y 42 post-tratamiento –Tabla 1– y se hizo el aislamiento de

E.coli resistentes a cefalosporinas (EcRC) en medio selectivo.

Durante el periodo de engorde (día 70), cada uno de los grupos anteriores se subdividió en dos –Tabla 2.

A dos de los cuatro grupos se les administró un tratamiento con amoxicilina en la alimentación durante 14 días (10 mg/kg de peso corporal/día).

De esta manera, los animales quedaron divididos en cuatro grupos:

  • Grupo 1 control
    • Animales que no recibieron ningún tratamiento con beta-lactámicos (n = 20)
  • Grupo 2
    • Animales tratados por vía oral con amoxicilina durante el engorde (n = 26)
  • Grupo 3
    • Animales tratados por vía parenteral con ceftiofur durante el pre-destete (n = 20)
  • Grupo 4
    • Animales tratados con ceftiofur y amoxicilina (n = 26).

Las muestras fecales fueron tomadas de cada individuo antes de la administración de amoxicilina (día 0) y en los días 2, 7, 14, 21, 45 y 73 post-tratamiento. El último muestreo se llevó a cabo en el momento en que los animales partieron a matadero.

A pesar de que las madres fueron negativas para E. coli resistentes a cefalosporinas (EcRC) , 12 de los lechones fueron positivos antes de aplicarles el tratamiento con ceftiofur –Tabla 1-.

Esto puede ser debido a la presencia de cepas resistentes en la granja que hayan sobrevivido al proceso de limpieza y desinfección.

Por otra parte, las técnicas de aislamiento usadas en el laboratorio tienen sus limitaciones, y si las madres estaban colonizadas por una baja proporción de E. coli resistentes a cefalosporinas (EcRC) , puede que esto haya dificultado su aislamiento.

En muchas ocasiones, las cepas resistentes a cefalosporinas también lo son a otras familias de antimicrobianos que no están relacionadas estructuralmente

Durante este primer tratamiento, se aislaron un total de 12 (4,1%) y 23 (8%) cepas de E. coli resistentes a cefalosporinas (EcRC) del grupo control (n = 288 muestras) y del grupo tratado (n = 300 muestras), respectivamente.

La diferencia en las proporciones de EcRC obtenidas entre los dos grupos fueron estadísticamente significativas
(p= 0,04).

El mayor porcentaje de muestras positivas de cepas de EcRC se obtuvo en el grupo tratado después de 48 días de tratamiento –Tabla 1-, que es cuando el antibiótico se encuentra en mayor concentración en plasma.

Durante la segunda parte del estudio en el que se administró la amoxicilina, se tomaron un total de 552 hisopos fecales –Tabla 2-. Previamente al tratamiento, en ninguno de los animales se aislaron cepas resistentes.

El mayor porcentaje de muestras positivas se obtuvo después de siete días de tratamiento con amoxicilina, en el grupo tratado con amoxicilina y sin antecedentes de uso de ceftiofur.

Además, se observaron diferencias significativas (prueba de Fisher, p = 0,02) entre la proporción de EcRC aislada de animales tratados con amoxicilina y el resto de los grupos. En el momento de partir al matadero, todos los animales fueron negativos.

Como se puede observar, durante el período en que los tratamientos estaban en curso, emergieron cepas de EcRC que posteriormente desaparecieron.

Tal vez la población bacteriana resistente no pudo competir con la población sensible después de la retirada del antibiótico, ya que se ha descrito que la presencia de algunos genes de resistencia puede suponer un coste energético a las bacterias que los transportan.

Sin embargo, durante el tratamiento con antimicrobianos beta-lactámicos, las heces de estos animales positivos pueden convertirse en una fuente de bacterias resistentes, por lo que se deberían de estudiar medidas de bioseguridad para evitar su dispersión dentro de la granja.

Además los granjeros, al estar en contacto directo con los animales que excretan bacterias resistentes, corren el riesgo de colonizarse con dichas bacterias.

Estudios europeos han demostrado similitud entre cepas, plásmidos y genes de resistencia de animales de granja y aquellos obtenidos de los trabajadores de dichas granjas.

Por tanto es importante que los trabajadores extremen las medidas de bioseguridad personal para evitar la colonización por bacterias resistentes.

Aunque los animales de este estudio partieron al matadero aparentemente libres de E. coli resistentes a cefalosporinas (EcRC), es importante mencionar que este estudio se realizó bajo condiciones controladas y no se administró medicación adicional aparte de ceftiofur y amoxicilina.

Sin embargo, la ganadería convencional suele requerir durante el período de engorde la administración de otros antimicrobianos como macrólidos, polimixinas y tetraciclinas, que quizá podrían seleccionar para EcRC, ya que en muchas ocasiones las cepas resistentes a cefalosporinas, también lo son a otras familias de antimicrobianos que no están relacionadas estructuralmente.

Para evitar la colonización por bacterias resistentes es muy importante aplicar correctamente las medidas de bioseguridad

Conclusiones

Los resultados de este estudio sugieren que el uso de ceftiofur y amoxicilina en diferentes etapas del ciclo de cría son factores de riesgo independientes para la selección de  E. coli resistentes a cefalosporinas (EcRC) .

Ambos antibióticos beta-lactámicos seleccionaron cepas de EcRC durante el curso del tratamiento. Sin embargo, no se detectaron en ausencia de la presión selectiva, ni cuando los animales partieron al matadero.

Estudios similares deberían ser diseñados para identificar otros factores de riesgo asociados a la emergencia y persistencia de bacterias resistentes, así como para minimizar la recirculación de cepas resistentes dentro de las granjas.

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