La principal función de la integridad intestinal es mantener la estructura de la barrera intestinal para que solamente pase lo estrictamente necesario desde la luz intestinal hacia el organismo, evitando así la absorción de elementos indeseables tales como patógenos, toxinas y alimento no digerido (Fasano, 2011). |
Otra función importante es evitar la disbiosis, es decir, establecer el correcto equilibrio de la microbiota ya que la población bacteriana intestinal es muy diversa y sufre intercambios continuos con la mucosa (Gresse et al, 2017).
Hay que tener en cuenta que gran parte de las células del sistema inmunitario, aproximadamente el 70%, se encuentra en el intestino (Kagnoff, 1993). Gracias a ello, se consigue una buena respuesta inmunitaria, así como gran parte de la producción de hormonas, sobre todo las relacionadas con la absorción y digestión de nutrientes.
Una barrera intestinal íntegra, además de permitir que el animal desarrolle todo su potencial genético por estar relacionada con la absorción de nutrientes, también evita la aparición de enfermedades por tener relación con el sistema inmunitario (Heo, et al, 2013). |
Es evidente que dependiendo del estado fisiológico y de la fase productiva, los requerimientos nutricionales son distintos, pero además de ofrecer una dieta balanceada, es muy importante asegurarnos de que ocurra una buena digestión y absorción de los nutrientes (Westrom. B. R. 1997).
Los cerdos son muy susceptibles al estrés y pueden manifestar modificaciones en el metabolismo de absorción de nutrientes y de crecimiento tisular.
Estas modificaciones probablemente tienen relación con:
El estrés por calor, por ejemplo, afecta principalmente al tracto gastrointestinal debido a la redistribución sanguínea hacia las extremidades en el intento de disminuir la temperatura corporal. |
Como resultado, la función de integridad intestinal se ve reducida y esto puede aumentar el riesgo de endotoxemia aguda y también de la permeabilidad intestinal.
La inflamación a cualquier nivel significa coste, pero, cuando la inflamación se localiza a nivel intestinal en mayor o menor medida, la absorción de los nutrientes se ve afectada y el crecimiento se reduce de manera considerable, influyendo directamente sobre el coste de producción de estos animales.
Es cierto que el organismo del animal está programado para actuar frente a cualquier elemento extraño mediante una regulación muy estricta, pero a la vez mantiene un equilibrio estable, lo que llamamos de tolerancia.
Es decir, el sistema inmunitario es capaz de discernir si algo es bueno o malo para poner en marcha toda la cascada de la respuesta inmunitaria.
Cuando la respuesta inmunitaria está muy exacerbada puede ocasionar patologías como, por ejemplo, en el caso de los humanos, la celiaquía o la enfermedad de Crohn.
Esta cascada inflamatoria se regula, principalmente, por la activación de los macrófagos, que a su vez empiezan a producir interleucina 6 (IL-6) y factor de necrosis tumoral (TNF).
REALIZACIÓN DE NECROPSIAS
Hoy en día, la realización de necropsias para identificar, sobre todo, lesiones macroscópicas es un método sencillo que nos permite evaluar la calidad de la mucosa intestinal y actuar rápidamente.
Sin embargo, requiere del sacrificio del animal de manera que no sabemos si las lesiones observadas tienen relación con los índices zootécnicos. Además, muchas veces, cuando partimos de un nivel de integridad intestinal muy alto fruto de la mejora en la gestión de la granja, mejoras nutricionales y vacunaciones, no somos capaces de ver lesiones macroscópicas que tienen impacto sobre el crecimiento de los animales.
ANÁLISIS DE DATOS
El análisis de datos se torna una herramienta imprescindible en nuestro día a día como productor, veterinario y/o nutrólogo y tiene las siguientes ventajas:
Por ejemplo, los animales no se comportan de la misma forma en invierno y en verano, o cuando consumen el pienso A o el pienso B. |
ANÁLISIS HISTOPATOLÓGICO
Una técnica de gran utilidad para evaluar la integridad intestinal es el análisis histopatológico de la muestra – histomorfometría – y la determinación de diferentes medidas de las vellosidades y criptas intestinales de manera que podemos establecer relaciones entre ellas.
BAJO CONDICIONES NORMALES, SABEMOS QUE: CUANDO EXISTEN LESIONES INTESTINALES, ESTE CICLO NORMAL SE INTERRUMPE |
BIOMARCADORES
En la actualidad, se pueden utilizar biomarcadores que se definen como factores importantes de la función intestinal.
Los biomarcadores suelen ser proteínas, pudiendo cuantificarse mediante un kit de ELISA. También se puede medir la expresión de los genes que codifican para la producción de estos biomarcadores (transcriptómica).
Combinaciones de múltiples biomarcadores será el camino a seguir en el futuro.
Actualmente están siendo evaluados por muchos grupos de investigación, pero la validación será un gran desafío, debido a la complejidad de la salud intestinal en el campo.
PM-ES-20-0406
Referencias disponibles bajo petición