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Impulsando la eficiencia energética en el sector porcino a través de la certificación energética

Escrito por: Andrea Costantino - Instituto de Ciencia Animal, Universitat Politècnica de València, València, España , Enrico Fabrizio - Dipartimento Energia, Politecnico di Torino, Torino, Italia

La certificación energética juega un papel clave en la mejora de la eficiencia energética de los edificios en la Unión Europea. Su éxito en el sector de la construcción ha motivado el desarrollo de un sistema específico para las naves porcinas, como propone el proyecto italiano EPAnHaus.

Esta metodología busca promover un consumo energético más eficiente y sostenible en el sector ganadero, impulsando la adopción de prácticas más responsables a nivel económico y ambiental.

LAS VENTAJAS DE LA CERTIFICACIÓN ENERGÉTICA

Desde principio de los años 2000, la certificación energética de los edificios representa uno de los principales pilares de las políticas energéticas y climáticas de la Unión Europea1.

Introducido a nivel europeo a través de la directiva 2002/91/EC2, el certificado energético brinda información útil sobre la eficiencia energética del edificio objeto de certificación y se obtiene a través de una metodología sólida, normalizada y compartida.

Entre los datos proporcionados por el certificado energético se incluyen:

 

PRESTACIÓN ENERGÉTICA ANUAL

La prestación energética anual de un edificio es un dato cuantitativo que indica el consumo energético relacionado con un determinado uso como, por ejemplo, ventilación y calefacción.

CLASIFICACIÓN ENERGÉTICA

La clasificación energética es un dato cualitativo que evalúa la prestación energética del edificio analizado utilizando una escala predefinida.

Esta escala puede ir, por ejemplo, desde la clase A, que representa un edificio energéticamente muy eficiente, hasta la clase G, que indica un edificio con muy baja eficiencia energética.

La introducción de la certificación energética ha demostrado ser efectiva para aumentar la eficiencia energética en el sector de la construcción3, creando un mercado impulsado por la demanda de soluciones energéticamente eficientes y sistemas de incentivos que favorecen la inversión en este tipo de soluciones.

De manera similar, se espera que el sector porcino se beneficie de la introducción de la certificación energética, con efectos positivos en términos de eficiencia energética y sostenibilidad, tanto ambiental como económica.

Bajo estas premisas, el proyecto nacional italiano EPAnHaus4 propuso el primer sistema de certificación energética específicamente desarrollado para naves porcinas.

Su metodología, detallada más adelante y publicada en una revista científica internacional5, se centra en el consumo energético asociado al control del clima en naves de engorde ventiladas mecánicamente.

Con algunas modificaciones menores, esta metodología puede adaptarse a otros usos energéticos y ser aplicada a diferentes tipos de naves, como maternidad y destete.

PROPUESTA DE UN NUEVO SISTEMA DE CERTIFICACIÓN ENERGÉTICA PARA NAVES PORCINAS

La metodología desarrollada se organiza en las cinco fases esquematizadas en la Figura 1 que deben ser seguidas por el certificador (el profesional encargado de la certificación) para emitir el certificado energético de la nave.[registrados]

Fase 1   RECOLECCIÓN DE DATOS  

La primera fase consiste en la recopilación de los datos de entrada que incluyen:

Las características geométricas de la nave.
Las especificaciones del sistema de control climático y energético.

Las propiedades térmicas de la envolvente, como la transmitancia térmica (U). Este parámetro mide el flujo térmico a través de un elemento constructivo y sirve como indicador de su nivel aislamiento térmico.

Los elementos con un buen aislamiento térmico presentan VALORES BAJOS DE TRANSMITANCIA TÉRMICA.

Estos datos se pueden obtener a través de encuestas in situ y/o mediante el análisis de la documentación técnica de la nave.

Fase 2   EVALUACIÓN DE LA PRESTACIÓN ENERGÉTICA  

La segunda fase consiste en evaluar la prestación energética de la nave mediante la estimación cuantitativa de su consumo energético anual para el control climático. Para este fin, el comportamiento térmico de la nave analizada se simula a través de un modelo numérico8, considerando condiciones de manejo y climáticas estandarizadas.

Por ejemplo, en la metodología desarrollada, se considera un peso inicial y final de los cerdos de 25 y 121 kg, respectivamente, y se usan los datos climáticos estandarizados del año meteorológico típico (también conocido como TMY, Typical Meterological Year) que son representativos de las condiciones climáticas externas medias de la localidad considerada.

El uso de condiciones estandarizadas en lugar de condiciones reales permite evaluar la prestación energética efectiva de la nave, desvinculándola de efectos singulares debidos, por ejemplo, a eventos meteorológicos extremos o diferentes prácticas de manejo.

De esta manera, la prestación energética obtenida se podrá comparar directamente con la de otras naves evaluadas según la misma metodología.

El resultado de la simulación es el consumo anual de energía eléctrica y térmica para el control climático.

A partir de este resultado se calcula el Indicador de Prestación Energética (IPE), es decir el consumo anual de energía primaria no renovable (kWhp) referido a la unidad de superficie (m2) de la nave.

El consumo de energía primaria no renovable se puede calcular través de específicos factores de conversión para la energía térmica y eléctrica7 que tienen en cuenta el uso de diferentes vectores energéticos, como gas natural, diésel o electricidad desde diferentes fuentes, como red eléctrica o paneles fotovoltaicos.

Fase 3    CALIFICACIÓN ENERGÉTICA  

La tercera fase es la calificación energética, que consiste en clasificar la prestación energética previamente calculada según una escala cualitativa de siete clases, desde A (la mejor) hasta G (la peor).

Para este fin, hay que introducir el concepto de “nave de referencia” (en oposición a la “nave objeto”) cuya prestación energética será el punto de referencia para clasificar la prestación energética de la nave objeto.

La nave de referencia es una nave ficticia creada a partir de la nave objeto y tiene su misma forma, tamaño, orientación y uso. Las únicas diferencias son las soluciones constructivas y las eficiencias del sistema energético.

Estas no son las de la nave objeto, sino que se definen a priori en el marco metodológico, con el fin de crear una nave de referencia energéticamente eficiente.

La nave de referencia se simula con el mismo modelo numérico8, considerando las características previamente mencionadas, pero con las mismas condiciones estándares usadas para la nave objeto y se calcula su IPE.

Calculando el cociente entre el IPE de la nave objeto y el de la nave de referencia (denominado Y) es posible clasificar la nave objeto según los intervalos de las clases reportados en la Figura 1.

Fase 4    DEFINICIÓN DE RECOMENDACIONES  

Además de la prestación y calificación energética, el certificado de prestación energética también debe incluir unas recomendaciones cuya implementación permitiría mejorar la eficiencia energética de la nave.

Estas recomendaciones se formulan en la fase cuatro de forma que el certificador identifica unas Medidas de Eficiencia Energética (MEE) basadas en sus conocimientos técnicos y el análisis de la nave certificada.

Fase 5    EMISIÓN DEL CERTIFICADO  

En la última fase, el certificador realiza un informe de la actividad llevada a cabo y emite una etiqueta energética que resume gráficamente el resultado de la certificación, permitiendo una mayor visibilidad a las naves más energéticamente eficientes.

Para implementar el sistema de certificación energética es necesaria la creación de una base de datos centralizada en la que se registren todos los certificados energéticos y poder proporcionar información a las administraciones públicas sobre la situación del estado de eficiencia energética en el sector porcino.

CERTIFICACIÓN ENERGÉTICA DE UN CASO DE ESTUDIO

La metodología propuesta se ha aplicado a un caso de estudio para ofrecer un ejemplo de los resultados y mostrar el potencial de esta herramienta.

Fase 1   RECOLECCIÓN DE DATOS  

El caso de estudio es una pequeña nave de 280 m2 de superficie útil ubicada en el noroeste de Italia.

Las paredes de la nave están construidas con bloques de hormigón huecos (U=2,18 W m-2 K-1), cubierta con paneles de tipo sándwich (U=0,64 W m-2 K-1) y el suelo es parcialmente enrejillado.

La ventilación es mecánica y el aire es extraído a nivel de la fosa mediante tres ventiladores que expulsan 11 m3 por Wh de energía eléctrica en condiciones de diferencia de presión de 0 Pa.

La calefacción es proporcionada por cañones a combustión de gasoil.

Fase 2 y 3   EVALUACIÓN DE LA PRESTACIÓN ENERGÉTICA Y CALIFICACIÓN ENERGÉTICA  

El caso de estudio y su relativa nave de referencia se simularon, calculándose un IPE de 82,6 kWhp m-2 a-1 para el caso de estudio y 42,2 kWhp m-2 a-1 para la nave de referencia.

La etiqueta energética de la nave se muestra en Figura 3 y sus datos otorgan información útil sobre la nave analizada.

Confrontado los valores de IPE, se evidenció que la nave analizada (IPE = 82,6 kWhp m-2 a-1) es energéticamente poco eficiente, puesto que su consumo anual de energía primaria no renovable es notablemente más elevado que el de la nave de referencia (IPE = 42,2 kWhp m-2 a-1).

El cálculo del cociente entre el IPE de la nave objeto (82,6 kWhp m-2 a-1) y el de la nave de referencia (42,2 kWhp m-2 a-1) arrojó un valor Y de 1,95, situando la nave en el intervalo reflejado en la Figura 2 de 1,41-2,00, lo que correspondería a la clase energética E, situándose lejos de las clases de eficiencia energética más altas.

Fase 4   DEFINICIÓN DE RECOMENDACIONES  

En base a la calificación energética recibida, sería recomendable implementar alguna Medida de Eficiencia Energética (MEE). En el marco del certificado energético, se recomiendan las siguientes medidas:

MEE1. Mejorar el aislamiento térmico de las paredes, puesto que actualmente se caracterizan por una elevada transmitancia térmica.

MEE2. Instalar ventiladores más eficientes energéticamente, puesto que los actuales son obsoletos e ineficientes.

MEE3. Instalar paneles fotovoltaicos que contribuyan a disminuir el consumo de energía primaria no renovable en favor de energía primaria renovable.

Para poder evaluar cómo estas MEE impactarían la prestación y clasificación energética, se realizó una simulación de la nave considerando diferentes escenarios de implementación:

A nivel práctico, la MEE1 se puede implementar a través de la instalación de paneles de poliestireno externamente a las paredes, que disminuyen la transmitancia térmica desde 2,18 a 0,51 W m-2 K-1.

Para implementar la MEE2 se pueden instalar nuevos ventiladores energéticamente eficientes, capaces de expulsar 25 m3 por Wh de energía eléctrica en condiciones de diferencia de presión de 0 Pa.

La MEE3 puede implementarse mediante la instalación de paneles fotovoltaicos en la cubierta de la nave, capaces de cubrir el 40% del consumo eléctrico.

La Tabla 1 compara el impacto de las diferentes combinaciones de MEE en la prestación y clasificación energética.

La implementación de las tres MEE propuestas permitiría reducir el IPE hasta 29,4 kWhp m-2 a-1 y alcanzar una clase energética B.

Las simulaciones también permiten evaluar cuál de las tres MEE priorizar, ya que la implementación de las tres podría representar una inversión económicamente significativa.

Los resultados presentados en la Tabla 1 sugieren que, con la simple sustitución de los ventiladores, es posible reducir el IPE hasta 42,0 kWhp m-2 a-1 y alcanzar una clase energética C.

SIGUIENTES PASOS…

La metodología desarrollada demuestra que un sistema de certificación energética para naves porcinas es una posibilidad concreta, cuya aplicación a gran escala permitiría mejorar el conocimiento sobre el uso de energía en el sector porcino e impulsar su eficiencia energética y sostenibilidad.

Para consolidar y normalizar esta metodología es necesaria su aplicación a otros casos de estudio con el fin de detectar y mejorar posibles vulnerabilidades. Además, es necesario un dialogo con los actores involucrados en la producción porcina, como ganaderos, integradoras y constructoras de granjas, para ajustar aún más la metodología a las necesidades específicas del sector.

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BIBLIOGRAFÍA
1. Buildings Performance Institute Europe (BPIE), Energy Performance Certificates across Europe – From design to implementation, Brussels (BE), 2010. http://www.buildup.eu/sites/default/files/content/BPIE_EPC report 2010.pdf.
2. European Parliament and Council of European Union, Directive 2002/91/EC of the European Parliament and of the Council of 16 December 2002 on the Energy Performance of Buildings, 2002.
3. C. Ji, T. Hong, H. Kim, S. Yeom, Effect of building energy efficiency certificate on reducing energy consumption of non-residential buildings in South Korea, Energy Build 255 (2022) 111701. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.enbuild.2021.111701.
4. E. Fabrizio, A. Costantino, L. Comba, P. Cornale, L. Battaglini, Energy consumption certification of animal housing: results from the EPAnHaus project, in: 2017 ASABE Annual International Meeting Proceedings, 2017. https://doi.org/10.13031/ aim.201701480.
5. A. Costantino, E. Fabrizio, Envisioning an energy performance certificate for livestock houses: A general methodological development and a specific application to growing-finishing pig houses, J Clean Prod (2023) 139279. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2023.139279.
6. A. Costantino, Development, Validation, and Application of Building Energy Simulation Models for Livestock Houses: A Systematic Review, Agriculture 13 (2023). https://doi.org/10.3390/agriculture13122280.
7. M. Bilardo, S. Galatà, E. Fabrizio, The role of Primary Energy Factors (PEF) for electricity in the evaluation and comparison of building energy performance: An investigation on European nZEBs according to EN 17423:2020, Sustain Cities Soc 87 (2022) 104189. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.scs.2022.104189.
8. A. Costantino, L. Comba, P. Cornale, E. Fabrizio, Energy impact of climate control in pig farming: Dynamic simulation and experimental validation, Appl Energy 309 (2022) 118457. https://doi.org/https://doi.org/10.1016/j.apenergy.2021.118457.

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