Entrevista con Míriam Cerrillo
Investigadora en el grupo de Sostenibilidad en Biosistemas del IRTA
Exploramos, de la mano de Míriam Cerrillo, las claves del Proyecto AciDemo* que busca acompañar al sector porcino en la adaptación al nuevo modelo de fertilización del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural que establece nuevas obligaciones en la gestión de las deyecciones. |
*Actividad financiada a través de la operación 01.02.01 de Transferencia Tecnológica del Programa de desarrollo rural de Cataluña 2014-2022.
La acidificacion del purín durante su periodo de almacenamiento en balsas (~4 meses) contribuye a reducir las emisiones de amoniaco, CO2 y otros gases a la atmósfera. De hecho, hay estudios que indican que, mediante la acidificacion, podemos reducir estas emisiones en un 50-70%.
Desde el punto de vista medioambiental es importante reducir estas emisiones dado que:
REDUCCIÓN DE EMISIONES DE AMONIACO
El nitrógeno puede encontrarse en dos formas diferentes en el purín: amonio (compuesto soluble que se queda en el purín) y amoniaco (gas que fácilmente escapa a la atmosfera).
Estos compuestos se encuentran en un equilibrio, estando sus proporciones determinadas por el pH del purín y por la temperatura de almacenaje de forma que:
Sobre la temperatura es difícil influir porque es un factor ambiental externo, pero si acidificamos hacemos que la mayor parte del nitrógeno esté en forma de amonio en vez de amoníaco, de forma que no se volatiliza.
REDUCCIÓN DE EMISIONES DE METANO
La acidificacion también influye en la producción de otros gases, como el metano. Esto se debe al hecho de que en el purín hay bacterias que, en condiciones de anaerobiosis (sin presencia de oxígeno), degradan la materia orgánica dando lugar a metano.
El Proyecto AciDemo, que comenzó en 2022 y finalizará en junio de 2024, tiene como objetivo evaluar la eficacia de la acidificacion de los purines en las balsas de almacenamiento para mitigar las emisiones de amoniaco en el clima mediterráneo y también ver qué efecto tiene sobre la emisión de otros gases de efecto invernadero.
Para ello, trabajamos con dos balsas de 5 m3 en las que se introducirá el purín, una de ellas (balsa acidificada) con un sistema de control de pH y de dosificación de ácido sulfúrico para acidificar el purín a un pH de 5,5, y la otra que sirve de balsa control en la que no se realiza ningún tratamiento pero que permite determinar el nivel de emisiones en la balsa tipificada sin acidificación.
La temperatura es un parámetro muy importante, pero es difícil de controlar cuando se almacena el purín en el exterior. Por ello, hemos planteado estos ensayos bajo dos condiciones de temperatura diferentes para comprobar cuál es la efectividad de la acidificacion cuando hace más frío o más calor.
Es una técnica que se aplica en países del norte de Europa donde las temperaturas son más bajas, pero lo realmente interesante es saber si será igualmente eficaz con las temperaturas elevadas típicas del clima mediterráneo. Por ello, lo más importante es hacer estas mediciones en periodo cálido y ver si la técnica realmente es efectiva.
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La normativa es cada vez más estricta en lo relativo a las emisiones a la atmósfera, especialmente en el sector agrícola y ganadero. Ello obliga a llevar a cabo las MTDs (Mejores Técnicas Disponibles) que son una serie de técnicas o procesos que se pueden aplicar en las explotaciones para minimizar sus emisiones.
En este escenario, es fundamental que los profesionales del sector tengan información sobre las diferentes alternativas que tienen para adaptarse a la normativa con datos reales de nuestra región. De esta forma, en cada explotación, según sus características particulares, se podrá decidir si cubrir, acidificar o adoptar alguna otra alternativa. |
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