La carne de cerdo colombiana es la única proteína que a julio mantiene sus precios estables al consumidor, en momentos en que la economía colombiana registra una inflación del 10,21%, nivel que no se registraba desde abril del 2000, y al que llega impulsada principalmente por incrementos en los precios de los alimentos.
De acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas – DANE, la variación de los precios de carne de cerdo en el año es negativa (-0,21%) mientras que los incrementos de precio en la carne de res y el pollo son del 16,59% y 11,41%, respectivamente, lo que llevó a estos dos productos a ser los de mayor contribución a la inflación mensual. Hasta el momento la carne de cerdo y la papa son los únicos alimentos que presentan Índice de Precios al Consumidor (IPC) negativo en lo corrido del año.
Si se observa la inflación en los últimos 12 meses, la carne de cerdo también es la de menor alza de precios siendo de 13,13%, inferior al aumento en los precios de pollo (16,63%) y la res (27,15%).
“La estabilidad en precios se ha mantenido gracias a dos factores principales: por un lado, a un esfuerzo continuo de la porcicultura colombiana en productividad, competitividad, desarrollo en comercialización y modelos de integración para continuar creciendo ordenadamente; y por otro a las presiones que genera para el sector porcícola el ingreso de carne de cerdo importada, lo que no sucede en las otras proteínas”, explicó el presidente ejecutivo de Porkcolombia, Jeffrey Fajardo.
A junio del 2022 en producción se tiene un crecimiento del 7,4% con respecto al mismo periodo del año anterior, con una oferta de 248.768 toneladas.
La estabilidad en sus precios, sumada a la calidad, inocuidad y variedad de cortes y preparaciones, hacen de la carne de cerdo colombiana una excelente opción para que las familias colombianas puedan mantener esta proteína siempre en sus mesas, en medio de un contexto de altos precios y costos de otros alimentos.