La producción porcina española vive un momento positivo, gracias a los buenos precios del cerdo durante 2017 y a la estabilidad de los de las materias primas. A esto hay que sumarle un aumento de la productividad en las explotaciones, propiciada por la mejora continua de la genética, la nutrición, las instalaciones y el manejo, unido a la mayor profesionalización de las empresas de producción.
Seguimos creciendo en exportación, alcanzando mercados que hasta hace unos años eran inexistentes o minoritarios y nos hemos convertido en la tercera potencia mundial por censo.
En este escenario, uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector para los próximos años es la reducción del uso de antibióticos.
España es el país de la Unión Europea (29 países) en el que más se venden estos fármacos, seguido de Chipre e Italia y muy por encima de otros países que también son una potencia en el mercado de la exportación, como Dinamarca, Alemania, Holanda y Francia1.
¿Cómo cree que puede afectar este elevado uso de antibióticos a la imagen internacional del sector porcino?
La sociedad está muy sensibilizada con la resistencia de las bacterias a los antibióticos y su posible repercusión negativa sobre la eficacia de los tratamientos.
España está en la primera división de la producción porcina y de la exportación de carne de cerdo y sus derivados, siendo un competidor a tener muy en cuenta. Por tanto, es muy importante no tener ningún punto débil.
En un futuro próximo, si no ponemos solución, el uso elevado de antibióticos podría ser una debilidad competitiva con respecto a otros países, sobre todo en mercados muy exigentes y que para nosotros son clave, como el asiático.
¿En qué línea se está trabajando, cómo se está afrontando esta situación?
Las instituciones públicas trabajan muy intensamente y de manera coordinada con los diferentes eslabones de la cadena alimentaria, entre ellos el sector porcino.
Este sector es muy dinámico y con gran capacidad de adaptación y superación, como ha demostrado en el caso del bienestar animal y en el control de la enfermedad de Aujeszky.
Respecto al uso responsable de los antibióticos, ha respondido rápidamente y ya se han activado varias iniciativas, poniendo en marcha acciones que conducirán a un menor consumo en el medio plazo.
Para ello las empresas trabajan en la mejora de las instalaciones, climatización, calidad de agua, manejo y programas sanitarios fundamentados en la vacunación y la bioseguridad, como es el caso de los programas de control del PRRS.
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¿Cómo puede ayudar MSD Animal Health a conseguir este objetivo común?
En MSD Animal Health colaboramos con el sector porcino poniendo a su disposición productos de la más alta calidad, como la gama de vacunas PORCILIS, reconocidas por su eficacia y seguridad, que permite diseñar programas preventivos adaptados a las necesidades de cada explotación.
Creemos que el punto de partida para diseñar el programa de vacunación más adecuado es conocer la situación sanitaria de cada granja. Para ello disponemos de un servicio técnico altamente cualificado que trabaja a pie de granja con los veterinarios, empleando las últimas y más avanzadas herramientas de diagnóstico.
En segundo lugar con la formación continuada de veterinarios y productores, algo que consideramos básico para evolucionar y hacer las cosas cada vez mejor y de manera más eficiente.
¿Qué línea de trabajo está siguiendo MSD Animal Health?
La apuesta es clara por I+D+i. MSD Animal Health invierte muchos recursos en el desarrollo de nuevos productos para la mejora de la sanidad de las explotaciones, priorizando claramente la prevención vacunal frente al tratamiento curativo.
Otro objetivo importante es ayudar en la mejora del bienestar animal, para lo cual disponemos, entre otras cosas, desde hace más de 10 años de los dispositivos IDAL.
Los dispositivos IDAL permiten la vacunación sin aguja en cerdas y lechones, frente a algunas de las patologías más importantes tales como la enfermedad de Aujeszky, Neumonía Enzoótica, Circovirosis porcina y Síndrome Reproductivo y Respiratorio Porcino (PRRS).
Es importante mencionar el desarrollo de plataformas tecnológicas que permiten la gestión integral de la información y acciones dirigidas al control de las enfermedades más relevantes.
¿Qué productos se están priorizando en MSD Animal Health?
El uso responsable de antibióticos no significa que se dejen de usar por completo, sino que se usen “tanto como sea necesario, tan poco como sea posible”2.
Lo que está claro es que el uso ha de ser más racional, dirigido al uso terapeútico y si es necesario metafiláctico, evitando el tratamiento preventivo masivo.
MSD Animal Health cuenta con varios antibióticos, destacando entre todos ellos ZUPREVO (TILDIPIROSINA), dirigido al tratamiento de cuatro de los principales patógenos bacterianos del Complejo Respiratorio Porcino, con la ventaja de ser un tratamiento de una dosis y de larga duración, con un periodo de retirada corto, que comparado con otros productos del mercado, aporta menos miligramos de antibiótico por unidad de producción, siguiendo la posología de las fichas técnicas.
Pero sin duda el objetivo es la prevención vía vacunación, donde MSD Animal Health es un referente a nivel mundial. En concreto en España es el laboratorio con la gama más amplia de biológicos para porcino, abarcando las principales patologías con productos para la aplicación tanto intramuscular como intradérmica.
¿Cómo cree que deben diseñarse los programas vacunales?
Lo ideal es adaptarse a la situación sanitaria de cada granja, conociendo los patógenos implicados y monitorizando la evolución de los programas implementados.
Los dos requisitos más importantes que debe cumplir una vacuna son eficacia y seguridad, hemos de fijarnos también en la facilidad de aplicación y en el bienestar de los animales. Los productos monodosis, así como las vacunas que integran más de un antígeno en presentación lista para usarse (RTU por sus siglas en inglés), son la opción que más facilita el trabajo de los operarios, comparado con los productos bidosis y monovalentes, respectivamente.
En la vacunación intradérmica los dispositivos IDAL permiten la vacunación sin aguja, con un volumen pequeño de inoculación (0,2 ml/dosis), lo cual aporta beneficios tales como: disminución del riesgo de transmisión iatrogénica de enfermedades, los restos de agujas en el punto de aplicación y los daños en el tejido, gracias al pequeño volumen empleado.
Siempre que sea posible nos hemos de plantear la posibilidad de la erradicación de las enfermedades, pero esto no siempre es factible, ya que depende de muchos factores de difícil control, por lo que debemos buscar protocolos de control exhaustivos de las mismas, combinando en este caso programas vacunales, tratamientos estratégicos y medidas de manejo y bioseguridad estrictas.
¿Qué fase de producción consideras clave para comenzar la implementación de programas vacunales?
Son críticos dos grupos de animales: la reposición y las cerdas reproductoras, ya que son la base para la estabilidad sanitaria de la granja.
La reposición necesita una atención especial para evitar que el futuro de la reproducción de la granja entre en contacto con los patógenos de la explotación sin estar previamente bien protegidos.
Es fundamental aplicar las más estrictas medidas de bioseguridad, con una cuarentena bien diseñada y un periodo de adaptación donde aplicaremos el programa de vacunación diseñado por el veterinario responsable de la explotación.
A todo este trabajo llevado a cabo con la reposición hemos de darle continuidad a lo largo de los siguientes ciclos de las cerdas, aplicando en este caso pautas de vacunación de recuerdo.
Cuando vacunamos a una cerda, en unos casos lo hacemos para protegerla a ella, pero en otros vacunamos a la madre para que ésta trasmita la inmunidad a su descendencia, siendo importante disponer de vacunas que generen altos niveles de inmunidad que se transmitirán en la lactación.
Lo dicho anteriormente no resta importancia a la fase de crecimiento de los animales, donde los hemos de vacunar para generar una inmunidad activa que permita a los lechones hacer frente a los desafíos a los que se enfrentarán durante la fase de cebo. De hecho, una futura reproductora recibirá también estas vacunas, bien es cierto que llegado el momento tendrá el protocolo específico del que hemos hablado anteriormente.
Son críticos dos grupos de animales: la reposición y las cerdas reproductoras, ya que son la base para la estabilidad sanitaria de la granja.
¿Qué portfolio de productos ofrece MSD Animal Health a los veterinarios y productores de porcino?
PORCILIS es la gama más amplia de vacunas para ganado porcino del mercado español, teniendo en cuenta las referencias registradas en la Agencia Española del Medicamento.
Son productos muy reconocidos por su calidad y seguridad contrastada durante años, con millones de animales vacunados, pero en continua evolución para ofrecer al veterinario y productor la última tecnología en vacunas.
Tomando como referencia los programas de vacunación de reposición y cerdas reproductoras ponemos a disposición del mercado Porcilis® PRRS, Porcilis® Begonia, Porcilis® Glässer, Porcilis® AR-T DF, Porcilis® ColiClos y Porcilis® Ery+Parvo.
Notas:
1 Sexto informe ESVAC, página 33
2 Guía de Uso Responsable de Medicamentos Veterinarios (Porcino), Fundación Vet+i
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