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La OIE pide reforzar la bioseguridad para evitar la propagación de enfermedades

La Organización Mundial de Sanidad Animal (fundada como OIE), destacó en un documento el papel fundamental de la bioseguridad a la hora de frenar la propagación de enfermedades.

El organismo analizó los datos del Sistema Mundial de Información Zoosanitatia, y la conclusión fue clara:

«Los datos analizados muestran que la peste porcina africana y la influenza aviar, también conocida como gripe aviar, han registrado una mayor propagación con respecto a los años anteriores, afectando a un mayor número de animales, alcanzando nuevas zonas del planeta y provocando consecuencias socioeconómicas y sanitarias devastadoras. De esta forma, se han visto afectados en gran medida la producción ganadera, los medios de sustento, la seguridad alimentaria, e incluso el precio de los alimentos.»

Frente a este escenario, la OIE resalta la importancia de reforzar las practicas de bioseguridad, haciendo foco en dos cuestiones:

Proteger al ganado y a la fauna silvestre

Una de las posibles vías de contagio de los animales domésticos es la interacción con los silvestres, ya sea por contacto directo, o indirecto.

Para el caso de la influenza aviar, las aves migratorias son una gran amenaza, ya que actúan como reservorio del virus, y pueden viajar enormes distancias esparciéndolo. Las problemas generados por esta enfermedad no son solo productivos, sino también ecológicos, ya que pueden diezmar poblaciones de aves enteras comprometiendo la biodiversidad.

La ausencia de una vacuna contra la PPA, convierte a la bioseguridad en la mejor herramienta disponible para frenar su propagación. La experiencia demuestra que en sitios donde la bioseguridad no es la adecuada, el virus se disemina mas fácilmente.

Fomentar comportamientos humanos responsables

Las actividades humanas también pueden significar un riesgo. Recientemente, se documentó un caso de PPA en Alemania en una granja ubicada a 500 km de la zona de infección. La explotación afectada cuenta con vallado doble, por lo que los servicios veterinarios oficiales tienen como principal hipótesis de infección la vía humana.

La actividad cinegética puede ser muy eficaz en el control de la población de animales silvestres como el jabalí. Sin embargo, también puede ser funcional a la diseminación de la enfermedad, dado que animales infectados pueden ser trasladados a zonas declaradas libres.

La disponibilidad de información es indispensable a la hora de fomentar la responsabilidad en las actividades humanas. Por ello, la OIE elaboró una serie de herramientas de comunicación, tanto para la PPA como para la influenza aviar.

 

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