La fase de cebo es la parte que más repercusión económica tiene en la producción porcina y, sin embargo, suele ser la que menos atención recibe.
El manejo en el cebo tiene aspectos vinculados a las fases anteriores de producción, como la sanidad y la variabilidad de pesos de entrada, y otros que tienen un fuerte impacto económico, como la gestión de las cargas a matadero.
El tema se desarrollará en torno a cuatro puntos clave con potencial para mejorar la eficiencia en la fase de engorde:
CONDICIONES AMBIENTALES
La temperatura de confort de nuestros animales dependerá de su peso, siendo importante conocer:
La gestión de la temperatura en la entrada de los animales, no solo consiste en alcanzar la temperatura óptima, sino evitar tener grandes oscilaciones que predispongan a la aparición de procesos entéricos.
La fórmula que se emplea para conocer la temperatura óptima de entrada de los animales a cebo es la siguiente: Tª óptima = 26 – (0,061 x PV) |
Por ejemplo, para un peso de entrada de 23 kg, aplicando la fórmula, la temperatura óptima será de 24,6 °C.
Cuanto mayor es la temperatura del aire, mayor capacidad tiene de captar agua.
La ventilación debe permitir la eliminación del aire caliente y el exceso de gases en el interior de la nave, al tiempo que garantiza un suministro adecuado de aire limpio para los cerdos.
Los animales de cebo requieren una ventilación mínima de 3 m³ por cerdo. |
Para detectar una ventilación deficiente, es fundamental:
La tendencia actual en las naves de cebo es mejorar su capacidad de mantener una temperatura interior estable:
El aislamiento del tejado y su estado estructural merecen especial atención, ya que se trata de la mayor superficie expuesta de la nave. Para ello, el mercado ofrece una amplia variedad de materiales específicos para cubiertas. |
MANEJO
El manejo de un cebo debe extenderse tanto a las instalaciones como a los animales, puesto que ambos factores influyen directamente en el resultado productivo del engorde.
Tras cada engorde se debe hacer un vacío sanitario y protocolizar una serie de acciones:
LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN DE LAS INSTALACIONES
Se debe retirar toda la materia orgánica, limpiar con agua y detergente, aclarar y desinfectar el cebadero antes de la nueva entrada de animales.
Se debe incluir la limpieza de tuberías de agua y silos.
Las tuberías pueden desinfectarse utilizando una bomba dosificadora o directamente a través de los depósitos, diluyendo el producto elegido (dióxido de cloro, peróxido más peracético, etc.) en función del volumen de agua.
Una vez preparado el producto, se abrirán todas las llaves situadas al final de las tuberías, tanto de las salas como de la tubería general, y se accionarán todos los chupetes para asegurar que el desinfectante inunde no solo las conducciones principales, sino también las bajantes.
El producto deberá mantenerse en el circuito durante 24 horas.
La correcta eliminación del biofilm de las tuberías contribuirá a reducir la incidencia de procesos entéricos en los lotes posteriores.
DESRATIZACIÓN
Una vez vaciada la nave y aprovechando la falta de acceso de los roedores al pienso, se intensificarán las medidas de control para su eliminación.
DESINSECTACIÓN
La desinsectación no solo debe realizarse durante el vacío sanitario, sino también mediante un protocolo que se aplique de forma continuada a lo largo del periodo de engorde.
MANTENIMIENTO DE LAS INSTALACIONES
Aprovechando la ausencia de los animales, es un buen momento para reparar los desperfectos y realizar las mejoras necesarias al final de cada ciclo de engorde.
RECEPCIÓN DE LOS ANIMALES
Poco antes de la llegada de los animales:
Siempre que sea posible, se colocará una cama de serrín u otro material absorbente en el ciego de las cuadras para proporcionar un espacio más seco y menos frío donde los animales puedan descansar tras el viaje. |
ORGANIZACIÓN DE LOS ANIMALES
Normalmente, la capacidad de animales por cuadra se calcula en función del peso de sacrificio. Sin embargo, en el momento de la entrada se alojará entre un 10-15 % más de animales por cuadra.
La planificación de la capacidad de la nave deberá contemplar siempre un 5 % de cuadras destinadas a uso como enfermería. Tras el segundo estrío, estas cuadras quedarán sin completar hasta el final del engorde y se utilizarán para alojar y recuperar a los animales enfermos que puedan aparecer. |
Se realizarán dos triajes a lo largo del engorde:
PRIMER TRIAJE En el momento de la entrada, se completarán las cuadras con animales sanos y se apartarán en cuadras específicas aquellos animales que presenten signos de enfermedad (delgadez, hernias, etc.) para proporcionarles una atención especial. |
SEGUNDO TRIAJE Entre las 2 y 4 semanas de estancia, se llevará a cabo un nuevo estrío para sacar el exceso de animales dejado inicialmente y ajustar el número de animales definitivo según el peso de sacrificio y la superficie disponible. Se aprovechará también para retirar animales más pequeños o con signos de enfermedad. |
REVISIÓN DIARIA DE LOS CERDOS
Cuando se disponga de ventanas automáticas, es importante recordar que estas funcionan en base a la temperatura detectada por una sonda, pero no controlan directamente la capacidad de renovación del aire de la nave, por lo que puede ser necesario realizar ajustes manuales. |
- Se deberá levantar a todos los animales y observar posibles signos de enfermedad de forma que los animales enfermos puedan ser tratados y marcados para su seguimiento.
- Aquellos con signos leves podrán mantenerse en su cuadra habitual tras el tratamiento.
- En caso de síntomas graves, los animales deberán ser retirados de la cuadra y trasladados a la enfermería.
PARÁMETROS ZOOTÉCNICOS DE LA FASE DE CEBO
El IC se define como los kilogramos de pienso necesarios para producir 1 kg de carne. Junto al coste del lechón de 20 kg, es uno de los indicadores más importantes para calcular el coste de kg de carne producido, existiendo 3 formas de calcularlo:
IC ECONÓMICO
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IC TÉCNICO
Es igual que el económico, pero añadiendo el peso de las bajas (normalmente se pone una media de 50 kg). |
IC CORREGIDO O ESTANDARIZADO |
La Ganancia Media Diaria (GMD) se expresa en gramos/día e indica la velocidad de crecimiento de los animales, lo que repercute directamente en el tiempo de ocupación de las instalaciones. Se calcula de la siguiente forma:
Es importante considerar que, cuanto más tiempo permanezca un cerdo en la fase de cebo, mayor será su índice de conversión.
Esto se debe a que, por ejemplo, un cerdo de 100 kg necesita aproximadamente 1 kg de pienso diario únicamente para cubrir sus necesidades de mantenimiento. Así, un mayor número de días implica un mayor consumo destinado al mantenimiento, reduciendo la eficiencia productiva. |
Junto con los dos índices anteriores (IC y GMD) y desglosando el momento en que se producen las bajas, este análisis puede ofrecer pistas sobre lo sucedido durante el cebo.
Además, permite evaluar si las medidas aplicadas en fases anteriores tienen efecto en la dinámica de presentación de las bajas, observándose cambios en los patrones de mortalidad.
GESTIÓN DE CARGAS
Para una correcta gestión de las cargas, es fundamental conocer y manejar los siguientes parámetros:
PESO NETO DE LA CANAL
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RENDIMIENTO DE LA CANAL
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PRECIO PERCIBIDO
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Para aumentar el beneficio de la empresa, es necesario mejorar los parámetros descritos anteriormente. A nivel técnico, el incremento de la rentabilidad se logra mediante la optimización del índice de conversión y el aumento del valor de los cerdos. |
Para ser eficientes en la venta de los animales, es fundamental trabajar en dos aspectos clave:
La respuesta dependerá de las primas y descuentos aplicados por los mataderos, generalmente basados en el peso y en el porcentaje de magro de la canal.
Cuando se intenta corregir pérdidas de oportunidad, suele cometerse el error de actuar únicamente sobre el peso medio, lo que puede empeorar la situación:
La desviación estándar se define como la media de los kilogramos de diferencia entre el peso de cada cerdo y el peso medio del camión vendido.
DESVIACIÓN ESTÁNDAR ELEVADA Una desviación estándar elevada indica que, aunque se haya alcanzado un peso medio determinado, las cargas han incluido animales más pesados y más ligeros, lo que refleja una peor gestión de la selección. |
DESVIACIÓN ESTÁNDAR BAJA Una desviación estándar baja implica menor variabilidad de pesos, mayor homogeneidad y, en consecuencia, un mayor beneficio, ya que se reduce el número de animales fuera del peso óptimo. |
Generalmente, a mayor desviación estándar, menor será el peso óptimo de sacrificio alcanzable a matadero.
Para reducir la desviación estándar, es necesario establecer valores límite para determinados parámetros, ya que el objetivo es disminuir la variabilidad dentro del proceso productivo:
DÍA DE LA PRIMERA CARGA
Número de días transcurridos desde la entrada de los animales en el cebadero hasta la realización de la primera carga a matadero. Depende de múltiples factores que pueden afectar a los índices productivos. Por ello, suele analizarse mediante pirámides de producción, teniendo en cuenta el IC y los días de estancia. |
DÍAS DE VACIADO
Número de días que transcurren entre la primera y la última carga. Se establecerá un valor de referencia en función de la pirámide de producción y del tiempo de llenado de las naves. |
Un número elevado de días de vaciado impacta negativamente en la rotación de las naves, encarece el precio de integración y empeora la GMD y el IC. |
La variabilidad anual en el precio de las materias primas y la demanda y precio del cerdo condicionan los beneficios obtenidos en función del momento de venta.
Por ejemplo, especialmente en las zonas cálidas, la demanda de cerdos tiende a aumentar durante los meses de verano, ya que los días de estancia en el cebadero se alargan debido a una disminución de la GMD asociada a un menor consumo de pienso.
Se debe realizar un periodo de ayuno previo al envío de los animales al matadero para evitar la ingesta excesiva de pienso. Esta práctica:
Si el periodo de ayuno se prolonga en exceso, puede producirse una disminución del peso de la canal:
Para optimizar el proceso:
La mortalidad en el transporte no debe superar 1 de cada 1000 animales enviados.
Independientemente del origen del problema, se debe actuar de manera rápida para corregirlo, ya sea mediante la mejora de las condiciones sanitarias o mediante el perfeccionamiento del procedimiento de carga hacia el matadero. |
CONCLUSIONES
Una correcta acogida a la entrada garantiza un buen arranque, y a lo largo de todo el proceso se debe prestar atención diaria a las necesidades de los animales hasta su salida.
Una adecuada gestión de las cargas es esencial, ya que, aunque constituye la última fase del proceso de crianza, tiene un impacto directo en el precio final y en la rentabilidad obtenida.