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Manejo de fase 3 y gestión de cargas en cebaderos

Escrito por: Anabel Fernández Bravo - Veterinaria de producción, Agropecuaria Casas Nuevas. Veterinaria graduada por la Universidad de Murcia en 2023. Al finalizar sus estudios tomó la decisión de encaminar su carrera profesional al ámbito de la producción porcina, consiguiendo un puesto como veterinaria de producción en Agropecuaria Casas Nuevas, Grupo Francés (Fuente Álamo, Murcia). Actualmente, participa activamente en la supervisión de las fases productivas de maternidad, transición y cebo. , Andrea Martínez Martínez -
Graduada en Veterinaria por la Universidad de Murcia en 2023.
Actualmente Veterinaria de producción en Agropecuaria Casas Nuevas (Fuente Álamo-Murcia), responsable de las tres fases de la producción porcina: maternidad, transición y cebo.
, Ángela Gallardo Marín - Ángela Gallardo Marín, nacida en Murcia en 1988, es Licenciada en Veterinaria en 2016 por la Universidad de Murcia. Tras terminar la carrera, realizó los siguientes cursos, impartidos por el Grupo TRAZA Servicios Integrales S.L., en Puente Tocinos, Murcia (España):
  • Protocolos IFS y BRC en Seguridad Alimentaria (2017).
  • Responsable de APPCC (2017).
Seguidamente comenzó a trabajar en la Clínica Veterinaria Andrada, en Santo Ángel (Murcia) (desde 2017-2018), como veterinaria de pequeños animales. Tras finalizar en la clínica ha trabajado en Agropecuaria Casas Nuevas, empresa de Fuente Álamo, como veterinaria de producción en el sector porcino, ocupándose de las fases de transición y cebo, además de ser auditora interna, tras realizar el Curso de Auditorías Veterinarias en Bioseguridad y Bienestar Animal en Explotaciones Ganaderas Intensivas (2020) y el Curso de Auditores Internos de Bienestar Animal Welfair (2022). Durante su estancia en esta empresa ha participado en el desarrollo de la Fase 3 de una vacuna frente a disentería porcina. (Desde 2017-2023). En el año 2023 estuve trabajando en el Grupo Galindo como veterinaria de producción en el sector porcino en fases de maternidad y transición. Actualmente trabajando en Cefu S.A. como veterinaria de producción en el sector porcino en fase de cebo. Realización del Curso de formación para Realización de autocontroles Welfair Porcino (M02-Reproductoras y M01-Cebos) (Mayo de 2024). Realización del Curso de Capacitación para veterinarios habilitados para la expedición de la certificación sanitaria de explotaciones ganaderas para las exportaciones (DVR) (Julio de 2024).
, Elena Goyena Salgado - Doctora en Medicina veterinaria por la Universidad de Murcia. Licenciada en Veterinaria por la Universidad de Murcia. Entre su larga carrera profesional destaca su trabajo de veterinaria en Sumgasur SL, veterinaria de producción en Piensos Cartagena SL. y veterinaria de producción de Agropecuaria Casas Nuevas. , Emilio José Ruiz Fernández - Nacido en Campo Cámara (Granada) en 1996, Graduado en Veterinaria en 2021 por la Universidad de Murcia. Tras terminar la carrera, decidió centrarse en el mundo de la producción porcina obteniendo un puesto en Agropecuaria Casas Nuevas, Grupo Francés (Fuente Álamo - Murcia) como veterinario de producción, experimentando en la actualidad, las dos fases de producción porcina (transición y cebo), además de ser el responsable de la nutrición. , José Manuel Pinto Carrasco - Ingeniero Agrónomo por la Universidad de Valladolid. Entre Julio de 2005 y octubre de 2018 trabajó en Juan Jiménez García SAU en distintas áreas, desde control de producción hasta en el diseño y ejecución de obras en explotaciones porcinas. Desde octubre de 2018 hasta abril de 2019, pasa a ser gestor de granjas en Manzana Piensos Compuestos SL. En la actualidad, trabaja en S.A.T. Hermanos Chico como Responsable de logística , Manuel Toledo Castillo - Doctor en Veterinaria, Agropecuaria Casas Nuevas , Rocío García Espejo - Nacida en Cartagena (Murcia) en 1989, Licenciada en Veterinaria en 2015 por la Universidad de León con una Estancia en México durante un año con la Beca Amicus. Tras terminar la carrera y experimentar el mundo de los pequeños animales en varias clínicas de Cartagena y Caravaca de la Cruz, estuvo trabajando en una Asociación de Defensa Sanitaria de ganado porcino en Fuente Álamo de Murcia (ADESPOFA), durante 3 años (2016-Julio 2019). Tras su puesto como responsable técnica de la ADS, decidió centrarse en el mundo de la producción porcina obteniendo un puesto en Agropecuaria Casas Nuevas, Grupo Francés (Fuente Álamo) como veterinaria de producción, experimentando en la actualidad, las dos fases de producción porcina (reproductoras, y cebo). En la formación académica continua destaca el Curso de Auditorías Veterinarias en Bioseguridad y Bienestar Animal en Explotaciones Ganaderas Intensivas , Simón García Legaz - Nacido en Fuente Álamo (Murcia) en 1998. Graduado en Veterinaria por la Universidad de Murcia en 2021. Máster en Producción y Sanidad Animal impartido por la Universidad Complutense y la Universidad Politécnica de Madrid en 2022, en la especialidad de nutrición animal. Curso de Especialista en Porcinotecnia Sostenible y de Precisión por la Universidad de Murcia en 2023. Desde 2023 ejerce como veterinario de producción de Agropecuaria Casas Nuevas, Grupo Francés. En 2024, la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España le otorgó el I Premio Laboratorios MEVET “Carlos Buxadé Carbó” por su trabajo de investigación: “Guía de manejo de las reproductoras y lechones para optimizar el bienestar y la sostenibilidad. Nuevas experiencias.”

La fase de cebo es la parte que más repercusión económica tiene en la producción porcina y, sin embargo, suele ser la que menos atención recibe.

En este artículo, mostraremos la importancia que tiene la fase de cebo en la producción y aspectos que, aunque se consideren correctamente gestionados, pueden mejorarse para aumentar la eficiencia productiva.

El manejo en el cebo tiene aspectos vinculados a las fases anteriores de producción, como la sanidad y la variabilidad de pesos de entrada, y otros que tienen un fuerte impacto económico, como la gestión de las cargas a matadero.

El tema se desarrollará en torno a cuatro puntos clave con potencial para mejorar la eficiencia en la fase de engorde:

 

CONDICIONES AMBIENTALES

Temperatura

La temperatura de confort de nuestros animales dependerá de su peso, siendo importante conocer:

La gestión de la temperatura en la entrada de los animales, no solo consiste en alcanzar la temperatura óptima, sino evitar tener grandes oscilaciones que predispongan a la aparición de procesos entéricos.

La fórmula que se emplea para conocer la temperatura óptima de entrada de los animales a cebo es la siguiente:

Tª óptima = 26 – (0,061 x PV)

Por ejemplo, para un peso de entrada de 23 kg, aplicando la fórmula, la temperatura óptima será de 24,6 °C.

En invierno, el uso de mantas térmicas ayudará a reducir las oscilaciones y a mantener la temperatura de confort estable. Puede ser recomendable utilizar también otros medios como cañones de calor o estufas, siempre y cuando se mantenga una temperatura constante durante todo el día y que no baje por la noche, evitando cambios bruscos en las temperaturas.

En verano, se podrían usar sistemas de refrigeración (cooling, microaspersores o pulverizadores) combinados con ventiladores que permiten dispersar las gotas de agua para evitar generar un exceso de humedad, que sería problemático para los animales.

Humedad

Cuanto mayor es la temperatura del aire, mayor capacidad tiene de captar agua.

Un indicativo de mala ventilación es la condensación del agua en puertas o ventanas, ya que no se están eliminando los gases de respiración de los cerdos.

Ventilación

La ventilación debe permitir la eliminación del aire caliente y el exceso de gases en el interior de la nave, al tiempo que garantiza un suministro adecuado de aire limpio para los cerdos.

En esta fase, suele emplearse ventilación natural, basada en tres fenómenos (Figura 1):

Efecto viento

Efecto apertura

Efecto chimenea

Los animales de cebo requieren una ventilación mínima de 3 m³ por cerdo.Además, la velocidad del aire sobre ellos también es importante, nunca debiendo superar los 0,2 m/s con el fin de evitar la sensación de frío.

Para detectar una ventilación deficiente, es fundamental:

Observar los niveles de gases en el interior de la nave (Tabla 1).

Comprobar que no existen corrientes de aire excesivas.

Prestar atención a la posible acumulación de telarañas en determinadas zonas.

Aislamiento

La tendencia actual en las naves de cebo es mejorar su capacidad de mantener una temperatura interior estable:

Evitando la pérdida de calor en invierno.

Limitando el aumento térmico en verano.

Toda mejora orientada a potenciar esta cualidad tendrá un impacto positivo en los parámetros zootécnicos y, en consecuencia, en la rentabilidad de la producción.

El aislamiento del tejado y su estado estructural merecen especial atención, ya que se trata de la mayor superficie expuesta de la nave. Para ello, el mercado ofrece una amplia variedad de materiales específicos para cubiertas.

MANEJO

El manejo de un cebo debe extenderse tanto a las instalaciones como a los animales, puesto que ambos factores influyen directamente en el resultado productivo del engorde.

Manejo de las instalaciones

Tras cada engorde se debe hacer un vacío sanitario y protocolizar una serie de acciones:

 LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN DE LAS INSTALACIONES 

Se debe retirar toda la materia orgánica, limpiar con agua y detergente, aclarar y desinfectar el cebadero antes de la nueva entrada de animales.

Es importante realizar la desinfección cuando las instalaciones estén secas para que la eficacia del desinfectante sea óptima.

Se debe incluir la limpieza de tuberías de agua y silos.

Las tuberías pueden desinfectarse utilizando una bomba dosificadora o directamente a través de los depósitos, diluyendo el producto elegido (dióxido de cloro, peróxido más peracético, etc.) en función del volumen de agua.

Una vez preparado el producto, se abrirán todas las llaves situadas al final de las tuberías, tanto de las salas como de la tubería general, y se accionarán todos los chupetes para asegurar que el desinfectante inunde no solo las conducciones principales, sino también las bajantes.

El producto deberá mantenerse en el circuito durante 24 horas.

Pasado este tiempo, se abrirá la entrada de agua general y se procederá a enjuagar las conducciones, pulsando de nuevo los chupetes para asegurar la limpieza de las bajantes antes de la entrada de los animales.

La correcta eliminación del biofilm de las tuberías contribuirá a reducir la incidencia de procesos entéricos en los lotes posteriores.

 DESRATIZACIÓN 

Una vez vaciada la nave y aprovechando la falta de acceso de los roedores al pienso, se intensificarán las medidas de control para su eliminación.

Se establecerá un croquis de la granja en el que se indique la ubicación de los portacebos, que deberán ser revisados periódicamente, siendo necesario reponer los cebos a medida que el rodenticida vaya desapareciendo y rotar los productos utilizados para evitar resistencias.

Es imprescindible mantener los registros de control de roedores actualizados.

Es importante recordar que los roedores actúan como vectores y hospedadores de diversas enfermedades porcinas, representando un importante riesgo sanitario.

 DESINSECTACIÓN 

La desinsectación no solo debe realizarse durante el vacío sanitario, sino también mediante un protocolo que se aplique de forma continuada a lo largo del periodo de engorde.

Es fundamental actuar tanto sobre los insectos adultos en superficie como sobre las larvas en los fosos, con el objetivo de interrumpir sus ciclos biológicos y evitar que la infestación se consolide y resulte más difícil de erradicar.

 MANTENIMIENTO DE LAS INSTALACIONES 

Aprovechando la ausencia de los animales, es un buen momento para reparar los desperfectos y realizar las mejoras necesarias al final de cada ciclo de engorde.

Es importante llevar un registro actualizado de las reparaciones efectuadas, y organizar previamente el acopio del material necesario (rejillas, separadores, etc.) para disponer de él antes del vacío sanitario y poder realizar las tareas de mantenimiento durante ese periodo.

Manejo de los animales

 RECEPCIÓN DE LOS ANIMALES 

Poco antes de la llegada de los animales:

Se atemperará la nave hasta alcanzar una temperatura óptima.

Se llenarán las tolvas de pienso, regulándolas previamente.

Es importante controlar la distancia del tubo a la tolva para evitar el desperdicio, procurando que el vaso de la tolva esté cubierto solo en un 40 % de alimento, de modo que los animales no saquen el pienso y se garantice su renovación diaria sin que las tolvas queden vacías.

La regulación de las tolvas deberá ajustarse progresivamente conforme aumenten la edad y el consumo de los animales.

Se comprobará que el sistema de agua esté abierto y que los parámetros higiénicos del agua sean correctos (se recomienda realizar analíticas físico-químicas semestrales).

Siempre que sea posible, se colocará una cama de serrín u otro material absorbente en el ciego de las cuadras para proporcionar un espacio más seco y menos frío donde los animales puedan descansar tras el viaje.

 ORGANIZACIÓN DE LOS ANIMALES 

Normalmente, la capacidad de animales por cuadra se calcula en función del peso de sacrificio. Sin embargo, en el momento de la entrada se alojará entre un 10-15 % más de animales por cuadra.

Esto permitirá dejar aproximadamente un 10-15 % de las cuadras vacías, destinadas a realizar posteriormente un estrío. Si es posible, estas cuadras vacías se ubicarán en la misma nave para conservar mejor el calor en la zona ocupada.

La planificación de la capacidad de la nave deberá contemplar siempre un 5 % de cuadras destinadas a uso como enfermería. Tras el segundo estrío, estas cuadras quedarán sin completar hasta el final del engorde y se utilizarán para alojar y recuperar a los animales enfermos que puedan aparecer.

Se realizarán dos triajes a lo largo del engorde:

PRIMER TRIAJE

En el momento de la entrada, se completarán las cuadras con animales sanos y se apartarán en cuadras específicas aquellos animales que presenten signos de enfermedad (delgadez, hernias, etc.) para proporcionarles una atención especial.

 SEGUNDO TRIAJE

Entre las 2 y 4 semanas de estancia, se llevará a cabo un nuevo estrío para sacar el exceso de animales dejado inicialmente y ajustar el número de animales definitivo según el peso de sacrificio y la superficie disponible. Se aprovechará también para retirar animales más pequeños o con signos de enfermedad.

 REVISIÓN DIARIA DE LOS CERDOS 

Cada día, lo primero que realizará el ganadero será revisar el consumo de pienso de los animales, asegurándose de que se mantiene dentro de los valores normales.

Si es posible, también se controlará el consumo de agua, ya que ambos parámetros pueden alertar del inicio de un proceso infeccioso y ofrecer la oportunidad de ajustar la regulación de las tolvas.

En segundo lugar, se revisarán las condiciones ambientales de la nave utilizando termómetros, higrómetros o medidores de gases, herramientas que permiten comprobar el correcto ajuste de las ventanas.

La temperatura deberá adaptarse al peso de los animales, evitando la formación de corrientes de aire y asegurando, a la vez, una adecuada renovación del ambiente interior.

Cuando se disponga de ventanas automáticas, es importante recordar que estas funcionan en base a la temperatura detectada por una sonda, pero no controlan directamente la capacidad de renovación del aire de la nave, por lo que puede ser necesario realizar ajustes manuales.

Una vez completadas estas comprobaciones, se procederá a arrancar el motor para el llenado de las tolvas. Durante este proceso, el ganadero realizará una inspección visual cuadra por cuadra.

PARÁMETROS ZOOTÉCNICOS DE LA FASE DE CEBO

Índice de Conversión (IC)

El IC se define como los kilogramos de pienso necesarios para producir 1 kg de carne. Junto al coste del lechón de 20 kg, es uno de los indicadores más importantes para calcular el coste de kg de carne producido, existiendo 3 formas de calcularlo:

IC ECONÓMICO

Es el que se usa habitualmente.

IC TÉCNICO

Es igual que el económico, pero añadiendo el peso de las bajas (normalmente se pone una media de 50 kg).

IC CORREGIDO O ESTANDARIZADO
Permite comparar de forma homogénea los índices de conversión de distintos engordes, independientemente de sus pesos de entrada y salida.Se establece un rango de referencia de 18 a 100 kg, lo que significa que, si el peso de entrada varía 1 kg por debajo o por encima de los 18 kg, o el peso de salida varía respecto a los 100 kg, se ajustará el índice de conversión sumando o restando unos gramos, en función del tipo de cerdo que se esté produciendo (Tabla 2).Este ajuste facilita la comparación entre lotes con pesos de entrada y salida diferentes, permitiendo una valoración más precisa de la eficiencia productiva.

Ganancia Media Diaria (GMD)

La Ganancia Media Diaria (GMD) se expresa en gramos/día e indica la velocidad de crecimiento de los animales, lo que repercute directamente en el tiempo de ocupación de las instalaciones. Se calcula de la siguiente forma:

Teóricamente, la GMD está correlacionada con el IC, es decir, a mayor GMD, menor tiende a ser el IC.

La monitorización de la GMD resulta útil para diagnosticar problemas que puedan surgir durante el cebo.

Es importante considerar que, cuanto más tiempo permanezca un cerdo en la fase de cebo, mayor será su índice de conversión.

Esto se debe a que, por ejemplo, un cerdo de 100 kg necesita aproximadamente 1 kg de pienso diario únicamente para cubrir sus necesidades de mantenimiento. Así, un mayor número de días implica un mayor consumo destinado al mantenimiento, reduciendo la eficiencia productiva.

Mortalidad

Junto con los dos índices anteriores (IC y GMD) y desglosando el momento en que se producen las bajas, este análisis puede ofrecer pistas sobre lo sucedido durante el cebo.

A nivel de campo, no siempre es posible identificar la causa concreta de cada baja. Sin embargo, disponer de gráficas que reflejen los momentos de aparición de la mortalidad (Gráfica 1) proporciona información valiosa, no solo sobre lo que ocurre en la explotación, sino también sobre cuándo ocurre.

Además, permite evaluar si las medidas aplicadas en fases anteriores tienen efecto en la dinámica de presentación de las bajas, observándose cambios en los patrones de mortalidad.

GESTIÓN DE CARGAS

Parámetros

Para una correcta gestión de las cargas, es fundamental conocer y manejar los siguientes parámetros:

PESO NETO DE LA CANAL

Es el peso del animal en origen menos 2,5 kg, que se estima que pierde durante el transporte y en la descarga en matadero.

RENDIMIENTO DE LA CANAL

Es el porcentaje del peso de la canal y respecto del peso neto de la misma.

PRECIO PERCIBIDO

Es el precio de mercado según el porcentaje del precio de la canal.

Para aumentar el beneficio de la empresa, es necesario mejorar los parámetros descritos anteriormente. A nivel técnico, el incremento de la rentabilidad se logra mediante la optimización del índice de conversión y el aumento del valor de los cerdos.

Para ser eficientes en la venta de los animales, es fundamental trabajar en dos aspectos clave:

1 Optimizar el peso de sacrificio

Para ello, se debe responder a la pregunta: ¿a qué peso debo vender mis cerdos?

La respuesta dependerá de las primas y descuentos aplicados por los mataderos, generalmente basados en el peso y en el porcentaje de magro de la canal.

Cada matadero establece sus propios parámetros de calidad y rangos de peso, por lo que resulta esencial disponer de esta información para enviar a cada destino el tipo de animal que demanda.

Cuando se intenta corregir pérdidas de oportunidad, suele cometerse el error de actuar únicamente sobre el peso medio, lo que puede empeorar la situación:

Al reducir el peso medio para evitar penalizaciones por altos pesos, aumentan las penalizaciones por pesos bajos.

Al aumentar el peso medio para evitar penalizaciones por pesos bajos, aumentan las penalizaciones por altos pesos.

Para minimizar las penalizaciones de los mataderos, es necesario fijar el peso medio en el valor óptimo y trabajar en la reducción de la desviación estándar (Figura 2).

2 Reducción de la desviación estándar de pesos

La desviación estándar se define como la media de los kilogramos de diferencia entre el peso de cada cerdo y el peso medio del camión vendido.

Puede calcularse a partir de las liquidaciones del cebadero y constituye un indicador de la homogeneidad del lote.

DESVIACIÓN ESTÁNDAR ELEVADA

Una desviación estándar elevada indica que, aunque se haya alcanzado un peso medio determinado, las cargas han incluido animales más pesados y más ligeros, lo que refleja una peor gestión de la selección.

DESVIACIÓN ESTÁNDAR BAJA

Una desviación estándar baja implica menor variabilidad de pesos, mayor homogeneidad y, en consecuencia, un mayor beneficio, ya que se reduce el número de animales fuera del peso óptimo.

Generalmente, a mayor desviación estándar, menor será el peso óptimo de sacrificio alcanzable a matadero.

¿Cómo disminuir la desviación estándar?

Para reducir la desviación estándar, es necesario establecer valores límite para determinados parámetros, ya que el objetivo es disminuir la variabilidad dentro del proceso productivo:

DÍA DE LA PRIMERA CARGA

Número de días transcurridos desde la entrada de los animales en el cebadero hasta la realización de la primera carga a matadero.

Depende de múltiples factores que pueden afectar a los índices productivos. Por ello, suele analizarse mediante pirámides de producción, teniendo en cuenta el IC y los días de estancia.

 

DÍAS DE VACIADO

Número de días que transcurren entre la primera y la última carga. Se establecerá un valor de referencia en función de la pirámide de producción y del tiempo de llenado de las naves.

Si el vaciado se prolonga porque se comienza a cargar antes de tiempo, pueden salir cerdos con pesos por debajo del óptimo (los de mayor potencial de crecimiento).

Si se alarga debido a animales con demasiada estancia, puede indicar un problema sanitario o sobrepeso, lo que incrementa el IC.

Un número elevado de días de vaciado impacta negativamente en la rotación de las naves, encarece el precio de integración y empeora la GMD y el IC.

Estacionalidad

La variabilidad anual en el precio de las materias primas y la demanda y precio del cerdo condicionan los beneficios obtenidos en función del momento de venta.

Por ejemplo, especialmente en las zonas cálidas, la demanda de cerdos tiende a aumentar durante los meses de verano, ya que los días de estancia en el cebadero se alargan debido a una disminución de la GMD asociada a un menor consumo de pienso.

Ayuno previo al sacrificio

Se debe realizar un periodo de ayuno previo al envío de los animales al matadero para evitar la ingesta excesiva de pienso. Esta práctica:

Permite reducir el contenido intestinal, disminuyendo el riesgo de laceraciones intestinales y la contaminación de la canal durante la evisceración.
Contribuye a prevenir la aparición de carnes PSE.
Reduce la mortalidad durante el transporte en épocas de altas temperaturas.
Permite ahorrar aproximadamente 1 kg de pienso/animal en la granja.

Si el periodo de ayuno se prolonga en exceso, puede producirse una disminución del peso de la canal:

Ayunos de 24 horas provocan una reducción de aproximadamente 1 kg en el peso de la canal.

Ayunos inferiores a 16 horas no muestran este efecto negativo.

Se recomienda establecer ayunos de 12-14 horas. En verano, debido al consumo intermitente de los animales, puede ser necesario intensificar el manejo del ayuno con respecto al invierno.

Para optimizar el proceso:

Se debe cargar como máximo 3-4 veces por nave, evitando someter a los animales a múltiples ayunos.
Se procurará cerrar únicamente las tolvas de las cuadras que se vayan a cargar, limitando el impacto sobre el resto de los animales.

Mortalidad en el transporte

La mortalidad en el transporte no debe superar 1 de cada 1000 animales enviados.

Un valor superior a este límite puede ser indicativo de deficiencias en el estado sanitario del cebadero o de problemas en el manejo durante la carga.

Independientemente del origen del problema, se debe actuar de manera rápida para corregirlo, ya sea mediante la mejora de las condiciones sanitarias o mediante el perfeccionamiento del procedimiento de carga hacia el matadero.

CONCLUSIONES

La fase de cebo representa la etapa final del proceso productivo y es la que determina la obtención del beneficio económico.

Para maximizar este beneficio, es fundamental disponer de unas instalaciones adecuadas que permitan un manejo eficiente de los animales.

Una correcta acogida a la entrada garantiza un buen arranque, y a lo largo de todo el proceso se debe prestar atención diaria a las necesidades de los animales hasta su salida.

Una adecuada gestión de las cargas es esencial, ya que, aunque constituye la última fase del proceso de crianza, tiene un impacto directo en el precio final y en la rentabilidad obtenida.

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