Como vimos en el último artículo, nuestro objetivo durante la fase de GESTACIÓN tiene que ser: manejo en gestación
“Optimizar la tasa de partos, minimizando los días no productivos (DNPs), de forma que alcancemos siempre nuestro objetivo de partos marcado al menor costo posible”
Para alcanzar estos objetivos, me permití dividir la fase de gestación en tres partes:
- Antes de la cubrición
- La cubrición
- Después de la cubrición
En el citado artículo hablamos y repasamos con detalle la primera de estas tres, la fase “Antes de la cubrición” y trabajamos todos los puntos que debemos abordar si queremos conseguir tener a las cerdas, tanto jóvenes como cerdas destetadas, totalmente preparadas para ser inseminadas.
Los puntos más importantes recordemos que son:
- La estimulación y detección del celo,
- la adaptación a jaula de la cerda joven,
- el control ambiental y
- la alimentación tanto de la cerda joven como de la cerda destetada.
Zona de gestación en jaulas. Fuente: BDporc.IRTA
Esta vez nos toca abordar en profundidad la segunda de estas fases y sus claves desde mi punto de vista:
Detección definitiva del celo
Desde un punto de vista puramente práctico y sintomatológico, el celo de las cerdas lo podríamos diferenciar en dos fases:
A continuación tenemos un vídeo donde podemos ver claramente el reflejo de inmovilidad de una cerda preparada para ser cubierta:
Claro reflejo de inmovilidad en la cerda. Fuente: Javier Lorente
Cuando tenemos a la cerda en esta fase 2, será cuando podamos proceder a la inseminación y para poder detectar bien a estas cerdas, la mejor forma de trabajar es la siguiente:
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Recelar con los machos por delante y como mucho cada 5 CERDAS. Utilizar puertas para que el macho no corra por todo el pasillo como vimos en el artículo anterior.
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Dejar 1 o 2 minutos a la cerda con el macho delante y luego presionar el lomo tranquilamente.
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Frotar los laterales de la cerda.
Y recordad:
“SI LA CERDA NO ESTÁ TOTALMENTE QUIETA, NO SE CUBRE”
Inseminación
Una vez que tenemos claro que la cerda está totalmente preparada para ser inseminada, hay que proceder con dicha inseminación.
La pauta de inseminación es importante, sin embargo para mí el punto más importante a la hora de decidir que pauta de inseminación debo seguir siempre va a ser la ¡pauta de detección del celo! que estoy siguiendo y si estoy siendo capaz de detectar el momento de inicio del celo en las cerdas de una forma eficiente.
En líneas generales, las recomendaciones para una buena pauta de detección del celo serían:
- Si podemos hacerlo mañana y tarde mejor, así seremos más exactos
- Se puede hacer solo 1 vez al día, pero en granjas donde la reproducción tenga buenos resultados y los trabajadores sean metódicos
- Debemos hacerlo siempre a la misma hora (también el fin de semana)
En función de la pauta de detección del celo que tengamos, podemos decidir diferentes pautas de inseminación, a continuación tenemos algunos modelos de pautas de inseminación que NO TIENEN PORQUE SER LOS ÚNICOS:
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Si hacemos detección de celo 2 veces/día (cada 12h), podemos hacer la primera inseminación a las 12h de la detección del primer celo y luego repetir cada 24h hasta el final del celo.
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Si hacemos detección de celo 2 veces/día (cada 12h), podemos hacer la primera inseminación a las 12h de la detección del primer celo y luego repetir cada 12h hasta fin de celo. Este tipo de pauta se viene realizando más en cerdas nulíparas que tienden a tener celos más cortos.
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Si hacemos detección de celo 1 vez/día, podemos hacer la primera inseminación en el momento de detectar el primer celo (lo que llamamos a las 0 horas) y luego repetir cada 24h hasta fin de celo.
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Si hacemos detección de celo 1 vez/día. Podemos hacer la primera inseminación a las 12h de la detección del primer celo y luego repetir cada 24h.
Momento de la inseminación. Fuente: Javier Lorente
En una situación de estabilidad reproductiva, buen manejo y buenos resultados de tasa de fertilidad y tasa de partos, una pauta de inseminación óptima podría ser la que hemos colocado en el número 3 à Recela e inseminación una sola vez al día.
- Menos tiempo de trabajo dedicado a la inseminación y detección del celo
- Menos dosis seminales empleadas
- Menos riesgo de infecciones por un exceso de inseminaciones
- Menos coste
Elijamos la pauta de inseminación que sea, deberíamos crear un cuadro de trabajo donde esta quedará perfectamente reflejada para que ninguno de nuestros trabajadores tuviera ninguna duda al respecto. Un cuadro de trabajo podría ser de esta manera:
Ejemplo de cuadro de pauta de inseminación en una granja. Fuente: Javier Lorente
Y recordad:
“SI LA PAUTA NO FUNCIONA, DEBEMOS ANALIZAR EL PORQUE Y CAMBIARLA SI ES NECESARIO”
Además de la pauta de inseminación, el tipo de inseminación que realicemos marcará también la forma de trabajar. Hoy en día los dos tipos de inseminación más comunes en granjas comerciales son:
- Inseminación tradicional o cervical
- Inseminación Post cervical
No voy a entrar a explicar en este artículo los tipos de inseminación que tenemos, pero desde el punto de vista del manejo si tenemos que tener en cuenta que trabajamos con inseminación tradicional o cervical, esta tendrá que hacerse siempre con el macho delante de forma que la estimulación de la cerda en el mismo momento de la inseminación sea intensa.
En cualquiera de los dos procedimientos, el tiempo dedicado a la inseminación de todas las cerdas no debería ser mayor a 1 hora, ya que de lo contrario, tanto animales como trabajadores comienzan a estar cansados tras este tiempo y la calidad del trabajo disminuye y puede dar lugar a más errores.
Por lo tanto, cuando hagamos la planificación de nuestro personal de trabajo debemos tener en cuenta los momentos de la semana donde tenemos un número de inseminaciones mayor.
Más inseminaciones requieres más personal. Fuente: Javier Lorente
Y recordad, siempre es recomendable realizar la inseminación:
- En los momentos más frescos del día
- Manteniendo una alta higiene durante el proceso: limpieza de vulvas, uso de toallitas, uso de guantes, etc.
No os voy a hablar del proceso de preparación de dosis seminales ya que no es objeto de este artículo y además hoy en día, en general, trabajamos con centros de inseminación o centros de transferencia genética, que nos proporcionan semen de alta calidad.
Sin embargo si quiero recordad, para terminar con este artículo, que a nivel de granja la conservación de las dosis seminales es clave para la obtención de buenos resultados y la reducción de fallos reproductivos.
En esta conservación, os dejaré simplemente algunos puntos clave que nunca podemos olvidar:
- La temperatura de almacenamiento del semen deber estar entre 15 y 18ºC.
- Para ello, debemos tener un refrigerador específico para las dosis seminales con un sistema de chequeo permanente de la temperatura mediante termómetros de máximas y mínimas o sistemas más avanzados (datalogger).
Nevera de conservación de dosis seminales. Fuente: Kubus
- El proceso de traslado de las dosis seminales y la recepción de ellas en la granja también es crítico. Las dosis deben ser trasladadas también a temperaturas entre 15 y 18ºC y la transición entre la recepción y la nevera de almacenaje en la granja no debería nunca superar los 15 minutos.
- Debemos abrir la puerta de este refrigerador ÚNICAMENTE cuando lo necesitemos para evitar variaciones de temperatura que disminuyan la vida útil del semen.
- Debemos evitar sobrecargar las neveras de conservación con dosis seminales y evitar colocar estas dosis cerca de los motores de estas neveras.
- Las dosis deben conservarse en la nevera fuera de la bolsa donde fueron trasladadas y de manera que pueda haber circulación de aire entre ellas.
Colocación de dosis seminales en la nevera. Fuente: Kubus
- Debemos recordar que toda dosis que sale del refrigerador ¡ya nunca debe volver!
En estos dos primeros artículo hemos abordado todos los procesos que debemos seguir si queremos estimular y preparar bien a nuestras cerdas para ser inseminadas y si queremos hacer un buen proceso de inseminación. En el último capítulo de esta serie de manejo en gestación, analizaremos los puntos clave a tener en cuenta tras la cubrición para reducir al máximo los fallos reproductivos.
¡Nos vemos pronto!
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